El presidente de la República, Rafael Correa, exigió el lunes a Estados Unidos detener su «intervencionismo» y «dejar en paz» a América Latina durante una cita internacional con líderes de izquierda que apoyaron su reclamo a Washington.
Correa convirtió el Encuentro Latinoamericano Progresista, que se celebra en Quito, en una tribuna contra el presidente Barack Obama, a raíz de su reciente anuncio de apoyar la formación de líderes y el «fortalecimiento de la sociedad civil» en varios países.
El mandatario ecuatoriano, quien desde su llegada al poder en 2007 se ha enfrascado en varias controversias diplomáticas con Estados Unidos, interpretó ese anuncio como una intervención de la Casa Blanca a través de la financiación de opositores.
«América Latina sabe muy bien lo que aquello significa: simplemente más intervencionismo (…) !Ya basta!, !Ya basta! Que nos dejen en paz. Respeten la soberanía de nuestros países», declaró Correa durante la inauguración del foro que reúne hasta el martes a dirigentes de 20 países.
Correa vinculó el plan de Obama con el resurgimiento de una derecha opositora que quiere recuperar el poder, tras una década de triunfos electorales de la izquierda en América Latina (2000-2010) en cabeza de gobiernos críticos de Estados Unidos como los de Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela.
«Ese momento histórico ya terminó. Hoy esas fuerzas de derecha están recuperadas, están articuladas, nacional e internacionalmente, con estrategias de poder y por supuesto con la descarada complicidad de la prensa nacional e internacional y de los países hegemónicos de siempre, como hemos visto en la ya mencionada última iniciativa del presidente Obama», dijo.
Estados Unidos todavía no se ha pronunciado sobre las recientes críticas de Correa, a quien ha reprochado sus relaciones con Irán y Bielorrusia, el asilo otorgado a Julian Assange, creador de WikiLeaks, y sus políticas de control de los medios.
«Restauración conservadora»
Correa, quien apoya el establecimiento de la reelección indefinida en su país, describió esa reagrupación de la derecha como una «restauración conservadora» y llamó a los movimientos de izquierda a prepararse para «tiempos duros».
«Hoy hay una restauración conservadora en marcha y lamentablemente con la complicidad de la supuesta izquierda radical, que realmente es el sector más conservador oponiéndose a todo, todo el tiempo», sostuvo.
Correa recibió el respaldo de los asistentes al encuentro en Quito, que también reprocharon la actitud de Obama.
«Es una injerencia del gobierno norteamericano en nuestros países, de financiar centros de formación de líderes. Nos preguntamos: ¿nosotros no somos capaces de formar nuestros propios líderes, tenemos que pedir ayuda de los Estados Unidos? Ciertamente que no», señaló a la AFP Mónica Valente, secretaria de Relaciones Internacionales del Partido de los Trabajadores de Brasil (PT, en el poder).
En ese mismo sentido se pronunció el senador colombiano Iván Cepeda, del Polo Democrático, quien cuestionó a Washington por pretender «entrenar intelectualmente» a opositores, y consideró que Colombia puede ser una «plataforma de la restauración conservadora» en caso de que no se concreten los diálogos de paz en curso con la guerrilla comunista de las FARC.
El mandatario ecuatoriano elevó de nuevo el tono con Estados Unidos tras forzar este año la salida de la agencia de cooperación estadounidense Usaid y de una veintena de militares y funcionarios estadounidenses adscritos a la embajada en Quito, por considerar excesivo su número.
Antes ya había expulsado a funcionarios estadounidenses, incluida a la entonces embajadora Heather Hodges en 2011, y en 2007 decidió no renovar el convenio por el cual Estados Unidos operaba una base antidrogas en Manta. Aun así los países mantienen relaciones diplomáticas y comerciales.
El diputado del Parlamento europeo Pablo Iglesias también se adhirió a las críticas a Obama.
«Es vergonzoso que Estados Unidos (…) pretenda dar lecciones de democracia formando líderes. No forman líderes porque les interese la democracia, forman líderes sumisos, entreguistas a las políticas de Estados Unidos», sostuvo a la AFP.