Por Alejandro Bercovich
Los países ricos que integran el Club de París no creen que Argentina esté legalmente en default ni temen embargos sobre los pagos por u$s9.700 millones que el Gobierno se comprometió a girarles en los próximos cinco años. Así lo manifestaron los representantes de esas naciones en la última reunión del grupo informal de acreedores en la capital gala, según revelaron a BAE Negocios fuentes diplomáticas. La mayoría de esos gobiernos rechazaron apoyar al país en sus denuncias contra los fondos buitre en el FMI, la ONU, la OEA y otros foros internacionales.
Los 15 estados acreedores de la Argentina en el Club, que ya cobraron una cuota inicial de 642 millones a fines de julio y que deberían embolsar otros 770 millones a mediados del año próximo, volvieron a reunir a sus delegados en París el 11 de septiembre. Fue la primera vez que se sentó en la cabecera de la mesa el francés Bruno Bézard, flamante chairman del grupo y director general del Tesoro galo desde el 1º de julio, en reemplazo de Ramón Hernández. La reunión se produjo mientras se multiplicaban las órdenes de bloqueo de pagos del juez neoyorquino Thomas Griesa para forzar el cobro del dinero que exigen los fondos buitre encabezados por NML.
Aunque se trataba de un ‘tour d’horizon‘ de rutina -una suerte de repaso de la agenda compartida por los socios-, la situación argentina formó parte de la orden del día. ‘Los presentes estuvieron de acuerdo en que, desde una perspectiva legal, Argentina no está en default, ya que sólo un juez puede hacer esa declaración formal‘, reveló una fuentes diplomática al tanto de lo conversado allí.
En el cónclave, además de los principales acreedores de la deuda que se terminó de renegociar este año (Alemania, Estados Unidos, Japón, Holanda y Gran Bretaña), había representantes de Brasil y China, que sí apoyaron a la Argentina en sus denuncias contra los fondos buitre en los foros multilaterales. Habían sido invitados como los prestamistas bilaterales incipientes que son, lo cual los podría hacer ingresar en el Club en el futuro próximo. Hasta ahora, la deuda en default más cuantiosa que debió renegociar el ente fue la argentina.
El Gobierno anunció el acuerdo con el Club de París en mayo, cuando la Corte Suprema estadounidense todavía no había rechazado la apelación argentina al fallo de Griesa que ordena pagarles u$s 1.600 millones a los holdouts que rechazaron los canjes de deuda con quita de 2005 y 2010 y optaron por la vía judicial. Desde entonces y antes del fin de noviembre, el Ministerio de Economía también se comprometió a formalizar acuerdos bilaterales con cada uno de los acreedores para fijar los montos adeudados y los plazos de pago comprometidos. Hasta la reunión de septiembre sólo se había formalizado el contrato con Suiza, pero desde entonces se cerraron varios más ‘que se irán publicando en el Boletín Oficial en los próximos días‘, según adelantaron fuentes del Palacio de Hacienda.
En la misma reunión parisina, según las fuentes diplomáticas, varios de los presentes mencionaron las demandas que algunos bancos y titulares de bonos reestructurados les iniciaron al BoNY y a Euroclear en Londres y Bruselas por haber incumplido con sus deberes como fiduciarios de los pagos. Si bien se debatió brevemente, hubo acuerdo en que los pagos argentinos a los miembros del Club están lejos del alcance de Griesa. Para las fuentes consultadas en Economía, se trata de “otra confirmación de que Griesa trabaja sólo para los buitres y que los más poderosos del mundo están empezando a darse cuenta”.
Las Naciones Unidas tienen cronograma para debatir el proyecto
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, celebró la aprobación en la ONU de un cronograma de discusión del marco legal para futuras reestructuraciones de deudas en default, en medio de la dura batalla de la Argentina con los fondos buitre. “Es trascendente remarcarlo porque esta fue una iniciativa de nuestro país, apoyada por el G77 + China, y con el consenso mayoritario en la Asamblea de Naciones Unidas”, dijo el funcionario.
El G77 más China propuso recientemente tratar el marco legal para los procesos de emisión y reestructuración la deuda soberana de países en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, para evitar otros casos como el argentino.
La propuesta efectuada por Bolivia como titular pro témpore del G77 realizada el viernes recoge el mandato de la resolución 68/304 del 9 de septiembre último de la Asamblea General, donde 124 países aprobaron la necesidad de crear un nuevo marco legal para tratar la deuda de países en quiebra.
Ese día también se estipuló que las iniciativas al respecto debían presentarse para su discusión en el período de la Asamblea números 69 de la ONU, a través de negociaciones intergubernamentales, antes de diciembre de este año, para su posterior tratamiento durante el primer semestre de 2015.
En el proyecto publicado en el sitio oficial de Naciones Unidas y que recoge el planteo argentino, se destaca que las discusiones están ‘abiertas a todos los Estados miembro‘, los 193 países de la ONU, más allá de que la votación en la que 124 lo hicieron a favor, unos 41 se abstuvieron y otros 11 lo hicieron en contra.
Además, el proyecto prevé la realización de tres encuentros, uno en febrero, otro en abril y el último en junio de 2015 en la sede del cuartel general en la ciudad de Nueva York: se espera que el proyecto de ‘modalidades‘ sea votado en diciembre próximo por la Asamblea General de Naciones Unidas.
En los 10 puntos del proyecto, el G77 solicita que se aseguren los mecanismos para que el comité ad hoc trate el asunto en tiempo y forma, para cumplir con la mencionada resolución 68; para ello, se propone designar a dos presidentes de dicho comité.
