SOCIEDAD › EL SALDO COMERCIAL DE ABRIL FUE DE 252 MILLONES, UN 69,2 POR CIENTO MENOS QUE EN 2014
En el primer cuatrimestre el saldo se redujo a 420 millones, 56,9 por ciento menos que en igual lapso de 2014. Las exportaciones cayeron fundamentalmente por la merma de ventas de autos al país vecino.
Por Federico Kucher
El superávit comercial sumó 252 millones de dólares en abril, con un retroceso del 69,2 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, mientras que acumuló en lo que va del año 420 millones de dólares, al disminuir 56,9 por ciento interanual. Así lo informó ayer el Indec. Las exportaciones anotaron una fuerte caída debido a la merma de ventas de autos al mercado brasileño, el retroceso de manufacturas de origen agropecuario y la disminución de los despachos de soja. Las importaciones también retrocedieron por una contracción de las compras de combustibles y de rodados.
Las exportaciones sumaron 5231 millones de dólares el mes pasado, con un retroceso de 19 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. El informe del Indec computó disminuciones en todos los bloques de exportación: los productos primarios bajaron al 9 por ciento, mientras que las manufacturas agropecuarias lo hicieron al 19 por ciento, las manufacturas de origen industrial al 20 y los combustibles al 63. En el detalle por productos, se precisó que las semillas y frutos oleaginosos mermaron 19 por ciento, los residuos y desperdicios de la industria alimenticia 30 por ciento; los vehículos, 22; los productos químicos, 8; y el petróleo crudo, 18 por ciento.
La disminución de los precios internacionales de algunos de los principales productos de exportación tuvo un efecto relevante para explicar la floja performance de los despachos al resto del mundo. Por caso, el precio de las materias primas anotó en abril una baja del 9 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, mientras que la cifra de caída fue del 49 por ciento para la energía y del 24 para manufacturas del complejo agropecuario. La pobrísima demanda del resto del mundo, debido a la desaceleración del volumen de comercio global y el escenario de estancamiento del mercado interno de Brasil, provocó además una baja en las cantidades exportadas. En este punto, se destacó la contracción del 20 por ciento de los bienes industriales.
“Me siento en deuda con los que todavía no tienen trabajo, un salario digno o los que no recibieron salud y educación. Ojalá pudiéramos dar más. Pero el mundo se ha caído, las exportaciones se han caído”, mencionó Cristina Fernández de Kirchner en uno de sus últimos discursos. La mandataria hacía referencia a las tensiones de crecimiento que atraviesa el mundo y dificultan exportar la producción local. Uno de los casos más relevantes es el de Brasil, que, según estimaciones privadas, computará en 2015 una contracción del producto del uno por ciento, mientras que el consumo de los individuos retrocederá 0,2 por ciento y la industria caerá 2,8. La economía brasileña en 2010 avanzaba a una tasa del 7,6 por ciento. Las importaciones locales, en tanto, se ubicaron en 4979 millones de pesos en abril, un 12 por ciento de contracción respecto del mismo mes del año pasado. Los combustibles y lubricantes registraron la peor performance, con una merma de 46 por ciento, mientras que vehículos mermó 23 por ciento, bienes intermedios -2 por ciento, piezas y accesorios para bienes de capital -11 y bienes de consumo -1. A diferencia de este desempeño, bienes de capital computó un alza del 8 por ciento, al tiempo que el bloque de Otros productos avanzó 41 por ciento.
El déficit comercial de la energía, uno de los sectores que explicó la mayor cantidad de salida de divisas de la economía local en los últimos años, registró en abril cierta moderación, al ubicarse en 475 millones de dólares, cuando había sido de 760 millones de dólares en el mismo mes del año pasado. La menor presión del precio internacional del petróleo y el gas colaboraron para moderar la distorsión comercial en el sector, mientras que la recuperación de la producción en los pozos locales de YPF fue otro de los elementos para disminuir la necesidad de compras de energía.
En el primer cuatrimestre el saldo se redujo a 420 millones, 56,9 por ciento menos que en igual lapso de 2014. Las exportaciones cayeron fundamentalmente por la merma de ventas de autos al país vecino.
Por Federico Kucher
El superávit comercial sumó 252 millones de dólares en abril, con un retroceso del 69,2 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, mientras que acumuló en lo que va del año 420 millones de dólares, al disminuir 56,9 por ciento interanual. Así lo informó ayer el Indec. Las exportaciones anotaron una fuerte caída debido a la merma de ventas de autos al mercado brasileño, el retroceso de manufacturas de origen agropecuario y la disminución de los despachos de soja. Las importaciones también retrocedieron por una contracción de las compras de combustibles y de rodados.
Las exportaciones sumaron 5231 millones de dólares el mes pasado, con un retroceso de 19 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. El informe del Indec computó disminuciones en todos los bloques de exportación: los productos primarios bajaron al 9 por ciento, mientras que las manufacturas agropecuarias lo hicieron al 19 por ciento, las manufacturas de origen industrial al 20 y los combustibles al 63. En el detalle por productos, se precisó que las semillas y frutos oleaginosos mermaron 19 por ciento, los residuos y desperdicios de la industria alimenticia 30 por ciento; los vehículos, 22; los productos químicos, 8; y el petróleo crudo, 18 por ciento.
La disminución de los precios internacionales de algunos de los principales productos de exportación tuvo un efecto relevante para explicar la floja performance de los despachos al resto del mundo. Por caso, el precio de las materias primas anotó en abril una baja del 9 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, mientras que la cifra de caída fue del 49 por ciento para la energía y del 24 para manufacturas del complejo agropecuario. La pobrísima demanda del resto del mundo, debido a la desaceleración del volumen de comercio global y el escenario de estancamiento del mercado interno de Brasil, provocó además una baja en las cantidades exportadas. En este punto, se destacó la contracción del 20 por ciento de los bienes industriales.
“Me siento en deuda con los que todavía no tienen trabajo, un salario digno o los que no recibieron salud y educación. Ojalá pudiéramos dar más. Pero el mundo se ha caído, las exportaciones se han caído”, mencionó Cristina Fernández de Kirchner en uno de sus últimos discursos. La mandataria hacía referencia a las tensiones de crecimiento que atraviesa el mundo y dificultan exportar la producción local. Uno de los casos más relevantes es el de Brasil, que, según estimaciones privadas, computará en 2015 una contracción del producto del uno por ciento, mientras que el consumo de los individuos retrocederá 0,2 por ciento y la industria caerá 2,8. La economía brasileña en 2010 avanzaba a una tasa del 7,6 por ciento. Las importaciones locales, en tanto, se ubicaron en 4979 millones de pesos en abril, un 12 por ciento de contracción respecto del mismo mes del año pasado. Los combustibles y lubricantes registraron la peor performance, con una merma de 46 por ciento, mientras que vehículos mermó 23 por ciento, bienes intermedios -2 por ciento, piezas y accesorios para bienes de capital -11 y bienes de consumo -1. A diferencia de este desempeño, bienes de capital computó un alza del 8 por ciento, al tiempo que el bloque de Otros productos avanzó 41 por ciento.
El déficit comercial de la energía, uno de los sectores que explicó la mayor cantidad de salida de divisas de la economía local en los últimos años, registró en abril cierta moderación, al ubicarse en 475 millones de dólares, cuando había sido de 760 millones de dólares en el mismo mes del año pasado. La menor presión del precio internacional del petróleo y el gas colaboraron para moderar la distorsión comercial en el sector, mientras que la recuperación de la producción en los pozos locales de YPF fue otro de los elementos para disminuir la necesidad de compras de energía.