Elecciones 2015
La precandidata presidencial celebró la irrupción electoral de Zannini, aunque lo calificó de «psicópata»; elogió a Macri y fustigó duro a Scioli
Elisa Carrió está exultante. Y quiere que se le note. «Sacame acá», le pide al fotógrafo de LA NACION. Posa al lado de una lámpara de pantalla roja que proyecta luz sobre una muñeca china de porcelana. «Para Zannini, que lo mira por TV», desliza tentada.
Dice que no quiere hablar de la elección porteña, pero habla. Afirma que votará a Martín Lousteau, pero aclara que no es su candidato, se desarma en elogios a Mauricio Macri y asegura que «no hay contradicción» entre la competencia porteña con Pro en la ciudad y la alianza nacional con Macri. Y arremete por igual contra Daniel Scioli, Ricardo Lorenzetti, Carlos Zannini y Cristina Kirchner.
-¿Va a ir a la marcha por Cabral?
-Sí, voy a ir y convoco. Esto es una maniobra que empieza por la Presidenta y sigue por la mayoría del Consejo de la Magistratura.
-¿Una maniobra para qué?
-Tendiente a impedir un pronunciamiento de la Justicia. En otros casos va a ser para ella, para Máximo y para sus funcionarios.
-¿Sirve hacer marchas?
-Sí. No para que el Gobierno revise. Sí para decir «No con nuestra complicidad. No con nuestro silencio». El que puede hacer algo es el presidente de la Corte, pero tiene un acuerdo tremendo con [Carlos] Zannini desde la ley de medios. [Ricardo] Lorenzetti podría haber sacado una acordada general por Cabral y no lo hizo. Tampoco lo hizo por [Carlos] Fayt.
-¿En qué cambió el escenario con la irrupción de Zannini?
-Cambió absolutamente. No hay más gatopardismo: acá es o república o estalinismo. Zannini es estalinista, es un KGB, un tipo que va a perseguir y va a destruir las instituciones. Es el más inteligente, el psicópata.
-¿Beneficia a la oposición que Zannini sea candidato?
-Por un lado, sí. Pero por otro pone a la Argentina en una disyuntiva en la que cada uno debe optar si vamos a cohabitar bajo el imperio de la Constitución o si vamos a ser esclavos. De todos modos, creo que ganamos muy bien. Va a haber una especie de 83.
-¿Qué la une hoy a Macri?
-Una muy buena relación.
-¿Y políticamente?
-Una alianza por la República, por la rebaja de impuestos, por las instituciones de control. En todo lo que acordamos, incluso que revocara el tema del juego, él ha cumplido, cosa que nunca me ocurrió con otro partido. En 2007 los socialistas rompieron todos los acuerdos y en 2011 fueron los radicales.
-Y volvió a acordar con la UCR.
-Porque tengo el deber de unir a la Nación para que gane la República. ¿O qué querés? ¿Qué porque yo quede en la coherencia o en la intransigencia vayamos al estalinismo? No. Es un momento de resistencia.
-¿Y a Lousteau qué la une?
-No voy a opinar sobre la elección en la ciudad porque no opiné sobre ninguna disputa provincial.
-Sobre Santa Fe sí opinó.
-Porque los socialistas le hicieron trampa a [Miguel] Del Sel.
-¿Cómo le cae que «Coti» Nosiglia esté detrás de Lousteau?
-No me cae. No tengo nada que ver con Nosiglia.
-Pero Lousteau es su candidato.
-No es mi candidato. Es el candidato de mi fuerza. Lo voy a votar, algo que él no dice de mí (se ríe irónica).
-¿Qué opina de la denuncia a Emiliano Yacobitti por supuesto desvío de fondos de la UBA para la campaña de Lousteau?
-No tengo nada que ver con Yacobitti, pero con Lousteau están haciendo lo mismo que en su momento hicieron con [Enrique] Olivera. Ahora está Cristóbal López detrás.
-¿Cómo le explicaría a un porteño que el domingo Lousteau competirá con Pro y que en un mes irán juntos a la elección nacional?
-Estamos haciendo una innovación que es absolutamente viable. En un distrito se discute gestión y en la Nación se discute la República.
-Si el domingo Pro ganara por mucho, ¿Lousteau debería bajarse?
-Si hay ballottage, hay ballottage. El ballottage es bueno para la ciudad.
-¿Cómo ve la gobernabilidad de Macri si fuera presidente?
-Si no se le tiene miedo al PJ, perfecta.
-¿Macri no le tiene miedo al PJ?
-No. Ni yo. Ernesto Sanz, tampoco.
-¿Se imagina a un PJ quieto con Macri presidente?
-Depende de cómo lo trates.
-¿Cómo hay que tratar al PJ?
-A los peronistas, muy bien. A los PJ, como nos traten. O se quedan mansitos o… Además, recuperar lo robado.
-¿O se quedan mansitos o qué?
-Hay que recuperar lo robado.
-¿No fue mucho decir que Scioli no reaccionaría ante una violación?
-No. Es la verdad.
-¿Scioli es sumiso o esconde a un hombre de carácter que está esperando llegar al poder?
-Scioli es un inescrupuloso. Un hombre que se humilla es menos que un hombre. Murió como persona. Es sólo un espectro.
-¿Por qué echaron a Milani?
-No tengo idea. Pero estoy chocha. Chau, Milani. Uno menos.
-¿Tiene que ver con «despejarle la cancha» a Scioli?
