Cuevas y túneles para la fuga

ECONOMIA › EL “CONTADO CON LIQUI” Y LAS MANIOBRAS CAMBIARIAS BAJO LA LUPA
El megaoperativo que llevó a cabo la AFIP a mediados de esta semana permitió acercar un poco más la lupa sobre los mecanismos con que se trabaja en el sistema financiero para posibilitar el ocultamiento de activos y fuga de divisas. La compraventa de títulos, acciones y ADR en el mercado, a través de personas o firmas que no están en condiciones de justificar el volumen de operaciones realizadas, generó una investigación que, tras los 71 allanamientos de esta semana, dejó al descubierto una trama financiera que “ofrece el servicio” de convertir los activos locales en cuentas en el exterior, “sin necesidad” de declararlos ni en origen ni una vez alcanzado su destino. No se trata sólo de un caso, sino que se estaría ante un modus operandi que podría resultar el mecanismo central para la sangría de más de 80 mil millones de dólares sufrida por el país desde 2007 a la fecha.
Las operaciones de “contado con liqui” o de “dólar Bolsa”, tan populares en los últimos años en el lenguaje financiero, consisten en la compra de valores (títulos de deuda o certificados representativos de acciones, ADR) en el mercado local que tengan la particularidad de que coticen en mercados externos. La compra local se paga en pesos y al vender esos mismos valores en el exterior, se logra convertirlos en dólares. La operación no es accesible para cualquiera. Si el monto que el interesado va a transar es importante, hay entidades que ofrecen hacerlo. Si, además, el interesado pretende que no queden registros de su operación, también hay quien ofrezca ese “adicional”. Esto es lo que acaba de verificar la AFIP.
La investigación inicial de la AFIP era sobre cuatro empresas que registraban operaciones de compraventa de títulos, en el último año y medio, por más de 120 millones de pesos, una cifra muy superior a la que su capacidad económica y financiera le hubiera permitido operar. La denuncia presentada ante el Juzgado Federal de Quilmes a cargo de Luis Armella dio lugar al megaoperativo de la última semana. Los allanamientos abarcaron a las sociedades de Bolsa con las que operaban, entidades bancarias y financieras vinculadas, domicilios de estudios contables que firmaron balances de las empresas investigadas, domicilios particulares de los titulares de dichas empresas, con lo cual abarcó no sólo la city porteña sino también a domicilios de Quilmes, Campana, Morón, San Isidro, San Martín, más siete en Córdoba y 3 en Mendoza.
En medio del “ninguneo” nada inocente de algunos medios, el operativo arrojó resultados trascendentes en función de su objetivo: la búsqueda de elementos probatorios de la maniobra denunciada y la determinación de la cadena de responsabilidad en el armado de la arquitectura financiera paralela o túneles para la fuga de divisas. Algunas de las “revelaciones” del procedimiento fueron las siguientes:
n Las cuatro sociedades denunciadas no sólo no tenían capacidad económica ni financiera para el volumen operado (120 millones de pesos), sino que “varias inconsistencias fiscales dejaron a las claras que no eran los titulares de ese dinero ni pudieron acreditar de quién era” (Fabián Di Risio, subdirector general de Grandes Contribuyentes de la AFIP, en declaraciones a Radio Cooperativa).
n En uno de los domicilios particulares allanados se encontraron los DNI originales de al menos seis titulares de las empresas involucradas, en nombre de las cuales se hacían las operaciones de compraventa de títulos. “El patrimonio de estas personas no guarda ninguna relación con el movimiento financiero del cual se hacían cargo.” (Di Risio) Este podría ser el centro de operaciones de toda la maniobra, pero no está confirmado. El verdadero titular del dinero o a favor de quién se está haciendo la operación de compraventa de títulos para fugarlos al exterior, queda así encubierto.
n Las operaciones se hacían a través de una red de sociedades de Bolsa, casas de cambio y bancos que incumplían, a su vez, la obligación de pedir una declaración al cliente sobre el origen de los fondos. A través de esa red se operaba la compra de títulos y la transferencia de fondos.
n En estos allanamientos se descubrieron tres “entidades no autorizadas” o “cuevas” que operaban en la compraventa ilegal de divisas. Los montos que se secuestraron en efectivo, sin justificación de origen, hablan de que no eran de poca importancia: 800 mil pesos en un caso, 150 mil dólares en otro, y 90 mil dólares en el tercero.
En realidad, la hipótesis es que entre las entidades se encuentran “las iniciadoras” de la maniobra, que captan los clientes, y las cuatro empresas que figuran como titulares de la operación son las que se crean como pantalla. Tal cual señalan fuentes de la AFIP, este allanamiento alude “a un solo caso, pero estamos fiscalizando la capacidad económica financiera de quienes compran valores en el mercado porque podríamos estar ante un modus operandi que se reitera para posibilitar la fuga de divisas y la evasión”.
Di Risio, en sus declaraciones radiales, dejó en claro que “lo que pudimos constatar es que hay bancos, sociedades de Bolsa, entidades financieras e incluso una que funcionaba como cooperativa, que colaboraron en un entramado financiero en el que aparecen interrelaciones entre las sociedades involucradas”. Una de las empresas que operaba en la compra de títulos y valores en forma continua y sin relación entre esos montos y su real capacidad económica y financiera está en manos de un banco y otra entidad financiera, las que se reparten su paquete societario.
Denuncia de AFIP y 71 allanamientos con importantes revelaciones.
Imagen: DyN

Acerca de Napule

es Antonio Cicioni, politólogo y agnotólogo, hincha de Platense y adicto en recuperación a la pizza porteña.

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