La periodista y diputada Mirta Tundis contó el calvario que sufrió con su ex marido quien la golpeaba, la amenazaba con un revólver y la quemaba con cigarrillos incluso estando embarazada.
Mirta Tundis en Guetap.mp3
«Él venía por la noche y se sentaba en la cama mientras yo agarraba a mis hijos de 2 y 8 años. Decía que solo la muerte nos podía separar y con un revolver decía ´vamos a jugar a la ruleta rusa´. Me quemaba con cigarrillos y lloraba para adentro para no asustar a mis hijos», contó Tundis a radio Vorterix.
Consultada acerca de por qué no pudo pedir ayuda, explicó: «Primero era una época en que jamás me iban a hacer una nota por ser una mujer golpeada y en la comisaría me dijeron que el único que podía hacer denuncia de abandono de hogar era él o, de lo contrario, sólo podían actuar si corría sangre».
Según relató, la angustia continuó aún separada. «Yo seguía sintiendo miedo. Él desapareció, formó pareja y tuvo más hijos. Me lo nombraban y me ponía a llorar. Cuando estaba en la tele me sentí más fortalecida. Él me decía que era una inútil, que no servía para trabajar ni para hacer dinero trabajando en casas. Te autocrees que no vales nada».
Mirta Tundis.jpg
Tundis dijo que eligió hablar de lo que le pasó a partir la convocatoria a la marcha contra el femicidio #NiUnaMenos: «Antes de sumarme a la marcha hablé mucho con mis hijos por respeto. No le pregunté ni a mi mamá, ni a mi hermana, ni a nadie, sólo les pedí permiso a mis hijos. Temblé en estos días, esto me superó. Empecé a sentir verguenza de que conozcan mi historia pero mi hijo más chico me dijo que quizas me iba a hacer bien».
«Creo en Dios, rezo y todos los días me levanto y doy gracias de estar viva. Yo me aferro a él y a mis hijos. El fin de todo esto es mostrarles a las mujeres que pueden», concluyó.
Mirta Tundis en Guetap.mp3
«Él venía por la noche y se sentaba en la cama mientras yo agarraba a mis hijos de 2 y 8 años. Decía que solo la muerte nos podía separar y con un revolver decía ´vamos a jugar a la ruleta rusa´. Me quemaba con cigarrillos y lloraba para adentro para no asustar a mis hijos», contó Tundis a radio Vorterix.
Consultada acerca de por qué no pudo pedir ayuda, explicó: «Primero era una época en que jamás me iban a hacer una nota por ser una mujer golpeada y en la comisaría me dijeron que el único que podía hacer denuncia de abandono de hogar era él o, de lo contrario, sólo podían actuar si corría sangre».
Según relató, la angustia continuó aún separada. «Yo seguía sintiendo miedo. Él desapareció, formó pareja y tuvo más hijos. Me lo nombraban y me ponía a llorar. Cuando estaba en la tele me sentí más fortalecida. Él me decía que era una inútil, que no servía para trabajar ni para hacer dinero trabajando en casas. Te autocrees que no vales nada».
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Tundis dijo que eligió hablar de lo que le pasó a partir la convocatoria a la marcha contra el femicidio #NiUnaMenos: «Antes de sumarme a la marcha hablé mucho con mis hijos por respeto. No le pregunté ni a mi mamá, ni a mi hermana, ni a nadie, sólo les pedí permiso a mis hijos. Temblé en estos días, esto me superó. Empecé a sentir verguenza de que conozcan mi historia pero mi hijo más chico me dijo que quizas me iba a hacer bien».
«Creo en Dios, rezo y todos los días me levanto y doy gracias de estar viva. Yo me aferro a él y a mis hijos. El fin de todo esto es mostrarles a las mujeres que pueden», concluyó.