Por Nicolás Fiorentino
Sergio Massa confiesa que en la madrugada del jueves no envió ni uno solo de sus ya clásicos mensajes de texto con horarios estrafalarios, entre las 2 y las 3 de la mañana. Llega al segundo piso de una lujosa torre que oficina de bunker, a pocos metros de la estación terminal de Tigre, y aclara que no se sube a la idea que circula en algunos reductos opositores de que el kirchnerismo será invencible este año. “Cristina no es imbatible, yo ya le gané a Cristina”, suelta. Sólo interrumpirá la charla para leer y contestar “un mensajito hermoso” de su esposa, Malena Galmarini. Y eludirá menciones directas a Mauricio Macri, Daniel Scioli o el Grupo Clarín.
– Ayer confirmó su candidatura a presidente para las primarias. ¿Puede certificar que no bajará su candidatura y llegará a octubre?
– Si, salvo que me gane (José Manuel) De la Sota la primaria, ja.
– ¿Por qué se generaron tantas dudas después de su acto en Vélez?
– Porque hay sectores que no quieren que sea candidato. Sectores de la política, sectores empresarios, de los medios. El kirchnerismo todavía no asume la derrota de 2013, todavía la llora. Porque significó enterrar el plan de “Cristina eterna”.
– ¿No fue por problemas internos propios?
-Si hubo problemas internos fue por errores, falta de ordenamiento de las expectativas individuales.
-Vuelve a mencionar la existencia de “errores”, como hizo el miércoles en su anuncio. ¿Cuáles son?
-No vale la pena hablar de esos errores. Sí reconocerles y hacer el análisis crítico. Creo igual que el mayor error fue habernos enfocado en la rosca política y no en la agenda de la gente. Perdimos de vista la agenda de la gente.
– Cuando nombró a sectores de poder que no lo quieren como candidato citó a los medios. ¿Cree que el Grupo Clarín tenía un trato, por así llamarlo, “ameno” con su participación política antes y después de su triunfo en 2013, y que ese favoritismo se inclinó hacia Macri cuando empezó a caer en las encuestas?
– No quisiera hacer foco en uno u otro medio. Si mirás el comportamiento de algún grupo “paraoficial”, de los financiados por el Estado, vas a encontrar actitudes distintas a lo largo de los años. Con instalación sistemática de algunas mentiras.
-¿Esas supuestas mentiras son las encuestas, que lo dan tercero?
-No, eso no. Nosotros en las encuestas estábamos mejor el año pasado.
-¿Y esas encuestas son las que dispararon la salida de dirigentes?
-Hay quien dice que se fueron porque bajé en las encuestas. Significa que esos dirigentes no aportan votos, sino que corren detrás del que tracciona votos.
-¿Existió la intención de competir por la gobernación bonaerense?
-Nosotros pusimos lo mejor de nosotros para que haya un gran acuerdo opositor. Pusimos hasta la renuncia de un candidato a gobernador a disposición. Desgraciadamente no se comprende el poderío electoral del kirchnerismo.
– Quiere decir que si gana el kirchnerismo será culpa del PRO y la UCR.
– Si gana el kirchnerismo tendremos que replantearnos todos nuestras actitudes. Nosotros plantamos la semilla para armar un frente que le pueda ganar al kirchnerismo, pero esa semilla no prendió. No sé si por egos o por vanidades.
– Pero fue Macri el que no aceptó el acuerdo.
– No quiero señalar culpables. Los culpables los va a determinar la gente. Pusimos lo mejor de nosotros desde antes y después de la Convención (Nacional de la UCR) de Gualeguaychú. Lo hizo Gerardo Morales, lo hizo Julio Cobos. No se dio, pero en algunas provincias sí se dio. Y los resultados ya se empiezan a ver.
– ¿Se siente traicionado por el radicalismo?
– No, al contrario. Que en nueve provincias la UCR haya ampliado su frente para llevar mi boleta a presidente para mí es un orgullo.
– Hizo una campaña presidencial de casi dos años. ¿Puede ser ese uno de los errores que menciona?
-En la Argentina es muy difícil sostener liderazgo sin el aparato del Estado.
