En marzo, el mercado inmobiliario registró un leve síntoma de mejora. La cantidad de escrituras firmadas en el ámbito porteño aumentó 23,6% respecto del mismo mes del año pasado, la primera suba en ocho meses. También avanzó 68,7% frente a febrero, según los datos del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires. El dato positivo se debe, en parte, a que la comparación se hace contra el peor marzo (el de 2014) desde el año 1998. No obstante, las inmobiliarias reconocen que hay “algo más de movimiento” en el sector y lo atribuyen a la estabilidad del dólar de los últimos meses.
Según los datos informados por los notarios, en marzo se cerraron 2.748 operaciones. El monto total de las transacciones subió 73,3%, a $ 2.439,5 millones. Respecto de la distribución de las escrituras según el valor de las operaciones, las estadísticas reflejaron una mayor concentración en la franja alta de más de $ 500.000 (el 55% del total), mientras que las escalas inferiores perdieron 11 puntos porcentuales respecto de un año antes.
Según Germán Gómez Picasso, analista de Reporte Inmobiliario, “si bien hay una mejora que podría ser un punto de inflexión en la crisis que atraviesa el sector, todavía estamos hablando de números muy bajos: 2.748 escrituras cuando el promedio mensual de los últimos meses de marzo, desde el año 2008, fue de 4.820 escrituras”, graficó.
“Si el análisis se hace por trimestres, se ve que el periodo enero-marzo cerró con sólo 6.110 escrituras, un 2,2% menos que el nivel de un año antes, y es el peor trimestre de la serie, aún por debajo del recordado primer trimestre del año 2002, señaló el analista.
Según Roberto Arévalo, presidente de la Cámara Inmobiliaria (CIA), el sector experimenta “un cierto movimiento positivo” debido a que “la quietud del dólar infundió cierta tranquilidad en la población, despejó algo de incertidumbre”, señaló. “Hay más pedidos de tasaciones y una vuelta de los clientes a tomar contacto para retomar operaciones que, en algunos casos, se están concretando. Siempre hablando de propiedades nuevas que se ofrecen en pesos porque las unidades usadas siguen postergadas”, aclaró.
“Mejoró la expectativa”, coincide Rodrigo Rapisarda, dueño de una inmobiliaria en Caballito. “La gente está más entusiasmada desde que el dólar está quieto: hay más tasaciones, más visitas en las guardias”. También notamos que se mueven, inclusive, productos de 4 o 5 ambientes. Esto da la pauta, de que gente que tenía la plata, tal vez ahora se esta animando”.
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Según Germán Gómez Picasso, analista de Reporte Inmobiliario, “si bien hay una mejora que podría ser un punto de inflexión en la crisis que atraviesa el sector, todavía estamos hablando de números muy bajos: 2.748 escrituras cuando el promedio mensual de los últimos meses de marzo, desde el año 2008, fue de 4.820 escrituras”, graficó.
“Si el análisis se hace por trimestres, se ve que el periodo enero-marzo cerró con sólo 6.110 escrituras, un 2,2% menos que el nivel de un año antes, y es el peor trimestre de la serie, aún por debajo del recordado primer trimestre del año 2002, señaló el analista.
Según Roberto Arévalo, presidente de la Cámara Inmobiliaria (CIA), el sector experimenta “un cierto movimiento positivo” debido a que “la quietud del dólar infundió cierta tranquilidad en la población, despejó algo de incertidumbre”, señaló. “Hay más pedidos de tasaciones y una vuelta de los clientes a tomar contacto para retomar operaciones que, en algunos casos, se están concretando. Siempre hablando de propiedades nuevas que se ofrecen en pesos porque las unidades usadas siguen postergadas”, aclaró.
“Mejoró la expectativa”, coincide Rodrigo Rapisarda, dueño de una inmobiliaria en Caballito. “La gente está más entusiasmada desde que el dólar está quieto: hay más tasaciones, más visitas en las guardias”. También notamos que se mueven, inclusive, productos de 4 o 5 ambientes. Esto da la pauta, de que gente que tenía la plata, tal vez ahora se esta animando”.
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