Un breve repaso por la trayectoria política de la chaqueña devenida en porteña Elisa Maria Avelina “Lilita” Carrió hace pensar algunas cosas acerca de su raro último acuerdo electoral con el Pro de Mauricio Macri para las elecciones presidenciales por un lado y con ECO de Lousteau como alternativa al Pro en Capital Federal.
En el año 1979 Lilita iba a arrancar una carrera que nunca se frenaría. A los 19 años ingresó a trabajar a una fiscalía del estado de facto, gracias al amiguismo activo de su madre con la fiscal de turno. Allí llegaría en un par de años a fiscal, marcando un rápido ascenso como funcionaria del gobierno dictatorial.
Perteneciente a una familia feudal del Chaco comenzó a militar en la UCR debido a los vínculos de su padre con Raúl Alfonsín. En 1994, luego de defenestrar el Pacto de Olivos que habilitaba la reelección de Carlos Menem, formó parte como convencional constituyente. En 1995 entró a un recinto del que nunca se iría: el Congreso. Por el Chaco fue electa como diputada de la UCR.
Luego de ser reelecta en el ‘99 de la mano de la Alianza desde el inicio comenzó a tomar distancia del ejecutivo hasta ponerse en sus antípodas, ganando así mucha popularidad. Como para ponerse en contra del gobierno de Fernando De La Rúa había muchísimos motivos nadie tomó nota de lo que sería la primer ruptura que marcaría su forma de actuar dentro de la política. Allí formó su propio partido ARI en alianza con el Partido Socialista Democrático.
Al poco tiempo este partido se quebró por diferencias en el armado electoral. Lilita se presentó como candidata a presidenta en el 2003 por el espacio Coalición Cívica ARI, obteniendo el quinto lugar con el 14.05% de los votos. En esta elección salió triunfadora la fórmula Kirchner-Scioli luego que Menem se bajó del ballotage.
Durante el 2005 se muda a la Capital Federal dando comienzo a lo que fue su metamorfosis. De a poco fue despojándose de las pieles progresistas, transformándose cada vez más en una religiosa conservadora y delirante. Para luego, finalmente, desembocar en una señora paqueta de la Recoleta de piel naranja, representante de los valores republicanos del establishment, defensora de los sectores dominantes de la economía y desestabilizadora de la democracia a través de sistemáticas denuncias nunca probadas judicialmente. Es elegida como diputada ahora en CABA con el 22% de los votos.
Para las presidenciales del 2007 lleva a cabo una nueva alianza conformada por el ARI, PAIS, Unión Por Todos y el GEN, bajo el nombre de Coalición Cívica (confederación). En esta oportunidad tuvo el segundo lugar con el 23% de los votos. Luego de la ya obvia implosión de este espacio, en las legislativas del 2009, realizó un nuevo acuerdo.
El Acuerdo Cívico y Social que la volvió a acercar a la UCR y al Partido Socialista. Este acuerdo se fue desdibujando al formar parte del Grupo A en el Congreso que incluía al resto del arco opositor (Proyecto Sur, Peronismo Federal, Pro) con el objetivo de frenar cualquier iniciativa del Gobierno. De esta manera quedó borrado cualquier límite de coherencia ideológica.
Para las elecciones presidenciales del 2011 donde Cristina Fernández de Kirchner iba por su reelección, Carrió llegó sola con su chamuscada Coalición Cívica (a secas) obteniendo solo el 1.84 % de los votos en contraste con el mas de 54% obtenido por CFK.
A pocos días de haber comenzado el año 2013 este frenético modo de manejarse en la política, Carrió lo exacerbó y lo exageró.
Lilita siempre acostumbró a rodearse de algún muchacho joven, atractivo y con imagen de inteligente y formado. Sus dos máximos exponentes eran Adrián Pérez y Alfonso Prat Gay. Cuando finalmente Sergio Massa se decidió a abandonar el FPV para fundar su propio partido, el Frente Renovador, de cara a las legislativas, Adrián Pérez saltó de los brazos de Lilita hacia el +a donde fue candidato a diputado. Carrió diría “me arrebataron un hijo”.
A su vez su otro niño prodigio, el Chicago Boy del JP Morgan & Chase, se distanció de la Coalición Cívica para realizar un acuerdo electoral con Libres del Sur, perteneciente al Frente Amplio Progresista; en el marco del acuerdo electoral que devino en UNEN, que unió a la Coalición Cívica de Lilita, el Partido Socialista, el Partido Socialista Auténtico, el GEN, la UCR, Libres del Sur y el Proyecto Sur de Pino Solanas, quien fuera otrora archienemigo de Lilita.
