Las elecciones en Bolivia / Entrevista con el mandatario
Tras su arrollador triunfo, el presidente cuestionó la recomposición de las fuerzas conservadoras en otros países y exhortó a consolidar «la soberanía» de América latina
Foto: Reuters
LA PAZ.-Decidido a encaramarse como el nuevo gran líder latinoamericano tras el abrumador apoyo recibido el domingo en las urnas, Evo Morales exhortó a consolidar «la soberanía política y económica regional»; destacó su estrecha cercanía con la presidenta argentina, Cristina Kirchner, a quien dijo que valora «mucho», y se mostró alarmado por el avance de la derecha en Brasil, Uruguay y otros países:
«Me preocupa que la derecha pueda volver democráticamente al poder», confesó.
Evo recibió anteanoche a LA NACION en el Palacio Quemado de La Paz y se prestó a una conversación de una hora, donde no evitó ningún tema, desde los inconvenientes de la Corte Electoral para el escrutinio, que demorará una semana más aún, hasta cómo será su relación con la oposición.
«En mi gobierno no va a haber eso de incorporar a la derecha al gabinete […]. Que me traigan propuestas y vemos», adelantó.
El diálogo fue a última hora de la noche, pero en su rostro no se percibía ningún signo de cansancio pese a que había dedicado toda la jornada a recibir por separado a la prensa y a representantes de organismos internacionales.
Hay un abismo de diferencia entre aquel presidente de 2005 que vestía un sencillo suéter y este hombre, que cuando entra a paso firme al salón donde se realizará la entrevista se muestra elegante con su chaqueta color marrón oscuro y una camisa blanca con bordados andinos, con pequeñas llamas, abotonada hasta el cuello, que destaca su piel oscura.
-Durante la campaña usted dijo que iba a obtener el 74% de los votos, pero los escrutinios privados hasta ahora dan que apenas superó el 60%, algo menos que lo que obtuvo en 2009. ¿Está desilusionado?
-Para nada. Lo importante es la consolidación de este movimiento político, que es el más grande desde la fundación de la república. Esto es el pueblo, mediante las organizaciones sociales, convertido en un movimiento político. El objetivo de la oposición era que yo no obtuviera los dos tercios en el Congreso y que hubiera segunda vuelta. Y ninguno de esos objetivos se logró. Me preocupa la demora en el escrutinio, pero acá no hay ningún fraude ni manipulación electoral.
-Hablemos de la oposición. En su discurso del domingo en la Plaza Murillo usted los convocó a trabajar juntos. ¿Eso podría incluir la incorporación de alguno de ellos a su gabinete?
-Cuando yo convoco a la oposición es para que me hagan llegar propuestas. En mi actividad sindical yo aprendí que la fórmula de una buena oposición es rechazar y proponer, no rechazar por rechazar. Pero en mi gobierno no va a haber eso de incorporar a la derecha al gabinete. Éste es un gabinete político. Que me traigan propuestas y vemos.
-Ayer dijo que «el pueblo opinará» sobre su eventual reelección en 2020. ¿Piensa impulsar una reforma de la Constitución para poder postularse a un cuarto mandato?
-Mire, no nos hemos propuesto, como parte del programa de gobierno para estos cinco años, la reforma de la Constitución. Ahora no estoy pensando en eso.
-¿Y no le preocupa el tema de que no haya un sucesor a la vista en su movimiento?
-En cuanto al tema del sucesor, estoy empezando a ver gente muy capaz en la llamada «generación Evo», jóvenes que se están transformando en autoridades y proyectándose. La experiencia se va adquiriendo. Antes nos decían que «el indio es sólo para votar y no para gobernar». Y en este corto tiempo demostramos que el indio no sólo sirve para votar, sino para gobernar, y por eso el pueblo nos sigue apoyando. Así que ya no me quita el sueño el tema del sucesor.
-¿Y cómo ve la región latinoamericana? En Brasil, Uruguay y otros países se verifica un crecimiento de la centroderecha…
-Me preocupa que la derecha pueda volver democráticamente al poder. Para mí es derecha o izquierda, sin medias tintas. Me parece que todo va a depender de que los gobiernos atiendan las demandas de la gente y resuelven los problemas. Al pueblo no se lo gobierna con principios, sino por resultados. De todas maneras, yo creo que tenemos que avanzar en la complementariedad latinoamericana. Nuestras economías no pueden depender totalmente del mercado europeo, asiático o norteamericano. Tengamos comercio con ellos, pero es más importante el mercado regional, para que seamos una región con soberanía política y económica.
