Política Jueves 18 de Diciembre de 2014
GESTO AMISTOSO HACIA EL GOBIERNO, QUE IMPULSÓ LA NUEVA CASACIÓN
Por: Milton Merlo
Ricardo Lorenzetti
Ricardo Lorenzetti les tomará juramento hoy a los jueces de la Cámara de Casación Penal ordinaria creada por el Gobierno. Para el oficialismo se trata de un giro estratégico en su pulseada con los tribunales, ya que la nueva instancia se constituirá como un terreno vital para impulsar la reforma procesal penal votada por el Congreso. Ese nuevo esquema, que transfiere poder de los jueces a los fiscales, podría tener su primer ensayo en la Justicia ordinaria antes de saltar al fuero federal, cuyos expedientes tocan nervios sensibles para el poder político. Los estruendos de los últimos días le restan puntos a la idea inicial de comenzar a implementar la reforma en las jurisdicciones más distantes.
La nueva Casación es rechazada por los sectores más distantes al oficialismo porque una de sus protagonistas será María Laura Garrigós de Rébori, que actualmente preside el grupo Justicia Legítima, que ha organizado actos de protesta frente al Palacio de Tribunales. La resistencia se evidencia en la demora que implicó la puesta en marcha del nuevo tribunal, cuyos integrantes cuentan con el decreto presidencial que los designa desde fines de 2013. El juramento de hoy los habilitará a cumplir sus funciones en un edificio de la zona de Tribunales que fue cedido por el Ministerio de Justicia.
La aplicación de la reforma es por estas horas la moneda de negociación que tiene el oficialismo para con el fuero federal, donde anima variadas contiendas y donde el malestar se evidencia en citaciones y allanamientos. El nuevo tribunal es entendido en la Corte (y también en el Gobierno) como otro paso en la intención del Gobierno de ocupar un espacio de centralidad en el Poder Judicial. Se suma a la designación de la camarista Gabriela Vázquez como titular de la Magistratura, el desembarco de Claudio Cholakian (vocal de Justicia Legítima) como nuevo administrador general y la llegada a la SIDE del ahora exjefe de gabinete de la cartera de Justicia, Juan Martín Mena, como segundo de Oscar Parrilli, quien asumirá la semana que viene sin que se le conozca hasta ahora el reemplazante.
Los cambios en el organismo de inteligencia se definieron en la noche del lunes en un encuentro reservado en Olivos. Allí se analizaron los nombramientos en la Casación federal (que eligió a la jueza crítica Ana María Figueroa como presidenta y otorgó roles protagónicos a Mariano Borinsky y Gustavo Hornos) y se contabilizaron 21 maniobras en expedientes que involucran a funcionarios y en las cuales habrían tenido injerencia actores relacionados con el submundo del espionaje. El martes por la noche todos los cargos técnicos de la SIDE ya habían entregado sus renuncias en el despacho de Parrilli.
Las intrigas y las resoluciones animan una saga cuyo final no se vislumbra al menos en el corto plazo y que podría tener un hito rutilante en el acuerdo que la Corte Suprema fijó para el 30 de diciembre. Mientras tanto, ayer el fiscal Eduardo Taino requería la instrucción de un expediente por supuesto enriquecimiento ilícito que involucra a Sergio Berni, y en paralelo el juez Luis Rodríguez solicitaba la declaración jurada del ministro de Seguridad a la Oficina Anticorrupción.
La acción continuará hoy en el plenario de la Magistratura, donde la batalla principal será por el juzgado electoral de la provincia de Buenos Aires. El oficialismo buscará la promoción como subrogante del secretario Laureano Durán, que hace horas acaba de lograr la efectividad de su cargo luego de cinco años de ser contratado. El oficialismo tiene los votos para nombrar a Durán, por lo cual el juez Luis Cabral elevaba ayer una nota en la cual recordaba que si bien el diputado Eduardo de Pedro -que preside la Comisión de Selección- se comprometió a consultar al juez que actualmente subroga el juzgado electoral, esa consulta nunca se efectuó. El ahora exjefe del gremio de jueces recordaba en su nota las dilaciones del Ejecutivo para enviar los pliegos de los ternados al Senado y también señalaba que el actual subrogante del juzgado 1 de La Plata -Adolfo Ziulu- no tendría inconvenientes en mantener la subrogancia.