Ahora Carrió y Solanas eran dos tórtolos enamorados saltando por el prado. Y de repente Lilita se enfrentaba en las PASO, dentro de la interna de UNEN, a Prat Gay y en las generales al ahora massista Adrián Pérez.
Otra vez, luego de las elecciones, UNEN se desintegró en Capital Federal y en todo el país. El romance de Pino y Lilita terminó siendo un amor de verano que terminó a las puteadas.
¿Por qué se desarmó UNEN? No fue por generación espontánea sino que Carrió fue pudriendo los cimientos de su propia alianza comenzando a rosquearla para que hagan un acuerdo con el Pro.
Como si fuese el último movimiento de un plan maestro, fue su jugada más osada en la búsqueda de saltar nuevamente hacia otro espacio político. El único propósito que persiguió siempre es el de garantizarse a sí misma un sueldito en el estado y todos los privilegios adosados al mismo. Este nuevo acuerdo la hizo correr nuevamente sus propios límites.
En el 2015 se concretó lo que se estaba cocinando ya hace un tiempo: el tan anhelado acuerdo nacional con Macri. Aquel mil veces injuriado por Carrió también sumaría luego a la parte de la UCR representada por el boina blanca Ernesto Sanz.
A su vez ante la abstinencia de baby face metió mano en el gran mejunje de lo que fue UNEN y adoptó a otro golden boy de los mercados que encajaba perfecto en el perfil marketinero con que le agrada rodearse: Martín “Resolución 125” Lousteau.
El mediático economista se había relanzado en política luego de la salida del Ministerio de Economía, con el frente electoral SUMA+ junto a Terragno para disputar en la primarias de las legislativas del 2013 dentro de UNEN. Carrió se alía con Lousteau creando el frente electoral ECO y lo apoya como candidato a Jefe de Gobierno para disputarle el cargo a Rodríguez Larreta, candidato de Mauricio.
Carrió se alía con Macri para competir en unas, por ahora cálidas y amenas, internas del Pro para Presidente (o por un cargo en un posible staff macrista nacional), al mismo tiempo que apoya a su nuevo pollo para arrebatarle la Ciudad de Buenos Aires, el único distrito que tiene el Pro. Jugada completa, jugada rara, incoherencia a la vista. Para sumarle rareza se rumorea que el líder del Movimiento de Trabajadores Desocupados de La Matanza y dirigente de la Coalición Cívica, Héctor “Toty” Flores, podría ser candidato a Vicepresidente de Carrió. Un piquetero en la interna del partido neoliberal más importante de la Argentina. Sin palabras.
Con este pantallazo biográfico podemos escribir toda una definición sobre el modo de hacer política de Elisa Carrió. A lo largo de toda su trayectoria se observa que construye poder personal a partir de la destrucción de sus alianzas. Primero la rosquea y arma acuerdos. Estos funcionan como la plataforma electoral que necesita para alcanzar el cargo electivo. Una vez que obtiene el poder que le da la banca comienza a minar lo construido para que de esas ruinas pueda quedarse con su cuota de poder. Es una contralíder que en vez de construir alianzas para crecer en fuerza y cantidad cumpliendo la función de mantener unidas y coordenadas esas fuerzas, ni bien afianza lo construido destruye todo, pensando solo es su interés personalísimo, para quedarse con las migajas de poder. Sin pensar en liderar un proyecto y una construcción con futuro.
Ahora bien ¿No es posible que Lilita repita su forma de hacer política con esta nueva alianza? ¿No es posible que Lilita esté buscando quedarse con la Capital Federal a través de ECO? ¿No buscará quebrar al Pro desde adentro? Al pasar, ella misma hizo declaraciones a la prensa que pasaron inadvertidas, haciendo alusión a que ella hacía este acuerdo como la única posibilidad para vencer a Macri.
Sabiendo esto ¿Por que Macri realizó su unión con Carrió? ¿No existe la probabilidad, observando como está configurado el escenario, que Macri pierda con el FPV la elección presidencial y que en Capital gane Lousteau respaldado por Carrió y votado por los adherentes al FPV?
De esta forma el Pro perdería su distrito y no obtendría la Nación. Salvo por la representación de algunos legisladores el PRO quedaría borrado del mapa. ¿Eso es lo que busca Carrió en el fondo?¿Empujar al PRO de Capital? ¿O le sale sin querer como efecto secundario de su habitual ambición personal?
El posible escenario de una derrota frente a Scioli y la pérdida de la Capital Federal frente a Lousteau deja un lugar ideal para Lilita. En el derrumbe del Pro se quedaría con sus escombros ocupando un rol fundamental dentro del Gobierno de la Ciudad no ya amarillo sino azul, púrpura y verde.
