Las diferencias entre los candidatos del PRO tienen nombre y apellido y se llama Mauricio Macri. El jefe del espacio ya se decidió por Horacio Rodríguez Larreta. «El estuvo presente para superar los momentos difíciles», escribió en su Facebook. Gabriela Michetti, que recibió la noticia con tristeza, no está de acuerdo. Considera que fue la carta electoral del partido cada vez que la necesitaron y en su entorno sostienen que no habría proyecto presidencial si no hubiera asegurado un triunfo contundente en 2013 en la Ciudad. Ahora reclama su lugar.
Las campañas de los candidatos ya tomaron carriles distintos, aunque ambos estén obligados a hablar de «continuidad». Mientras Larreta apuesta al apoyo del Jefe de Gobierno, Michetti repitió en televisión que pretende «humanizar la política en la Ciudad». Esa definición motivó cruces el miércoles durante la última reunión de un gabinete que está dividido por la interna.
El comando electoral de Michetti confía en el perfil humano de la ex vicejefa. Ella insiste en que no hay diferencias. «Tengo un perfil para agregar lo que no está», explicó el viernes en Clarín, aunque prefirió no hablar de humanizar. «Vamos a recuperar la convivencia, la cultura ciudadana, la calidad educativa. Vamos a bajar la desigualdad y la pobreza, a urbanizar las villas, a igualar oportunidades y vincularnos mejor con los el Conurbano», repitió.
Michetti sabe que un discurso más inclusivo le cabe mejor que a su rival. Y que correrse al centro le sirve para seducir a un electorado independiente, que difícilmente votaría a Larreta. «Gabriela tiene visión de futuro. No he visto ese tipo de planteos del otro lado», aseguran el comando de campaña michettista. Esa visión de futuro -detallan en su entorno- se expresa en el sistema de evaluación educativo y en el plan de Desarrollo urbano elaborado por el ministro del área, Daniel Chain, parte de la mesa chica de la senadora. En rigor, ambos proyectos pertenecen a la Ciudad. Para mostrar «continuidad y gestión están, además de Chaín, Hernán Lombardi y Guillermo Montenegro, dos ministros con peso de la actual administración.
El equipo de Larreta, que es el mismo de Macri, confía en las encuestas que marcan que los vecinos asocian al Jefe de Gabinete porteño con «capacidad de gestión, experiencia y trabajo en equipo». A Gabriela le adjudican más atributos humanos, sensibles. El tema es que cuando les preguntás qué perfil les gustaría que tuviera el jefe de Gobierno prefieren la gestión y la capacidad», explican.
En los próximos días elaborarán una serie de propuestas concretas de Gobierno. «La diferenciación será más en quién está en mejores condiciones de llevar adelante los proyectos que están en marcha», afirman. Se refieren a la autopista ribereña, el proyecto de la Villa Olímpica en Lugano, más trazado de Metrobús, el traspaso de la policía y la urbanización de todas las villas de la ciudad.
Los caminos diferentes acaso converjan en el mismo punto. Para bajar la tensión, crece la posibilidad de que ambos precandidatos compartan el bunker el día de la PASO, cuando se definirá quién irá por el premio mayor.
Las campañas de los candidatos ya tomaron carriles distintos, aunque ambos estén obligados a hablar de «continuidad». Mientras Larreta apuesta al apoyo del Jefe de Gobierno, Michetti repitió en televisión que pretende «humanizar la política en la Ciudad». Esa definición motivó cruces el miércoles durante la última reunión de un gabinete que está dividido por la interna.
El comando electoral de Michetti confía en el perfil humano de la ex vicejefa. Ella insiste en que no hay diferencias. «Tengo un perfil para agregar lo que no está», explicó el viernes en Clarín, aunque prefirió no hablar de humanizar. «Vamos a recuperar la convivencia, la cultura ciudadana, la calidad educativa. Vamos a bajar la desigualdad y la pobreza, a urbanizar las villas, a igualar oportunidades y vincularnos mejor con los el Conurbano», repitió.
Michetti sabe que un discurso más inclusivo le cabe mejor que a su rival. Y que correrse al centro le sirve para seducir a un electorado independiente, que difícilmente votaría a Larreta. «Gabriela tiene visión de futuro. No he visto ese tipo de planteos del otro lado», aseguran el comando de campaña michettista. Esa visión de futuro -detallan en su entorno- se expresa en el sistema de evaluación educativo y en el plan de Desarrollo urbano elaborado por el ministro del área, Daniel Chain, parte de la mesa chica de la senadora. En rigor, ambos proyectos pertenecen a la Ciudad. Para mostrar «continuidad y gestión están, además de Chaín, Hernán Lombardi y Guillermo Montenegro, dos ministros con peso de la actual administración.
El equipo de Larreta, que es el mismo de Macri, confía en las encuestas que marcan que los vecinos asocian al Jefe de Gabinete porteño con «capacidad de gestión, experiencia y trabajo en equipo». A Gabriela le adjudican más atributos humanos, sensibles. El tema es que cuando les preguntás qué perfil les gustaría que tuviera el jefe de Gobierno prefieren la gestión y la capacidad», explican.
En los próximos días elaborarán una serie de propuestas concretas de Gobierno. «La diferenciación será más en quién está en mejores condiciones de llevar adelante los proyectos que están en marcha», afirman. Se refieren a la autopista ribereña, el proyecto de la Villa Olímpica en Lugano, más trazado de Metrobús, el traspaso de la policía y la urbanización de todas las villas de la ciudad.
Los caminos diferentes acaso converjan en el mismo punto. Para bajar la tensión, crece la posibilidad de que ambos precandidatos compartan el bunker el día de la PASO, cuando se definirá quién irá por el premio mayor.