Cristina y el trigo
Morales recuerda luego una anécdota personal de comienzos de su gobierno, cuando Estados Unidos y Canadá habían dejado de proveerle trigo y llamó personalmente a la presidenta Kirchner: «Hermana, tienes que vendernos tu trigo. No es una donación. Necesitamos comprar de emergencia». A lo que la Presidenta le respondió que tenían compromisos pactados con otros países. «No sé, hermana -le contestó Morales-. No necesito mucho, tienes que venderme de emergencia.»
«Y Cristina nos vendió el trigo, y a los bolivianos no nos faltó el pan. Eso es solidaridad y organización. Así tenemos que trabajar en América latina», dice Morales.
-¿Y qué propuestas tiene para avanzar en la integración?
-Mi gran deseo es que los ministros de economía de la Unasur se reúnan cada tres o cuatro meses a puertas cerradas y se pongan a pensar en el futuro de cada país. Qué va a pasar con la economía de la Argentina, Chile, Bolivia de aquí a cuatro o cinco años, cuáles van a ser nuestras necesidades, cómo podemos ayudarnos. Entre nosotros tiene que haber mucha transparencia y sinceridad para pensar en un modelo regional de desarrollo.
-Pese a tantos años de crecimiento, Bolivia sigue teniendo altos índices de pobreza. ¿Cómo piensa abordar esta cuestión?
-Según la Cepal, la pobreza ya se redujo del 38 al 18%. Y el próximo quinquenio queremos llegar por lo menos al 8%. Mi deseo es llegar al 6 o 4%. Para eso vamos a poner en marcha varios programas destinados al sector rural y a los más carenciados. Pero también en esto es importante lo que podemos lograr como región. Hace un tiempo nos visitó la ministra de Industria argentina, Débora Giorgi. Después la presidenta Cristina nos envió unas ambulancias muy bien equipadas para las zonas rurales. Tenemos tantas posibilidades de ayudarnos entre nosotros…reservas, recursos naturales. Somos un continente de esperanza, para nosotros y también para el planeta..
Tras su arrollador triunfo, el presidente cuestionó la recomposición de las fuerzas conservadoras en otros países y exhortó a consolidar «la soberanía» de América latina
Foto: Reuters
LA PAZ.-Decidido a encaramarse como el nuevo gran líder latinoamericano tras el abrumador apoyo recibido el domingo en las urnas, Evo Morales exhortó a consolidar «la soberanía política y económica regional»; destacó su estrecha cercanía con la presidenta argentina, Cristina Kirchner, a quien dijo que valora «mucho», y se mostró alarmado por el avance de la derecha en Brasil, Uruguay y otros países:
«Me preocupa que la derecha pueda volver democráticamente al poder», confesó.
Evo recibió anteanoche a LA NACION en el Palacio Quemado de La Paz y se prestó a una conversación de una hora, donde no evitó ningún tema, desde los inconvenientes de la Corte Electoral para el escrutinio, que demorará una semana más aún, hasta cómo será su relación con la oposición.
«En mi gobierno no va a haber eso de incorporar a la derecha al gabinete […]. Que me traigan propuestas y vemos», adelantó.
El diálogo fue a última hora de la noche, pero en su rostro no se percibía ningún signo de cansancio pese a que había dedicado toda la jornada a recibir por separado a la prensa y a representantes de organismos internacionales.
Hay un abismo de diferencia entre aquel presidente de 2005 que vestía un sencillo suéter y este hombre, que cuando entra a paso firme al salón donde se realizará la entrevista se muestra elegante con su chaqueta color marrón oscuro y una camisa blanca con bordados andinos, con pequeñas llamas, abotonada hasta el cuello, que destaca su piel oscura.
-Durante la campaña usted dijo que iba a obtener el 74% de los votos, pero los escrutinios privados hasta ahora dan que apenas superó el 60%, algo menos que lo que obtuvo en 2009. ¿Está desilusionado?
-Para nada. Lo importante es la consolidación de este movimiento político, que es el más grande desde la fundación de la república. Esto es el pueblo, mediante las organizaciones sociales, convertido en un movimiento político. El objetivo de la oposición era que yo no obtuviera los dos tercios en el Congreso y que hubiera segunda vuelta. Y ninguno de esos objetivos se logró. Me preocupa la demora en el escrutinio, pero acá no hay ningún fraude ni manipulación electoral.
