NEUQUÉN / ROCA (AN / AR).- El economista y diputado del PRO por la Ciudad de Buenos Aires, Federico Sturzenegger, auguró ayer que si Mauricio Macri gana la presidencia, las inversiones en energía alcanzarán los «20.000 millones de dólares por año en el país».
El legislador brindó ayer por la mañana una charla en un hotel céntrico de Neuquén y por la tarde expuso en el local de una empresa de Roca. En ambas presentaciones destacó las políticas del jefe de Gobierno porteño y anticipó aspectos del programa para las elecciones nacionales.
Sturzenegger planteó como cualidades políticas de Macri los «valores, audacia y valentía» y dio como ejemplo la «recuperación» de las escuelas públicas de la capital, que «estaban privatizadas por el gremio». El legislador sostuvo que desde el 2011 «no hay paro», que los docentes son los mejores pagos, la obligatoriedad del inglés en las escuelas y la entrega de computadoras en el nivel primario. «No en 4° y 5° año para que después nos den el voto», apuntó.
En la conferencia de Neuquén estuvieron el secretario de Gobierno de la municipalidad, Marcelo Bermúdez, el presidente del Concejo Deliberante, David Schlereth y la candidata a diputada por el PRO, Carolina Rambeaud.
El economista anticipó mayores inversiones en el país si hay un cambio de signo político en las elecciones de octubre y advirtió que «en estas elecciones no sólo se juega la República sino que tenemos la posibilidad de tener un gobierno muy superior».
Dijo que deberían bajarse los impuestos y sugirió como el primero la inflación, para avanzar luego con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) o los «impuestos al trabajo» para que haya «más Estado y menos impuestos». «El Estado tiene que hacer más y le tiene que costar menos a la gente», concluyó.
Por la tarde el referente del PRO se trasladó hasta la sede de una distribuidora en Roca, donde fue presentado por el anfitrión, Carlos Pablo, y por el candidato a intendente, Roberto Zgaib.
Allí planteó que en las próximas elecciones nacionales la Argentina «se juega el ingreso a un sistema con el poder controlado, o la profundización de un sistema descontrolado», porque «el kirchnerismo es democrático, pero no republicano».