Economía Jueves 4 de Septiembre de 2014
Por Ignacio Olivera Doll.-
Fue el evento del día que escandalizó a algunos ejecutivos con protagonismo en el mercado de futuros: ayer, a sólo dos horas del cierre, grandes entidades de primera línea salieron a ofrecer repentinamente contratos de dólar en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) y en el ROFEX, como si contaran con información sobre lo que se conocería recién a las 18, con la publicación de una nueva normativa del Banco Central. El movimiento generó sospechas entre operadores que por esas horas se encontraron con precios irrisorios en las pantallas y presumieron que algo fuera de lo normal estaba sucediendo.
Finalmente, y a tono con estas sospechas, el organismo determinó por la tarde que los bancos deberán reducir a partir de ahora la posición global en moneda extranjera (que incluye tanto divisas como títulos en dólares y futuros), del 30% al 20% de su responsabilidad patrimonial computable (RPC).
El volumen del mercado de futuros voló ayer tanto a nivel local como en el exterior y los precios se desplomaron hasta 50 centavos en Nueva York. En el ROFEX se negociaron u$s 300 millones y en el MAE otros u$s 40 millones sólo por las operaciones de compraventa que realizaron bancos privados, durante una rueda en la que se mantuvo al margen el Banco Central. El día anterior, con una fuerte participación oficial, el volumen había sido de apenas u$s 185 millones.
En el sector presumían ayer que la normativa que los obliga a vender activos en dólares podría estar preparando el camino hacia una eventual devaluación. Porque buscaría evitar que, otra vez, los bancos obtengan ganancias siderales en sus balances por «diferencias de cotización». Fue lo que sucedió en enero, cuando el tipo de cambio se movió de los $ 8,85 a los $ 8 y el sistema financiero registró ingresos en pesos de $ 9.700 millones sólo por este concepto.
Con todo, el plan no parece haber sido ideado a la perfección. Ayer, cerca del mediodía, la venta en masa de las grandes entidades procuró anticiparse a los efectos de la decisión oficial: el apuro de algunos ejecutivos por vender a buenos precios provocó un desplome en las cotizaciones del mercado de derivados que dejó en evidencia que la novedad se había filtrado. En Buenos Aires hubo caídas de 6 centavos en los vencimientos de dólar hasta fin de año (el contrato a fin de año cayó de $ 9,19 a $ 9,13); y en Nueva York hubo retrocesos de entre 20 y 50 centavos para todos los plazos (el que vence en agosto 2015 cayó de $ 12,50 a $ 12). En cuestión de minutos, las expectativas de devaluación se derrumbaron en el exterior del 48% al 42% anual. Y un grupo de banqueros, consultado ayer por este diario, se aferró a la especulación de que la información había sido confiada a las entidades más grandes desde algunas fuentes oficiales. Con todo, en uno de los bancos que durante el día hizo fuertes operaciones en el ROFEX daban ayer su justificación: «Hubo varios que vendieron porque el rumor estaba en el mercado», explicaron.
También a futuro
La nueva restricción de Juan Carlos Fábrega sobre la tenencia de dólares, que en total empujará al sistema a desprenderse de unos u$s 500 millones en activos, no recortó esta vez directamente la proporción de contratos de dólar a futuro que pueden tener en cartera (que fue reducido al 10% en febrero), pero sí lo hará, en cambio, de manera indirecta: los bancos no sólo deberán reducir del 30% al 20% la posición global en moneda extranjera, sino que también deberán mantener la misma composición entre divisas en efectivo (spot) y futuros. «Al bajarlo al 20%, quedan dos alternativas: achicar la cantidad en futuros o reducir la posición en spot», aclaró un ejecutivo.
Por Ignacio Olivera Doll.-
Fue el evento del día que escandalizó a algunos ejecutivos con protagonismo en el mercado de futuros: ayer, a sólo dos horas del cierre, grandes entidades de primera línea salieron a ofrecer repentinamente contratos de dólar en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) y en el ROFEX, como si contaran con información sobre lo que se conocería recién a las 18, con la publicación de una nueva normativa del Banco Central. El movimiento generó sospechas entre operadores que por esas horas se encontraron con precios irrisorios en las pantallas y presumieron que algo fuera de lo normal estaba sucediendo.
Finalmente, y a tono con estas sospechas, el organismo determinó por la tarde que los bancos deberán reducir a partir de ahora la posición global en moneda extranjera (que incluye tanto divisas como títulos en dólares y futuros), del 30% al 20% de su responsabilidad patrimonial computable (RPC).
El volumen del mercado de futuros voló ayer tanto a nivel local como en el exterior y los precios se desplomaron hasta 50 centavos en Nueva York. En el ROFEX se negociaron u$s 300 millones y en el MAE otros u$s 40 millones sólo por las operaciones de compraventa que realizaron bancos privados, durante una rueda en la que se mantuvo al margen el Banco Central. El día anterior, con una fuerte participación oficial, el volumen había sido de apenas u$s 185 millones.
En el sector presumían ayer que la normativa que los obliga a vender activos en dólares podría estar preparando el camino hacia una eventual devaluación. Porque buscaría evitar que, otra vez, los bancos obtengan ganancias siderales en sus balances por «diferencias de cotización». Fue lo que sucedió en enero, cuando el tipo de cambio se movió de los $ 8,85 a los $ 8 y el sistema financiero registró ingresos en pesos de $ 9.700 millones sólo por este concepto.
Con todo, el plan no parece haber sido ideado a la perfección. Ayer, cerca del mediodía, la venta en masa de las grandes entidades procuró anticiparse a los efectos de la decisión oficial: el apuro de algunos ejecutivos por vender a buenos precios provocó un desplome en las cotizaciones del mercado de derivados que dejó en evidencia que la novedad se había filtrado. En Buenos Aires hubo caídas de 6 centavos en los vencimientos de dólar hasta fin de año (el contrato a fin de año cayó de $ 9,19 a $ 9,13); y en Nueva York hubo retrocesos de entre 20 y 50 centavos para todos los plazos (el que vence en agosto 2015 cayó de $ 12,50 a $ 12). En cuestión de minutos, las expectativas de devaluación se derrumbaron en el exterior del 48% al 42% anual. Y un grupo de banqueros, consultado ayer por este diario, se aferró a la especulación de que la información había sido confiada a las entidades más grandes desde algunas fuentes oficiales. Con todo, en uno de los bancos que durante el día hizo fuertes operaciones en el ROFEX daban ayer su justificación: «Hubo varios que vendieron porque el rumor estaba en el mercado», explicaron.
También a futuro
La nueva restricción de Juan Carlos Fábrega sobre la tenencia de dólares, que en total empujará al sistema a desprenderse de unos u$s 500 millones en activos, no recortó esta vez directamente la proporción de contratos de dólar a futuro que pueden tener en cartera (que fue reducido al 10% en febrero), pero sí lo hará, en cambio, de manera indirecta: los bancos no sólo deberán reducir del 30% al 20% la posición global en moneda extranjera, sino que también deberán mantener la misma composición entre divisas en efectivo (spot) y futuros. «Al bajarlo al 20%, quedan dos alternativas: achicar la cantidad en futuros o reducir la posición en spot», aclaró un ejecutivo.