-Hablemos de la oposición. En su discurso del domingo en la Plaza Murillo usted los convocó a trabajar juntos. ¿Eso podría incluir la incorporación de alguno de ellos a su gabinete?
-Cuando yo convoco a la oposición es para que me hagan llegar propuestas. En mi actividad sindical yo aprendí que la fórmula de una buena oposición es rechazar y proponer, no rechazar por rechazar. Pero en mi gobierno no va a haber eso de incorporar a la derecha al gabinete. Éste es un gabinete político. Que me traigan propuestas y vemos.
-Ayer dijo que «el pueblo opinará» sobre su eventual reelección en 2020. ¿Piensa impulsar una reforma de la Constitución para poder postularse a un cuarto mandato?
-Mire, no nos hemos propuesto, como parte del programa de gobierno para estos cinco años, la reforma de la Constitución. Ahora no estoy pensando en eso.
-¿Y no le preocupa el tema de que no haya un sucesor a la vista en su movimiento?
-En cuanto al tema del sucesor, estoy empezando a ver gente muy capaz en la llamada «generación Evo», jóvenes que se están transformando en autoridades y proyectándose. La experiencia se va adquiriendo. Antes nos decían que «el indio es sólo para votar y no para gobernar». Y en este corto tiempo demostramos que el indio no sólo sirve para votar, sino para gobernar, y por eso el pueblo nos sigue apoyando. Así que ya no me quita el sueño el tema del sucesor.
-¿Y cómo ve la región latinoamericana? En Brasil, Uruguay y otros países se verifica un crecimiento de la centroderecha…
-Me preocupa que la derecha pueda volver democráticamente al poder. Para mí es derecha o izquierda, sin medias tintas. Me parece que todo va a depender de que los gobiernos atiendan las demandas de la gente y resuelven los problemas. Al pueblo no se lo gobierna con principios, sino por resultados. De todas maneras, yo creo que tenemos que avanzar en la complementariedad latinoamericana. Nuestras economías no pueden depender totalmente del mercado europeo, asiático o norteamericano. Tengamos comercio con ellos, pero es más importante el mercado regional, para que seamos una región con soberanía política y económica.
Cristina y el trigo
Morales recuerda luego una anécdota personal de comienzos de su gobierno, cuando Estados Unidos y Canadá habían dejado de proveerle trigo y llamó personalmente a la presidenta Kirchner: «Hermana, tienes que vendernos tu trigo. No es una donación. Necesitamos comprar de emergencia». A lo que la Presidenta le respondió que tenían compromisos pactados con otros países. «No sé, hermana -le contestó Morales-. No necesito mucho, tienes que venderme de emergencia.»
«Y Cristina nos vendió el trigo, y a los bolivianos no nos faltó el pan. Eso es solidaridad y organización. Así tenemos que trabajar en América latina», dice Morales.
-¿Y qué propuestas tiene para avanzar en la integración?
-Mi gran deseo es que los ministros de economía de la Unasur se reúnan cada tres o cuatro meses a puertas cerradas y se pongan a pensar en el futuro de cada país. Qué va a pasar con la economía de la Argentina, Chile, Bolivia de aquí a cuatro o cinco años, cuáles van a ser nuestras necesidades, cómo podemos ayudarnos. Entre nosotros tiene que haber mucha transparencia y sinceridad para pensar en un modelo regional de desarrollo.
-Pese a tantos años de crecimiento, Bolivia sigue teniendo altos índices de pobreza. ¿Cómo piensa abordar esta cuestión?
-Según la Cepal, la pobreza ya se redujo del 38 al 18%. Y el próximo quinquenio queremos llegar por lo menos al 8%. Mi deseo es llegar al 6 o 4%. Para eso vamos a poner en marcha varios programas destinados al sector rural y a los más carenciados. Pero también en esto es importante lo que podemos lograr como región. Hace un tiempo nos visitó la ministra de Industria argentina, Débora Giorgi. Después la presidenta Cristina nos envió unas ambulancias muy bien equipadas para las zonas rurales. Tenemos tantas posibilidades de ayudarnos entre nosotros…reservas, recursos naturales. Somos un continente de esperanza, para nosotros y también para el planeta..
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