Sergio Massa confiesa que en la madrugada del jueves no envió ni uno solo de sus ya clásicos mensajes de texto con horarios estrafalarios, entre las 2 y las 3 de la mañana. Llega al segundo piso de una lujosa torre que oficina de bunker, a pocos metros de la estación terminal de Tigre, y aclara que no se sube a la idea que circula en algunos reductos opositores de que el kirchnerismo será invencible este año. “Cristina no es imbatible, yo ya le gané a Cristina”, suelta. Sólo interrumpirá la charla para leer y contestar “un mensajito hermoso” de su esposa, Malena Galmarini. Y eludirá menciones directas a Mauricio Macri, Daniel Scioli o el Grupo Clarín.
– Ayer confirmó su candidatura a presidente para las primarias. ¿Puede certificar que no bajará su candidatura y llegará a octubre?
– Si, salvo que me gane (José Manuel) De la Sota la primaria, ja.
– ¿Por qué se generaron tantas dudas después de su acto en Vélez?
– Porque hay sectores que no quieren que sea candidato. Sectores de la política, sectores empresarios, de los medios. El kirchnerismo todavía no asume la derrota de 2013, todavía la llora. Porque significó enterrar el plan de “Cristina eterna”.
– ¿No fue por problemas internos propios?
-Si hubo problemas internos fue por errores, falta de ordenamiento de las expectativas individuales.
-Vuelve a mencionar la existencia de “errores”, como hizo el miércoles en su anuncio. ¿Cuáles son?
-No vale la pena hablar de esos errores. Sí reconocerles y hacer el análisis crítico. Creo igual que el mayor error fue habernos enfocado en la rosca política y no en la agenda de la gente. Perdimos de vista la agenda de la gente.
– Cuando nombró a sectores de poder que no lo quieren como candidato citó a los medios. ¿Cree que el Grupo Clarín tenía un trato, por así llamarlo, “ameno” con su participación política antes y después de su triunfo en 2013, y que ese favoritismo se inclinó hacia Macri cuando empezó a caer en las encuestas?
– No quisiera hacer foco en uno u otro medio. Si mirás el comportamiento de algún grupo “paraoficial”, de los financiados por el Estado, vas a encontrar actitudes distintas a lo largo de los años. Con instalación sistemática de algunas mentiras.
-¿Esas supuestas mentiras son las encuestas, que lo dan tercero?
-No, eso no. Nosotros en las encuestas estábamos mejor el año pasado.
-¿Y esas encuestas son las que dispararon la salida de dirigentes?
-Hay quien dice que se fueron porque bajé en las encuestas. Significa que esos dirigentes no aportan votos, sino que corren detrás del que tracciona votos.
-¿Existió la intención de competir por la gobernación bonaerense?
-Nosotros pusimos lo mejor de nosotros para que haya un gran acuerdo opositor. Pusimos hasta la renuncia de un candidato a gobernador a disposición. Desgraciadamente no se comprende el poderío electoral del kirchnerismo.
– Quiere decir que si gana el kirchnerismo será culpa del PRO y la UCR.
– Si gana el kirchnerismo tendremos que replantearnos todos nuestras actitudes. Nosotros plantamos la semilla para armar un frente que le pueda ganar al kirchnerismo, pero esa semilla no prendió. No sé si por egos o por vanidades.
– Pero fue Macri el que no aceptó el acuerdo.
– No quiero señalar culpables. Los culpables los va a determinar la gente. Pusimos lo mejor de nosotros desde antes y después de la Convención (Nacional de la UCR) de Gualeguaychú. Lo hizo Gerardo Morales, lo hizo Julio Cobos. No se dio, pero en algunas provincias sí se dio. Y los resultados ya se empiezan a ver.
– ¿Se siente traicionado por el radicalismo?
– No, al contrario. Que en nueve provincias la UCR haya ampliado su frente para llevar mi boleta a presidente para mí es un orgullo.
– Hizo una campaña presidencial de casi dos años. ¿Puede ser ese uno de los errores que menciona?
-En la Argentina es muy difícil sostener liderazgo sin el aparato del Estado.
