Los cortes arrancarán hoy y siguen mañana. Bloquearán los accesos a la Capital Federal y el centro porteño. Para el Gobierno es una señal de debilidad de los organizadores del paro
El sindicalismo opositor, que encarnan Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, decidió apostar fuerte al éxito de la estrategia de movilización callejera que la CTA disidente y las agrupaciones de izquierda desplegarán entre hoy y mañana en todo el país para garantizar la contundencia de nuevo paro nacional contra la administración kirchnerista, ante el revés que significó la determinación de los colectiveros de la UTA de no adherir a la huelga, situación que puso en jaque el objetivo de paralizar por completo el transporte público durante la protesta. Desde el Gobierno tomaron nota del malestar que la decisión de la UTA provocó entre las centrales que convocaron el paro de mañana, con la advertencia de que la apuesta por fortalecer la medida mediante el auxilio de los piquetes y cortes dispuestos por la izquierda expresan la propia debilidad del sector gremial encabezado por Moyano y Barrionuevo. Incluso, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue un poco más allá en su embestida contra los gremios opositores y los acusó de pretender extorsionar a quienes tienen la voluntad de trabajador durante la medida de fuerza.
No podemos evitar que esto ocurra, cada uno sabe lo que tiene que hacer, retrucó Moyano respecto de las protestas que la izquierda desplegará desde este mediodía y durante el paro de mañana, mientras el líder de la CTA disidente, Pablo Micheli, desafió al funcionario con que tal vez haya miles de piquetes.
Los cortes arrancarán hoy desde las 10 en los principales accesos de la ciudad de Buenos Aires y las principales ciudades del interior del país, y se repetirán mañana en los mismos puntos. En tanto, al mediodía la CTA y las agrupaciones de izquierda marcharán desde el Cabildo al Congreso, interrumpiendo el tránsito en el centro porteño.
La participación de la izquierda sindical en la huelga cobró mayor centralidad como alternativa para fortalecer la medida luego que el gremio de colectiveros, que lidera Roberto Fernández, oficializó ayer su decisión de no plegarse a la protesta. Estamos de acuerdo con todos los reclamos de las CGT pero lamentablemente en este momento vemos la situación económica que vive el país con los fondos buitre y no compartimos el paro, así que no vamos a adherir, indicó Fernández al término de un plenario de la UTA y se quejó de no haber sido consultado para la definición de la huelga por Moyano y Barrionuevo. No obstante, el dirigente aclaró que el servicio que prestarán mañana los colectivos será como el de un domingo o un feriado y alertó que si se producen incidentes guardamos lo coches y no circularán.
Fernández también rechazó las críticas que Moyano lanzó en su contra acerca de una supuesta presión del Gobierno para no adherir al paro y señaló que los subsidios prometidos al sector son para las empresas. No recibimos presiones de ningún tipo, ni de un lado ni del otro, no somos nenes que nos van a arriar como quieran, se quejó. No obstante, en fuentes sindicales transcendió que un grupo de gremios del transporte, incluidos la UTA, mantiene negociaciones informales con el Gobierno con el propósito de exceptuar del pago de Ganancias una serie de adicionales de convenio, como los viáticos.
El sindicalismo opositor, que encarnan Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, decidió apostar fuerte al éxito de la estrategia de movilización callejera que la CTA disidente y las agrupaciones de izquierda desplegarán entre hoy y mañana en todo el país para garantizar la contundencia de nuevo paro nacional contra la administración kirchnerista, ante el revés que significó la determinación de los colectiveros de la UTA de no adherir a la huelga, situación que puso en jaque el objetivo de paralizar por completo el transporte público durante la protesta. Desde el Gobierno tomaron nota del malestar que la decisión de la UTA provocó entre las centrales que convocaron el paro de mañana, con la advertencia de que la apuesta por fortalecer la medida mediante el auxilio de los piquetes y cortes dispuestos por la izquierda expresan la propia debilidad del sector gremial encabezado por Moyano y Barrionuevo. Incluso, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue un poco más allá en su embestida contra los gremios opositores y los acusó de pretender extorsionar a quienes tienen la voluntad de trabajador durante la medida de fuerza.
No podemos evitar que esto ocurra, cada uno sabe lo que tiene que hacer, retrucó Moyano respecto de las protestas que la izquierda desplegará desde este mediodía y durante el paro de mañana, mientras el líder de la CTA disidente, Pablo Micheli, desafió al funcionario con que tal vez haya miles de piquetes.
Los cortes arrancarán hoy desde las 10 en los principales accesos de la ciudad de Buenos Aires y las principales ciudades del interior del país, y se repetirán mañana en los mismos puntos. En tanto, al mediodía la CTA y las agrupaciones de izquierda marcharán desde el Cabildo al Congreso, interrumpiendo el tránsito en el centro porteño.
La participación de la izquierda sindical en la huelga cobró mayor centralidad como alternativa para fortalecer la medida luego que el gremio de colectiveros, que lidera Roberto Fernández, oficializó ayer su decisión de no plegarse a la protesta. Estamos de acuerdo con todos los reclamos de las CGT pero lamentablemente en este momento vemos la situación económica que vive el país con los fondos buitre y no compartimos el paro, así que no vamos a adherir, indicó Fernández al término de un plenario de la UTA y se quejó de no haber sido consultado para la definición de la huelga por Moyano y Barrionuevo. No obstante, el dirigente aclaró que el servicio que prestarán mañana los colectivos será como el de un domingo o un feriado y alertó que si se producen incidentes guardamos lo coches y no circularán.
Fernández también rechazó las críticas que Moyano lanzó en su contra acerca de una supuesta presión del Gobierno para no adherir al paro y señaló que los subsidios prometidos al sector son para las empresas. No recibimos presiones de ningún tipo, ni de un lado ni del otro, no somos nenes que nos van a arriar como quieran, se quejó. No obstante, en fuentes sindicales transcendió que un grupo de gremios del transporte, incluidos la UTA, mantiene negociaciones informales con el Gobierno con el propósito de exceptuar del pago de Ganancias una serie de adicionales de convenio, como los viáticos.