Ambito BIZ Lunes 29 de Diciembre de 2014
Por Santiago Fraschina, economista del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP)
En un momento de ebullición de los mercados internacionales, debido a la fallida recuperación de la crisis de 2009 que renace con la baja en el precio de las commodities (principalmente el petróleo), nuestro país transitó un año complejo con muy buenas noticias sobre el final. De cara a 2015, varios desafíos se presentan, tanto en el frente interno como en el externo. Brevemente podemos destacar:
Profundizar la desaceleración de precios. Programas heterodoxos para combatir el alza de precios como Precios Cuidados, Ahora 12 y la Red Comprar, han dado excelentes resultados en 2014. A contraposición, las recetas ortodoxas de ajuste fiscal, política monetaria restrictiva y tipo de interés alto impedirían aplicar la batería de políticas anticíclicas necesarias para escapar a la volatilidad internacional.
• Mantener la estabilidad en el mercado cambiario. Superada la fuga de divisas de los primeros meses de 2014, que fue aplacada gracias a la supervisión activa del Gobierno Nacional, el año próximo presenta una excelente oportunidad para seguir engrosando el caudal de reservas. En tal sentido, un desafío será fortalecer el resultado de la balanza comercial: la caída en el precio del crudo, junto con los primeros resultados de la explotación de Vaca Muerta, pueden colaborar en tal sentido.
• Impulsar la economía real. Independientemente de las fluctuaciones en los mercados financieros, el año 2015 se vislumbra como un año de crecimiento y redistribución. La persistencia de programas de impulso a la actividad, focalizados en colectivos históricamente postergados, como Procrear, Progresar y Proemplear, proporcionarán un piso de trabajo, ingreso y consumo para recuperar tasas de avance del PBI como las de 2011 y 2013.
• Una mención obligada requiere el nuevo capítulo que se escribirá en los primeros meses de 2015 respecto a la disputa con los fondos buitres. Sobrepasados los embates de estos especuladores internacionales bajo la vigencia de la cláusula RUFO, nuestro país ya no tendrá en su cabeza la espada de Damocles y mantendrá con firmeza la postura de una negociación abierta con todos los tenedores de bonos pero de manera justa, equitativa, legal y sustentable. Haber surfeado la ola más grande, esto es, la restricción externa que operó en 2014, le permite a nuestro país tener mayor holgura a la hora de evitar caer en condicionamientos abusivos por parte de los buitres.
• Con todo, el nuevo año se presenta como un trampolín al desarrollo, después de haber transitado las turbulencias generadas por el desplome de la demanda internacional. Cuando las hipótesis de opositores y grandes medios de comunicación eran que la economía se derrumbaba y nuestro Gobierno no llegaba a 2015, una gestión de política firme que no resigna su objetivo último de justicia social, ha logrado estabilizar el rumbo económico y apaciguar las expectativas apocalípticas. La continuidad de este color político después de 2015 es el mejor reaseguro para garantizar las conquistas sociales y afianzar este modelo de crecimiento inclusivo.
