12:22 › CIUDAD DE BUENOS AIRES
Empleados de la imprenta -cuyos dueños son investigados por presunta «quiebra fraudulenta» se movilizaron hasta las puertas del Juzgado Comercial 18-, en el barrio porteño de Recoleta, para exigir que se deje sin efecto el cierre de la empresa y cobrar los salarios.
Los empleados comenzaron el bloqueo parcial de más de tres horas en la avenida Callao y Marcelo T. de Alvear, hasta las 11 y manifestaron su apoyo al pedido que realizó ayer la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que se presentó ante la Justicia para levantar la quiebra por considerarla «fraudulenta» y para pedir la detención de los directivos de la compañía de capitales norteamericanos, sospechados del delito de Alteración del Orden Económico y Financiero.
“La quiebra es fraudulenta, como denuncia el Estado. Exigimos que se revoque y el pago de nuestros salarios”, explicaron los trabajadores. “Ya cuando Donnelley presentó el preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo pretendiendo despedir a 123 trabajadores y reducir nuestro salario en un 40%, nosotros denunciamos que existía el pago de millones de pesos en intereses por préstamos, y gran parte de esos préstamos pertenecían a su casa matriz en Estados Unidos”, declaró Jorge Medina, representante de la comisión interna.
Los trabajadores se encuentran desde el 12 de agosto dentro de la planta gestionando la producción, a pesar de que la empresa abandonó las instalaciones. “Somos más de cuatrocientas familias las que esta empresa quiso dejar en la calle, pero los trabajadores la pusimos a producir y a gestionarla por nuestra propia cuenta porque de ninguna manera vamos a admitir que estos buitres norteamericanos nos dejen sin trabajo”, manifestó Rene Córdoba, también miembro de la comisión interna.