Luego de acordar paritarias con cinco gremios clave con un promedio del 27% (pag.4), el Gobierno buscará hoy un acercamiento entre empresas y el gremio aceitero que desactive el paro que ya lleva 17 días en 40 plantas de todo el país.
En la previa a la audiencia que tendrán las partes, desde las 15, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se refirió al extenso conflicto y propuso a las compañías «repartir» parte de sus ganancias entre los trabajadores para destrabar la negociación. Curiosamente, una idea que impulsó fuertemente el diputado Héctor Recalde en el Congreso hace dos años y que la propia presidenta Cristina Fernández dio de baja.
En declaraciones radiales, Tomada reveló que planteó una «posible solución» a la falta de acuerdo entre las partes, que podría traducirse en que además de la negociación paritaria según él, debería tener un tratamiento más «razonable» que en 2014, cuando se acordó por el 38%, se establezcan premios o reparto de ganancias.
«Dadas las características de este sector con empresas tan grandes y rentabilidad importante, tendría que haber un mecanismo de premios a la rentabilidad o de distribución de ganancias, pero los empresarios se niegan», enfatizó el ministro.
Consultadas varias fuentes de compañías aceiteras, señalaron que el Gobierno no les propuso esa alternativa formalmente y que, de todos modos, les resulta descabellada. «En primer lugar, debería existir una ley, y por otra parte, las empresas perdieron mucha rentabilidad en el último año», dijeron desde la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara).
Más allá de la buena voluntad oficial, hoy las posibilidades de que el rubro aceitero cierre paritarias en un 27% son casi imposibles. La Federación de Aceiteros reclama el 42% y por más predisposición que ponga el sindicato para acercar posiciones, no se bajará al tope establecido por el ministro de Economía, Axel Kicillof.
Las empresas, por su parte, también están dispuestas a conceder un mayor incremento al 27%, pero no darán el brazo a torcer por el momento. Existe bastante malestar en las compañías con el Gobierno porque lo acompañaron en la estrategia de no moverse del techo establecido y terminaron quedando en el medio, con un paro que ya lleva más de dos semanas y que les está generando importantes pérdidas. En ese sentido, hoy asistirán a la audiencia con el objetivo de pedirle a las autoridades que intercedan para resolver el conflicto. En el caso de la conciliación dictada para la CGT San Lorenzo única zona que está trabajando, vence mañana, pero Trabajo podría extenderla por cinco días más. En cambio, con el paro lanzado por la Federación, deberían buscar otras alternativas de presión, creen en las empresas.
«Acá ha habido una situación muy extraña que espero que en las próximas horas se aclare y ayude a la normalización, porque lanzar un paro por tiempo indeterminado en medio de una negociación de salarios me parece una cosa bastante rara», sostuvo Tomada, quien agregó que los trabajadores deben estar «bastante preocupados» porque se alcance una solución en forma inmediata, «porque van a estar sin cobrar un tiempo muy largo».
En la previa a la audiencia que tendrán las partes, desde las 15, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se refirió al extenso conflicto y propuso a las compañías «repartir» parte de sus ganancias entre los trabajadores para destrabar la negociación. Curiosamente, una idea que impulsó fuertemente el diputado Héctor Recalde en el Congreso hace dos años y que la propia presidenta Cristina Fernández dio de baja.
En declaraciones radiales, Tomada reveló que planteó una «posible solución» a la falta de acuerdo entre las partes, que podría traducirse en que además de la negociación paritaria según él, debería tener un tratamiento más «razonable» que en 2014, cuando se acordó por el 38%, se establezcan premios o reparto de ganancias.
«Dadas las características de este sector con empresas tan grandes y rentabilidad importante, tendría que haber un mecanismo de premios a la rentabilidad o de distribución de ganancias, pero los empresarios se niegan», enfatizó el ministro.
Consultadas varias fuentes de compañías aceiteras, señalaron que el Gobierno no les propuso esa alternativa formalmente y que, de todos modos, les resulta descabellada. «En primer lugar, debería existir una ley, y por otra parte, las empresas perdieron mucha rentabilidad en el último año», dijeron desde la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara).
Más allá de la buena voluntad oficial, hoy las posibilidades de que el rubro aceitero cierre paritarias en un 27% son casi imposibles. La Federación de Aceiteros reclama el 42% y por más predisposición que ponga el sindicato para acercar posiciones, no se bajará al tope establecido por el ministro de Economía, Axel Kicillof.
Las empresas, por su parte, también están dispuestas a conceder un mayor incremento al 27%, pero no darán el brazo a torcer por el momento. Existe bastante malestar en las compañías con el Gobierno porque lo acompañaron en la estrategia de no moverse del techo establecido y terminaron quedando en el medio, con un paro que ya lleva más de dos semanas y que les está generando importantes pérdidas. En ese sentido, hoy asistirán a la audiencia con el objetivo de pedirle a las autoridades que intercedan para resolver el conflicto. En el caso de la conciliación dictada para la CGT San Lorenzo única zona que está trabajando, vence mañana, pero Trabajo podría extenderla por cinco días más. En cambio, con el paro lanzado por la Federación, deberían buscar otras alternativas de presión, creen en las empresas.
«Acá ha habido una situación muy extraña que espero que en las próximas horas se aclare y ayude a la normalización, porque lanzar un paro por tiempo indeterminado en medio de una negociación de salarios me parece una cosa bastante rara», sostuvo Tomada, quien agregó que los trabajadores deben estar «bastante preocupados» porque se alcance una solución en forma inmediata, «porque van a estar sin cobrar un tiempo muy largo».