Los países ricos que integran el Club de París no creen que Argentina esté legalmente en default ni temen embargos sobre los pagos por u$s9.700 millones que el Gobierno se comprometió a girarles en los próximos cinco años. Así lo manifestaron los representantes de esas naciones en la última reunión del grupo informal de acreedores en la capital gala, según revelaron a BAE Negocios fuentes diplomáticas. La mayoría de esos gobiernos rechazaron apoyar al país en sus denuncias contra los fondos buitre en el FMI, la ONU, la OEA y otros foros internacionales.
Los 15 estados acreedores de la Argentina en el Club, que ya cobraron una cuota inicial de 642 millones a fines de julio y que deberían embolsar otros 770 millones a mediados del año próximo, volvieron a reunir a sus delegados en París el 11 de septiembre. Fue la primera vez que se sentó en la cabecera de la mesa el francés Bruno Bézard, flamante chairman del grupo y director general del Tesoro galo desde el 1º de julio, en reemplazo de Ramón Hernández. La reunión se produjo mientras se multiplicaban las órdenes de bloqueo de pagos del juez neoyorquino Thomas Griesa para forzar el cobro del dinero que exigen los fondos buitre encabezados por NML.
Aunque se trataba de un ‘tour d’horizon‘ de rutina -una suerte de repaso de la agenda compartida por los socios-, la situación argentina formó parte de la orden del día. ‘Los presentes estuvieron de acuerdo en que, desde una perspectiva legal, Argentina no está en default, ya que sólo un juez puede hacer esa declaración formal‘, reveló una fuentes diplomática al tanto de lo conversado allí.
En el cónclave, además de los principales acreedores de la deuda que se terminó de renegociar este año (Alemania, Estados Unidos, Japón, Holanda y Gran Bretaña), había representantes de Brasil y China, que sí apoyaron a la Argentina en sus denuncias contra los fondos buitre en los foros multilaterales. Habían sido invitados como los prestamistas bilaterales incipientes que son, lo cual los podría hacer ingresar en el Club en el futuro próximo. Hasta ahora, la deuda en default más cuantiosa que debió renegociar el ente fue la argentina.
El Gobierno anunció el acuerdo con el Club de París en mayo, cuando la Corte Suprema estadounidense todavía no había rechazado la apelación argentina al fallo de Griesa que ordena pagarles u$s 1.600 millones a los holdouts que rechazaron los canjes de deuda con quita de 2005 y 2010 y optaron por la vía judicial. Desde entonces y antes del fin de noviembre, el Ministerio de Economía también se comprometió a formalizar acuerdos bilaterales con cada uno de los acreedores para fijar los montos adeudados y los plazos de pago comprometidos. Hasta la reunión de septiembre sólo se había formalizado el contrato con Suiza, pero desde entonces se cerraron varios más ‘que se irán publicando en el Boletín Oficial en los próximos días‘, según adelantaron fuentes del Palacio de Hacienda.
En la misma reunión parisina, según las fuentes diplomáticas, varios de los presentes mencionaron las demandas que algunos bancos y titulares de bonos reestructurados les iniciaron al BoNY y a Euroclear en Londres y Bruselas por haber incumplido con sus deberes como fiduciarios de los pagos. Si bien se debatió brevemente, hubo acuerdo en que los pagos argentinos a los miembros del Club están lejos del alcance de Griesa. Para las fuentes consultadas en Economía, se trata de “otra confirmación de que Griesa trabaja sólo para los buitres y que los más poderosos del mundo están empezando a darse cuenta”.
Las Naciones Unidas tienen cronograma para debatir el proyecto
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, celebró la aprobación en la ONU de un cronograma de discusión del marco legal para futuras reestructuraciones de deudas en default, en medio de la dura batalla de la Argentina con los fondos buitre. “Es trascendente remarcarlo porque esta fue una iniciativa de nuestro país, apoyada por el G77 + China, y con el consenso mayoritario en la Asamblea de Naciones Unidas”, dijo el funcionario.
El G77 más China propuso recientemente tratar el marco legal para los procesos de emisión y reestructuración la deuda soberana de países en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, para evitar otros casos como el argentino.
La propuesta efectuada por Bolivia como titular pro témpore del G77 realizada el viernes recoge el mandato de la resolución 68/304 del 9 de septiembre último de la Asamblea General, donde 124 países aprobaron la necesidad de crear un nuevo marco legal para tratar la deuda de países en quiebra.
Ese día también se estipuló que las iniciativas al respecto debían presentarse para su discusión en el período de la Asamblea números 69 de la ONU, a través de negociaciones intergubernamentales, antes de diciembre de este año, para su posterior tratamiento durante el primer semestre de 2015.
En el proyecto publicado en el sitio oficial de Naciones Unidas y que recoge el planteo argentino, se destaca que las discusiones están ‘abiertas a todos los Estados miembro‘, los 193 países de la ONU, más allá de que la votación en la que 124 lo hicieron a favor, unos 41 se abstuvieron y otros 11 lo hicieron en contra.
Además, el proyecto prevé la realización de tres encuentros, uno en febrero, otro en abril y el último en junio de 2015 en la sede del cuartel general en la ciudad de Nueva York: se espera que el proyecto de ‘modalidades‘ sea votado en diciembre próximo por la Asamblea General de Naciones Unidas.
En los 10 puntos del proyecto, el G77 solicita que se aseguren los mecanismos para que el comité ad hoc trate el asunto en tiempo y forma, para cumplir con la mencionada resolución 68; para ello, se propone designar a dos presidentes de dicho comité.