Con el único objetivo de hacer campaña (en vano) para Recalde el programa 678 podrá decir que el frente electoral ECO es una colectora del PRO, que es lo mismo. Pero a la hora de la realidad (que es la única verdad), cual definición bilardista, lo importante es que no ganen los de amarillo. Porque podrá ser parecido en términos ideológicos pero no lo es en términos políticos.
ECO representa la derrota de Macri en su propio distrito dos meses antes de que él se tenga que someter a la voluntad popular en las elecciones presidenciales ¿Como pretenderá ser Presidente de la Nación sin que su partido pueda ganar donde tiene mayor cantidad de votantes?
Aquellos que promulgan que Lousteau y Macri son lo mismo le están dando una mano a Mauricio porque el único que tiene chances reales de ganarle al Pro en segunda vuelta es Lousteau. O sea es la única chance de que el Pro pierda. Si instalan que ECO y PRO es lo mismo, gane quien gane, gana Macri. En cambio diferenciando ambos espacios si gana ECO pierde Macri.
En el remoto caso de que Recalde acceda a una segunda vuelta con Macri (cosa difícil luego de sus malas primarias), este último ganaría caminando porque la gran mayoría de los votantes de Lousteau entre Recalde y Macri votarian al amarillo.
¿En una segunda vuelta entre Macri y Lousteau los votos del FPV a donde se dirigirían? Podemos casi afirmar que irían hacia el muchacho lanudo de ECO. ¿Donde buscaría sus votos el Pro?
La alianza con parte de la UCR es entendible por la necesidad del Pro de contar con la estructura que tiene montada el aparato de la UCR en todos los municipios y sindicatos, sus armadores y delegados.
Pero ¿Por qué con Carrió? ¿Macri (o quien esté detrás de él) tomó en cuenta este enrosque carrioista? ¿Será tal el enceguecimiento de la estrategia de sumar voluntades sin ningún escrúpulo, que no permite ver más allá de una imagen positiva?
Imagen construida por la opinión pública del Grupo Clarín, donde Lilita dice lo que nadie dice o no puede decir. “Lilita dice la verdad” intentan pregonar, cuando gran parte de lo que dice es pura fábula y otra parte son giladas como chimentos de la vida privada o como cosas del estilo de “Abal Medina estaba pasado de droga en el Parlamento Nacional”.
Pero lo más importante es que a la hora de defender derechos e intereses resguarda a las minorías acomodadas de este país y a los intereses foráneos. Votó en contra de leyes apoyadas por la mayoría de la población o ni siquiera concurre al recinto con su 70% de ausencia en el Congreso.
Claro está que Mauricio tiene una predilección por la imagen y el marketing político. Él mismo es un producto vacío, llenado por slogan escritos por el titiritero, adorador de Hitler, Jaime Durán Barba. Su construcción política esta basada en la imagen marketinera, hueca, apolítica, aideológica y totalmente oportunista. Pero que esconde detrás la peor de todas las ideologías, la del depredador sistema financiero internacional.
La´improvisada y desesperada estrategia de pensar únicamente en términos electoralistas se ve reflejada en una reciente nota de Clarín donde María Eugenia Vidal precandidata a Gobernadora de la Provincia Buenos Aires por el PRO declaraba promulgar los mismos ideales que Eva Perón. Un intento vil, obvio, forzado y desesperado de instalarla mediáticamente en la provincia que saben que en su mayoría es peronista.
¿Como aspirar al sillón de Rivadavia sin siquiera tener la personería jurídica para su partido en la Provincia de Buenos Aires que representa el 40% del padrón electoral nacional?
Mientras parte de la dirigencia política se aboque únicamente a realizar acuerdos electorales, hacer alianzas solo pensando en ganar una elección sin tener en cuenta acuerdos a otros niveles. Mientras no tengan en cuenta las coincidencias ideológicas, los acuerdos con respecto a la gestión de políticas económicas, sociales y culturales, continuarán volando por los aires, fragmentándose cada vez más en entramados de acuerdos electorales y en la multiplicación de espacio políticos de tres gatos locos.
¿Qué pasaría si Lousteau ganara el ballotage el 19 de julio? ¿Que tinte tomaría la interna nacional del Pro? ¿Carrió se mantendría calma sabiendo que por mucho ruido que haga no le podría ganar a Macri? ¿O empezaría su raid de ataques hacia su propio nuevo espacio? ¿O esperaría para más adelante?
En estos días veremos.