En Chile vuelven las protestas estudiantiles; hay dos muertos

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Hubo marchas en nueve ciudades; en Valparaíso, dos jóvenes fueron asesinados durante un enfrentamiento con un vecino; fuertes reacciones en las organizaciones de estudiantes
Diego Guzmán, de 25 años, recibe resucitación cardiopulmonar en Valparaíso, pero no logró sobrevivir. Foto: AFP
Los enfrentamientos de Valparaíso ocurrieron cerca de la plaza Victoria. Un grupo de jóvenes intentó escribir un grafiti -o pegar un cartel, no está claro- en el frente de la casa de la calle Molina número 332.
El dueño de casa los vio y volvió a entrar a su vivienda. Entonces, su hijo de 22 años salió con una pistola y disparó contra el grupo. «Yo agaché mi cabeza y cuando la volví a levantar había dos personas en el suelo. Una estaba con un balazo en la carótida», relató uno de los muchachos que participaron de la marcha.
El general de Carabineros Julio Pineda narró: «Hubo una riña; salió el hijo del dueño del inmueble diciendo que si no se terminaba todo iba a disparar; volvió con el arma y realizó los disparos». La pelea fue captada en un video por otro joven que participó en la manifestación.
El atacante fue detenido e interrogado, y anoche el general director de Carabineros de Chile, Gustavo González, junto con el director de la Policía de Investigaciones (PDI), Marcos Vásquez, aseguró que tiene antecedentes penales y varias detenciones desde 2010. Pero advirtieron que no podían brindar su identidad, pues no estaba clara su culpabilidad.
Las autoridades confirmaron a través del Ministerio del Interior que no había fuerzas policiales involucradas en el incidente. El nuevo jefe de gabinete, Jorge Burgos, advirtió que «el gobierno no tolerará acciones de esta naturaleza; el Estado garantiza el libre tránsito en las marchas». También solicitó que se designe a un fiscal para investigar.
Dos horas después se produjo el nombramiento. Mientras Burgos encabezaba un comité policial de emergencia en el Palacio de La Moneda y en la plaza Italia, el lugar habitual de reunión popular, cientos de jóvenes se reunieron para encender velas en memoria de los fallecidos. En Valparaíso la escena era similar en la plaza Victoria y sus alrededores.
Camila Vallejo, ahora diputada por el PC, condenó los hechos y opinó: «Nada justifica la violencia que hoy se ha cometido. Ojalá se haga justicia, vamos a trabajar como dirigentes del Partido Comunista, y como diputadas haremos las acciones necesarias por estos dos jóvenes».
Karol Cariola, también ex dirigente estudiantil y ahora diputada del PC, añadió: «Los jóvenes que participábamos de movilizaciones caminábamos por un país libre; no se les asesina por marchar. Nunca más en Chile puede volver a ocurrir esta situación».
Valentina Saavedra, actual presidenta de la Confech y una de las convocantes a la marcha, dijo: «Es una situación dolorosa para todos los que somos parte del movimiento estudiantil». Giorgio Jackson, ex líder junto a Vallejo en 2011, agregó que esto era el reflejo de «una sociedad que no está funcionando bien».
No sólo el mundo político y estudiantil quedó impactado. Anoche, el intendente regional de Valparaíso, Ricardo Bravo, dijo que no era el momento de poner en tela de juicio el derecho que tienen las personas a manifestarse y que el hecho es «de absoluta irracionalidad». Es una «gran catástrofe para la convivencia», agregó.
Además, pidió mantener prudencia y tolerancia, previendo que la ciudad es una de las más activas en cuanto a movimientos sociales y que el jueves próximo es la cuenta anual del gobierno, una fecha en la que siempre hay manifestaciones e incidentes. «Todo esto ha generado conmoción pública», admitió.
En la capital chilena, un estudiante de la Universidad de Santiago fue atendido en la tarde en una clínica de la capital con un ojo herido, supuestamente con una bomba de gas lacrimógena policial. En Concepción, donde también hubo marcha multitudinaria, el camarógrafo de Canal 13 Jaime Bastías fue golpeado por un manifestante y quedó semiinconsciente. El Colegio de Periodistas repudió la agresión.
La jornada de protestas fue convocada en todo Chile, de Arica a Puerto Montt, para rechazar la reforma educacional que impulsó el gobierno de Michelle Bachelet y que ya se está tramitando en el Congreso.
Mientras los estudiantes critican la «improvisación» y poca claridad, así como también poca participación, los profesores no quieren el proyecto de carrera docente que se tramita. Pese a las voces en contra, el gobierno ha reiterado que es su reforma más importante y que la educación superior tendrá gratuidad real en 2017.
Una gestión sin respiros
Febrero
«Nueragate»
Es el escándalo que más dañó la imagen de Bachelet. El hijo de la presidenta, Sebastián Dávalos, y su nuera, Natalia Compagnon, quedaron en el ojo del huracán por una operación de compraventa de terrenos que incluyó un préstamo de 10 millones de dólares que ayudó a gestionar Dávalos en 2013, cuando aún no tenía un cargo en el gobierno
Marzo
Aluviones
La naturaleza tampoco dio respiro al gobierno. Por lo menos seis aluviones golpearon a poblados del norte de Chile; como consecuencia, cerca de 31 personas murieron y 49 desaparecieron
Abril
Un ministro en la mira
El ex ministro del Interior y delfín de Bachelet, Rodrigo Peñailillo, fue implicado en el caso SQM, un escándalo de financiación ilegal y fraude tributario que salpicó a varios políticos. Un mes después fue reemplazado en un cambio de gabineteErupción
El volcán Calbuco, situado a unos 100 kilómetros de Bariloche en línea recta, sufrió dos pulsos eruptivos el 22 de abril pasado, que obligaron a la evacuación de más de 4000 personas
Mayo
Disputa con Bolivia
En el frente internacional, Bachelet también sumó roces con uno de sus vecinos. Chile y Bolivia se enfrentan desde el 3 de mayo en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para resolver la demanda que interpuso el gobierno de Evo Morales, que exige una salida soberana al mar
Mayo
Desplome de imagen
El manejo deficiente de los casos de corrupción que estallaron en los últimos meses llevó a la presidenta a registrar los índices de popularidad más bajos de toda su carrera política; los sondeos más recientes le otorgan tan sólo un 29% de imagen positiva. La presidenta decidió, por ese motivo, dar un golpe de timón y cambiar a nueve ministros de su gabinete.
Del editor: qué significa. La educación, su calidad y su altisimo costo para los chilenos son la deuda que ninguno de los últimos gobiernos, ni de izquierda ni de derecha, logró resolver.

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