El líder del partido político español Podemos, Pablo Iglesias, ayer, en un acto. Foto: EFE
MADRID.- La sombra del dinero oscuro del chavismo para financiar experimentos políticos afines cruzó el Atlántico. En el despertar del año electoral en España, el ascendente partido Podemos enfrenta su primer escándalo a raíz de la revelación de llamativos pagos a uno de sus fundadores por parte de Venezuela y algunos de sus aliados.
Juan Carlos Monedero, número tres de la organización y mano derecha del líder, Pablo Iglesias, cobró a fines de 2013 un total de 425.150 euros, que declaró como ingresos de la sociedad Caja de Resistencia Motiva 2, registrada a su nombre pocos días antes de recibir esos fondos.
En ese momento, Monedero se desempeñaba como profesor universitario de ciencias políticas. En enero de 2014 participó de la creación de Podemos, una fuerza que era muy elogiosa del chavismo y que en mayo sorprendió a España al obtener 1,2 millones de votos en las elecciones para el Parlamento europeo. Hoy lidera las encuestas de intención de voto de cara a la renovación presidencial.
Al difundirse esta semana la información sobre sus ingresos en el medio digital elplural.es, Monedero explicó que el dinero procede de un trabajo que hizo en 2010 a pedido de los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua para asesorarlos sobre la posibilidad de crear una divisa común. No presentó facturas ni los informes que elaboró. Tampoco explicó por qué le pagaron justo cuando estaba por fundar Podemos un servicio prestado entre tres y cuatro años antes.
El Partido Popular (PP) y el socialismo denunciaron que esos movimientos de dinero podrían constituir una pantalla para ocultar la presunta financiación ilegal del chavismo a la campaña de Podemos.
«Lo que deberían hacer estos señores a los que tanto les gusta lo público y que hablan tanto de lo público es aclarar sus relaciones con gobiernos de dudosa legitimidad democrática, como el de Venezuela», señaló Rafael Hernando, vocero del PP en el Congreso.
La socialista Isabel Rodríguez García instaló la sospecha de que la sociedad de Monedero fue creada ad hoc para facturar trabajos inexistentes. «Son muchos los interrogantes que se abren en torno a estos ingresos percibidos -dijo-: quiénes han dado esas aportaciones, cómo se han realizado, a qué intereses han respondido o si los intereses de esos países no son opuestos a los intereses de España.»
Las relaciones con el mundo bolivariano ya habían traído dolores de cabeza a los líderes de Podemos después de su éxito electoral del año pasado, cuando se publicó en diversos medios españoles que Venezuela pagó desde 2002 más de 3 millones de dólares a una fundación que tuvo entre sus directivos a Iglesias, Monedero e Íñigo Errejón, los tres máximos jefes del partido.
Ellos siempre negaron cualquier vinculación de aquellos fondos con la campaña europea, en teoría financiada a través de microdonaciones captadas por Internet.
A medida que crecían en las encuestas, los dirigentes de Podemos se distanciaron de la influencia bolivariana. Iglesias llegó a decir en los últimos días que Venezuela no es modelo para España y que en aquel país sudamericano se sufren «niveles escandalosos» de inseguridad y corrupción.
Tras las revelaciones sobre el dinero de Monedero, Iglesias defendió a su aliado: «Ha facturado su trabajo legalmente y tiene todas sus obligaciones fiscales cubiertas».
Monedero también negó cualquier irregularidad y ligó la difusión de sus cuentas a una maniobra del gobierno de Mariano Rajoy para «ocultar el escándalo» que significa la inminente liberación del ex tesorero del PP Luis Bárcenas, acusado de graves delitos de corrupción.
«No hay nadie más transparente que nosotros», insistió el dirigente. La denuncia incomoda a Podemos sobre todo porque la promesa de sanear la política es una de las banderas principales de su programa para cambiar España.
La empresa de Monedero -un politólogo que pasó largas temporadas en Caracas a las órdenes de Hugo Chávez- fue inscripta con un capital de 3000 euros y su única actividad fue cobrar esos 425.150 euros. No tiene empleados ni otros accionistas.
Iglesias trata de cerrar cuanto antes la polémica por los fondos bolivarianos de su mano derecha. El hombre que aspira a suceder a Rajoy continuará el fin de semana en Valencia una gira para instalar su partido en las principales capitales españolas.
La semana que viene enfrenta una de sus más grandes apuestas de cara al proceso electoral todavía en ciernes: encabezará una marcha en el centro de Madrid en la que espera traducir en la calle el apoyo multitudinario que le otorgan las encuestas de opinión.
Nueva política cambiaria y suba de la nafta
En busca de fortalecer los magros ingresos ante la abrupta caída del precio del crudo que exporta, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que aumentará en el transcurso del año las tarifas de los combustibles y que reorganizará su sistema cambiario.
En su informe anual ante la Asamblea Legislativa, Maduro dijo que mantendrá la tasa más fuerte de 6,3 bolívares por dólar para la importación de alimentos y medicinas, y que las actuales tasas de 12 y 52 bolívares por billete verde serán unificadas, aunque no dio detalles del nuevo mecanismo que intentará sustituir al mercado paralelo, donde el dólar cotiza a 177 bolívares.
Maduro anunció también que «llegó el momento» de subir la nafta, la más barata del mundo y que le cuesta al fisco unos US$ 12.500 millones por año en subsidios.
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MADRID.- La sombra del dinero oscuro del chavismo para financiar experimentos políticos afines cruzó el Atlántico. En el despertar del año electoral en España, el ascendente partido Podemos enfrenta su primer escándalo a raíz de la revelación de llamativos pagos a uno de sus fundadores por parte de Venezuela y algunos de sus aliados.
Juan Carlos Monedero, número tres de la organización y mano derecha del líder, Pablo Iglesias, cobró a fines de 2013 un total de 425.150 euros, que declaró como ingresos de la sociedad Caja de Resistencia Motiva 2, registrada a su nombre pocos días antes de recibir esos fondos.
En ese momento, Monedero se desempeñaba como profesor universitario de ciencias políticas. En enero de 2014 participó de la creación de Podemos, una fuerza que era muy elogiosa del chavismo y que en mayo sorprendió a España al obtener 1,2 millones de votos en las elecciones para el Parlamento europeo. Hoy lidera las encuestas de intención de voto de cara a la renovación presidencial.
Al difundirse esta semana la información sobre sus ingresos en el medio digital elplural.es, Monedero explicó que el dinero procede de un trabajo que hizo en 2010 a pedido de los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua para asesorarlos sobre la posibilidad de crear una divisa común. No presentó facturas ni los informes que elaboró. Tampoco explicó por qué le pagaron justo cuando estaba por fundar Podemos un servicio prestado entre tres y cuatro años antes.
El Partido Popular (PP) y el socialismo denunciaron que esos movimientos de dinero podrían constituir una pantalla para ocultar la presunta financiación ilegal del chavismo a la campaña de Podemos.
«Lo que deberían hacer estos señores a los que tanto les gusta lo público y que hablan tanto de lo público es aclarar sus relaciones con gobiernos de dudosa legitimidad democrática, como el de Venezuela», señaló Rafael Hernando, vocero del PP en el Congreso.
La socialista Isabel Rodríguez García instaló la sospecha de que la sociedad de Monedero fue creada ad hoc para facturar trabajos inexistentes. «Son muchos los interrogantes que se abren en torno a estos ingresos percibidos -dijo-: quiénes han dado esas aportaciones, cómo se han realizado, a qué intereses han respondido o si los intereses de esos países no son opuestos a los intereses de España.»
Las relaciones con el mundo bolivariano ya habían traído dolores de cabeza a los líderes de Podemos después de su éxito electoral del año pasado, cuando se publicó en diversos medios españoles que Venezuela pagó desde 2002 más de 3 millones de dólares a una fundación que tuvo entre sus directivos a Iglesias, Monedero e Íñigo Errejón, los tres máximos jefes del partido.
Ellos siempre negaron cualquier vinculación de aquellos fondos con la campaña europea, en teoría financiada a través de microdonaciones captadas por Internet.
A medida que crecían en las encuestas, los dirigentes de Podemos se distanciaron de la influencia bolivariana. Iglesias llegó a decir en los últimos días que Venezuela no es modelo para España y que en aquel país sudamericano se sufren «niveles escandalosos» de inseguridad y corrupción.
Tras las revelaciones sobre el dinero de Monedero, Iglesias defendió a su aliado: «Ha facturado su trabajo legalmente y tiene todas sus obligaciones fiscales cubiertas».
Monedero también negó cualquier irregularidad y ligó la difusión de sus cuentas a una maniobra del gobierno de Mariano Rajoy para «ocultar el escándalo» que significa la inminente liberación del ex tesorero del PP Luis Bárcenas, acusado de graves delitos de corrupción.
«No hay nadie más transparente que nosotros», insistió el dirigente. La denuncia incomoda a Podemos sobre todo porque la promesa de sanear la política es una de las banderas principales de su programa para cambiar España.
La empresa de Monedero -un politólogo que pasó largas temporadas en Caracas a las órdenes de Hugo Chávez- fue inscripta con un capital de 3000 euros y su única actividad fue cobrar esos 425.150 euros. No tiene empleados ni otros accionistas.
Iglesias trata de cerrar cuanto antes la polémica por los fondos bolivarianos de su mano derecha. El hombre que aspira a suceder a Rajoy continuará el fin de semana en Valencia una gira para instalar su partido en las principales capitales españolas.
La semana que viene enfrenta una de sus más grandes apuestas de cara al proceso electoral todavía en ciernes: encabezará una marcha en el centro de Madrid en la que espera traducir en la calle el apoyo multitudinario que le otorgan las encuestas de opinión.
Nueva política cambiaria y suba de la nafta
En busca de fortalecer los magros ingresos ante la abrupta caída del precio del crudo que exporta, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que aumentará en el transcurso del año las tarifas de los combustibles y que reorganizará su sistema cambiario.
En su informe anual ante la Asamblea Legislativa, Maduro dijo que mantendrá la tasa más fuerte de 6,3 bolívares por dólar para la importación de alimentos y medicinas, y que las actuales tasas de 12 y 52 bolívares por billete verde serán unificadas, aunque no dio detalles del nuevo mecanismo que intentará sustituir al mercado paralelo, donde el dólar cotiza a 177 bolívares.
Maduro anunció también que «llegó el momento» de subir la nafta, la más barata del mundo y que le cuesta al fisco unos US$ 12.500 millones por año en subsidios.
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