Entre las 50 ciudades más violentas no hay ninguna argentina

Una reciente publicación del portal City Mayors –que reúne las noticias relacionadas con la administración pública de las principales ciudades del mundo– destaca que las ciudades latinoamericanas son las que tienen la mayor tasa de homicidios, lo que las convierte en las más peligrosas del planeta. Tráfico de drogas, guerras entre pandillas, inestabilidad política, corrupción y pobreza combinadas representan las principales causas de la violencia extrema urbana del continente. El ranking de las cincuenta ciudades más peligrosas está encabezado por la hondureña ciudad de San Pedro Sula, seguida por la capital venezolana, Caracas, y escoltada por la mexicana Acapulco. Ninguna ciudad argentina se destaca en
esa lista.
“Por tercer año consecutivo, San Pedro Sula, una ciudad de unos 720 mil habitantes en el norte de Honduras, es la más peligrosa del mundo, con 187 homicidios por cada 100mil habitantes por año, mientras que con 134, Caracas es la segunda ciudad más mortífera en el ranking mundial”, destaca el portal CityMayors.com.
América Latina y una compleja realidad. El Informe Regional de Desarrollo Humano correspondiente al período 2013-2014 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), titulado “Seguridad ciudadana con rostro humano”, ahonda en el diagnóstico de la problemática de la inseguridad en América Latina. “Cinco de cada diez latinoamericanos perciben que la seguridad en su país se ha deteriorado: hasta el 65% ha dejado de salir de noche por la inseguridad y 13% reportó haber sentido la necesidad de cambiar su residencia por temor a ser víctima del delito”, explica el informe en su resumen ejecutivo. “Tomando como base la población total de América Latina, este 13% equivaldría a 74,8 millones de personas”. Si bien dentro de las cincuenta ciudades más mortíferas del mundo no aparece ninguna local –la tasa de homicidios a nivel país fue de 7,2 cada 100 mil habitantes en 2012–, en la tasa de robos Argentina encabeza el ranking. De acuerdo a registros administrativos oficiales recopilados por el PNUD en 2013, la Argentina se destaca por encima de los países de la región con 973,3 robos cada 100 mil habitantes, seguida por México, con 688 y Brasil con 572,7.
Otro dato relevante a la hora de analizar la situación local está relacionado con la portación y el acceso a las armas en el país. Según el informe del PNUD, el 59,9% de los internos en la Argentina llevaba un arma a la hora de cometer el delito, alarmante dato que duplica la tasa de México, donde 33,3% de los internos portaba un arma. En la Argentina, mientras tanto, de aquellos que decían llevar un arma, el 37% la usó a la hora de delinquir. En Argentina, además, el 65,4% de los autores de un delito con arma dice haberla obtenido antes de los 18 años.
La Ciudad de Buenos Aires, por su parte, ha alcanzado en 2013 una tasa de 6,08 homicidios cada 100 mil habitantes, de acuerdo al informe presentado por el Instituto de Investigaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El informe asegura, además, que aproximadamente un tercio de las víctimas y victimarios provinieron de los barrios de emergencia de la Ciudad y que “la discusión/riña sigue siendo el móvil predominante, con mayor incidencia que los homicidios cometidos en ocasión de delitos contra la propiedad”.
La inseguridad no sólo es una combinación de datos fríos y porcentajes alarmantes. También puede modificar los hábitos y costumbres de una sociedad. De acuerdo al estudio del PNUD, el 23,6% de la población argentina ha limitado sus lugares de recreación a causa de la inseguridad. “Asimismo, el porcentaje de personas que han limitado sus lugares de compras como consecuencia del temor al delito va del 16,8% al 51,5% para diferentes países. Más aún, entre el 45% y el 65% de los encuestados –según el país– dejó de salir de noche.
Sin información, menos prevención. “No tenemos que ser ingenuos a la hora de analizar los datos que corresponden al país. El gobierno argentino dejó de confeccionar –y por ende de publicar– estadísticas desde 2008 sobre la totalidad del universo delictivo, tan sólo en 2009 publicó las estadísticas sobre homicidios. A partir de allí, nunca se hicieron ni publicaron estadísticas de ninguna tipología delictiva”, explica Claudio Stampalija, abogado penalista y director del Centro de Estudios para la Prevención del Delito de la Universidad de Belgrano.
Stampalija agrega: “Seguimos manejándonos de la mano de investigaciones que han hecho distintas universidades, pero que resultan precarias por las muestras que pueden tomar. Además, resulta muy oneroso y dificultoso un trabajo del sector privado, más aún cuando las dirigencias políticas no quieren brindar información e incumplen la Ley 25.266 del Registro Nacional de Reincidencia y Estadísticas Criminológicas, que establece que el requerimiento de datos se debe concretar cada tres meses por la Dirección de Política Criminal que, a su vez, deberá confeccionar anualmente la estadística general sobre el delito en el país, la única considerada oficial”
¿Te gustó este artículo?

Acerca de Artepolítica

El usuario Artepolítica es la firma común de los que hacemos este blog colectivo.

Ver todas las entradas de Artepolítica →

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *