Por Cledis Candelaresi
Entrevista a Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA)
Claudio Cesario termina en abril su segundo mandato consecutivo frente a la entidad que nuclea a la banca extranjera, con firmes chances de renovarlo. Desde este lugar relativiza la bonanza de la banca y clama por una solución global con los acreedores, cuestión clave a pesar del imprevisto cambio en la agenda política del verano.
-¿En que medida la muerte del fiscal Alberto Nisman tiene impacto en la economía real y en la actividad financiera?
– El tema Nisman es muy importante: hay que buscar la verdad de un modo transparente.
Pero el tema de los holdouts corre por un carril separado y sigue sobre la mesa. Hoy por hoy, la Rufo no está…
– ¿Podría haber alguna una iniciativa del sector financiero para involucrarse en una negociación con los holdouts?
– Siempre es posible una solución con los profesionales que se dediquen a ésto. Los holdouts se dedican a maximizar sus ganancias comprando deuda con problemas. Hacen daño. Pero la verdad es que hay una ley y tenemos que tratar de cumplirla del mejor modo posible. Hay que negociar para llegar a una solución global. Coincido con o que planteó ministro de Economía: no se puede solucionar de a pedacitos.
– ¿Qué es una solución global cuando hay un grupo de acreedores que tiene una sentencia a favor para que se le pague cierto monto?
– Todo tiene un precio. Si espera cobrar el valor que está en la sentencia es posible que el acuerdo se dilate al 2016 o al 2017. Cualquiera de los tres candidatos con chances, (Mauricio) Macri, (Sergio) Massa o (Daniel) Scioli dicen que hay que celebrar un acuerdo. Entonces todos esperarán a ver qué acuerdo les proponen Macri, Massa o Scioli. Lo mejor que puede hacer Argentina es sacarse este problema
-¿Para volver al mercado de crédito?… Porque usted ha dicho que Argentina tiene una ratio baja de deuda PBI.
– Y es cierto. Es baja en moneda extranjera. Porque mucha se nominó en moneda local y es interagencias estatales. Nos critican porque dicen que nosotros decimos que hay que tomar deuda porque nos conviene, ya que hacemos negocio. No es así. Argentina no tiene que tomar deuda para gastos corrientes pero sí para infraestructura y mucha de esa plata no está en el país.
– ¿Y qué hacer para que los dólares fugados se inviertan en el país?
– La clave es la confianza. Los argentinos tienen la plata en el colchón, en caja de seguridad o afuera por falta de confianza. Para hacer que los 200 mil millones de dólares vuelvan al país, hay que recrear la confianza. No es un problema de rentabilidad. El Banco Central sacó una norma por la que mejoró la remuneración de los depósitos en dólares…
– ¿Es una medida acertada?…
– Es una medida acertada. Pero, nuevamente, el problema es la confianza. Se vendieron aproximadamente 3000 millones de dólares desde que está implementada la medida (dólar ahorro). El 90% se llevó el dinero, pagando el impuesto. El problema no pasa por el rendimiento. Con una tasa del 3, 4 ó 5 % anual, que es mejor que la renta en el mercado internacional, el ahorrista la debiera dejar en el sistema.
– Ustedes informaron que el sector tiene el 3% de utilidad sobre el Patrimonio Neto, menos que otros países. ¿Quieren decir que los bancos ganan poco?
– Hicimos un cálculo entre el 2009 a 2013 y deflactado el ROE da el 3%. Perú, Chile Brasil todos tienen uno más alto. En el año pasado el ROE fue del 34 % sin deflactar. La rentabilidad del sistema fue de 47 mil millones de pesos y hay dos socios mayoritarios. El Estado, que percibió por impuestos 49 mil millones, y los empelados, entre 35 y 40 mil millones. La ecuación está muy bien distribuida. El principal interesado en que a los bancos le vaya bien es el propio Estado. Porque si la ganancia se desinfla, el amigo (Ricardo) Etchegaray tendrá un problema presupuestario.
– Pero la idea es que los bancos tienen una buena rentabilidad…
– Nominal. ¿Por qué los bancos ganan con la inflación?… Porque tienen activos monetarios, que son los que más rápido se aprecian por la inflación. Las empresas invierten con activos fijos. Pero si en Argentina habría ajuste de balances por inflación, se vería que le ha ido mucho mejor a muchas empresas que a muchos bancos.
– Siempre se recrimina a los bancos prestar poco. Eso se da de bruces con las estadísticas que difunde la propia Asociación…
– El crédito ha crecido muchísimo. Los bancos están líquidos, hay más oferta de crédito pero la gente no toma. Estamos también influenciados por el fin de ciclo de gobierno y la gente evalúa qué hace. Los depósitos crecen al 29 (% anual) y los créditos al 20.
– ¿Es suficiente el oxígeno de una nueva administración para parar la fuga de capitales?
– En el primer gobierno de Néstor Kirchner la gente depositaba en pesos, porque la rentabilidad era superior a la revaluación del dólar. Lo que hay que hacer es volver a recrear lo que existía en esa época: los superávit fiscal y comercial. Y que la gente crea que su moneda tiene un respaldo.
Entrevista a Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA)
Claudio Cesario termina en abril su segundo mandato consecutivo frente a la entidad que nuclea a la banca extranjera, con firmes chances de renovarlo. Desde este lugar relativiza la bonanza de la banca y clama por una solución global con los acreedores, cuestión clave a pesar del imprevisto cambio en la agenda política del verano.
-¿En que medida la muerte del fiscal Alberto Nisman tiene impacto en la economía real y en la actividad financiera?
– El tema Nisman es muy importante: hay que buscar la verdad de un modo transparente.
Pero el tema de los holdouts corre por un carril separado y sigue sobre la mesa. Hoy por hoy, la Rufo no está…
– ¿Podría haber alguna una iniciativa del sector financiero para involucrarse en una negociación con los holdouts?
– Siempre es posible una solución con los profesionales que se dediquen a ésto. Los holdouts se dedican a maximizar sus ganancias comprando deuda con problemas. Hacen daño. Pero la verdad es que hay una ley y tenemos que tratar de cumplirla del mejor modo posible. Hay que negociar para llegar a una solución global. Coincido con o que planteó ministro de Economía: no se puede solucionar de a pedacitos.
– ¿Qué es una solución global cuando hay un grupo de acreedores que tiene una sentencia a favor para que se le pague cierto monto?
– Todo tiene un precio. Si espera cobrar el valor que está en la sentencia es posible que el acuerdo se dilate al 2016 o al 2017. Cualquiera de los tres candidatos con chances, (Mauricio) Macri, (Sergio) Massa o (Daniel) Scioli dicen que hay que celebrar un acuerdo. Entonces todos esperarán a ver qué acuerdo les proponen Macri, Massa o Scioli. Lo mejor que puede hacer Argentina es sacarse este problema
-¿Para volver al mercado de crédito?… Porque usted ha dicho que Argentina tiene una ratio baja de deuda PBI.
– Y es cierto. Es baja en moneda extranjera. Porque mucha se nominó en moneda local y es interagencias estatales. Nos critican porque dicen que nosotros decimos que hay que tomar deuda porque nos conviene, ya que hacemos negocio. No es así. Argentina no tiene que tomar deuda para gastos corrientes pero sí para infraestructura y mucha de esa plata no está en el país.
– ¿Y qué hacer para que los dólares fugados se inviertan en el país?
– La clave es la confianza. Los argentinos tienen la plata en el colchón, en caja de seguridad o afuera por falta de confianza. Para hacer que los 200 mil millones de dólares vuelvan al país, hay que recrear la confianza. No es un problema de rentabilidad. El Banco Central sacó una norma por la que mejoró la remuneración de los depósitos en dólares…
– ¿Es una medida acertada?…
– Es una medida acertada. Pero, nuevamente, el problema es la confianza. Se vendieron aproximadamente 3000 millones de dólares desde que está implementada la medida (dólar ahorro). El 90% se llevó el dinero, pagando el impuesto. El problema no pasa por el rendimiento. Con una tasa del 3, 4 ó 5 % anual, que es mejor que la renta en el mercado internacional, el ahorrista la debiera dejar en el sistema.
– Ustedes informaron que el sector tiene el 3% de utilidad sobre el Patrimonio Neto, menos que otros países. ¿Quieren decir que los bancos ganan poco?
– Hicimos un cálculo entre el 2009 a 2013 y deflactado el ROE da el 3%. Perú, Chile Brasil todos tienen uno más alto. En el año pasado el ROE fue del 34 % sin deflactar. La rentabilidad del sistema fue de 47 mil millones de pesos y hay dos socios mayoritarios. El Estado, que percibió por impuestos 49 mil millones, y los empelados, entre 35 y 40 mil millones. La ecuación está muy bien distribuida. El principal interesado en que a los bancos le vaya bien es el propio Estado. Porque si la ganancia se desinfla, el amigo (Ricardo) Etchegaray tendrá un problema presupuestario.
– Pero la idea es que los bancos tienen una buena rentabilidad…
– Nominal. ¿Por qué los bancos ganan con la inflación?… Porque tienen activos monetarios, que son los que más rápido se aprecian por la inflación. Las empresas invierten con activos fijos. Pero si en Argentina habría ajuste de balances por inflación, se vería que le ha ido mucho mejor a muchas empresas que a muchos bancos.
– Siempre se recrimina a los bancos prestar poco. Eso se da de bruces con las estadísticas que difunde la propia Asociación…
– El crédito ha crecido muchísimo. Los bancos están líquidos, hay más oferta de crédito pero la gente no toma. Estamos también influenciados por el fin de ciclo de gobierno y la gente evalúa qué hace. Los depósitos crecen al 29 (% anual) y los créditos al 20.
– ¿Es suficiente el oxígeno de una nueva administración para parar la fuga de capitales?
– En el primer gobierno de Néstor Kirchner la gente depositaba en pesos, porque la rentabilidad era superior a la revaluación del dólar. Lo que hay que hacer es volver a recrear lo que existía en esa época: los superávit fiscal y comercial. Y que la gente crea que su moneda tiene un respaldo.
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