-No. Es más grave. Cristina odia a Scioli. Scioli odia a Cristina. No sé cómo van a hacer.
-¿Y por qué Cristina le haría a Scioli el favor de echar a Milani?
-No es cuestión de favores. Scioli es íntimo amigo de Milani..
La precandidata presidencial celebró la irrupción electoral de Zannini, aunque lo calificó de «psicópata»; elogió a Macri y fustigó duro a Scioli
Elisa Carrió está exultante. Y quiere que se le note. «Sacame acá», le pide al fotógrafo de LA NACION. Posa al lado de una lámpara de pantalla roja que proyecta luz sobre una muñeca china de porcelana. «Para Zannini, que lo mira por TV», desliza tentada.
Dice que no quiere hablar de la elección porteña, pero habla. Afirma que votará a Martín Lousteau, pero aclara que no es su candidato, se desarma en elogios a Mauricio Macri y asegura que «no hay contradicción» entre la competencia porteña con Pro en la ciudad y la alianza nacional con Macri. Y arremete por igual contra Daniel Scioli, Ricardo Lorenzetti, Carlos Zannini y Cristina Kirchner.
-¿Va a ir a la marcha por Cabral?
-Sí, voy a ir y convoco. Esto es una maniobra que empieza por la Presidenta y sigue por la mayoría del Consejo de la Magistratura.
-¿Una maniobra para qué?
-Tendiente a impedir un pronunciamiento de la Justicia. En otros casos va a ser para ella, para Máximo y para sus funcionarios.
-¿Sirve hacer marchas?
-Sí. No para que el Gobierno revise. Sí para decir «No con nuestra complicidad. No con nuestro silencio». El que puede hacer algo es el presidente de la Corte, pero tiene un acuerdo tremendo con [Carlos] Zannini desde la ley de medios. [Ricardo] Lorenzetti podría haber sacado una acordada general por Cabral y no lo hizo. Tampoco lo hizo por [Carlos] Fayt.
-¿En qué cambió el escenario con la irrupción de Zannini?
-Cambió absolutamente. No hay más gatopardismo: acá es o república o estalinismo. Zannini es estalinista, es un KGB, un tipo que va a perseguir y va a destruir las instituciones. Es el más inteligente, el psicópata.
-¿Beneficia a la oposición que Zannini sea candidato?
-Por un lado, sí. Pero por otro pone a la Argentina en una disyuntiva en la que cada uno debe optar si vamos a cohabitar bajo el imperio de la Constitución o si vamos a ser esclavos. De todos modos, creo que ganamos muy bien. Va a haber una especie de 83.
-¿Qué la une hoy a Macri?
-Una muy buena relación.
-¿Y políticamente?
-Una alianza por la República, por la rebaja de impuestos, por las instituciones de control. En todo lo que acordamos, incluso que revocara el tema del juego, él ha cumplido, cosa que nunca me ocurrió con otro partido. En 2007 los socialistas rompieron todos los acuerdos y en 2011 fueron los radicales.
-Y volvió a acordar con la UCR.
-Porque tengo el deber de unir a la Nación para que gane la República. ¿O qué querés? ¿Qué porque yo quede en la coherencia o en la intransigencia vayamos al estalinismo? No. Es un momento de resistencia.
-¿Y a Lousteau qué la une?
-No voy a opinar sobre la elección en la ciudad porque no opiné sobre ninguna disputa provincial.
-Sobre Santa Fe sí opinó.
-Porque los socialistas le hicieron trampa a [Miguel] Del Sel.
-¿Cómo le cae que «Coti» Nosiglia esté detrás de Lousteau?
-No me cae. No tengo nada que ver con Nosiglia.
-Pero Lousteau es su candidato.
-No es mi candidato. Es el candidato de mi fuerza. Lo voy a votar, algo que él no dice de mí (se ríe irónica).
-¿Qué opina de la denuncia a Emiliano Yacobitti por supuesto desvío de fondos de la UBA para la campaña de Lousteau?
-No tengo nada que ver con Yacobitti, pero con Lousteau están haciendo lo mismo que en su momento hicieron con [Enrique] Olivera. Ahora está Cristóbal López detrás.
-¿Cómo le explicaría a un porteño que el domingo Lousteau competirá con Pro y que en un mes irán juntos a la elección nacional?
-Estamos haciendo una innovación que es absolutamente viable. En un distrito se discute gestión y en la Nación se discute la República.
-Si el domingo Pro ganara por mucho, ¿Lousteau debería bajarse?
-Si hay ballottage, hay ballottage. El ballottage es bueno para la ciudad.
-¿Cómo ve la gobernabilidad de Macri si fuera presidente?
-Si no se le tiene miedo al PJ, perfecta.
-¿Macri no le tiene miedo al PJ?
-No. Ni yo. Ernesto Sanz, tampoco.
-¿Se imagina a un PJ quieto con Macri presidente?
-Depende de cómo lo trates.
-¿Cómo hay que tratar al PJ?
-A los peronistas, muy bien. A los PJ, como nos traten. O se quedan mansitos o… Además, recuperar lo robado.
-¿O se quedan mansitos o qué?
-Hay que recuperar lo robado.
-¿No fue mucho decir que Scioli no reaccionaría ante una violación?
-No. Es la verdad.
-¿Scioli es sumiso o esconde a un hombre de carácter que está esperando llegar al poder?
-Scioli es un inescrupuloso. Un hombre que se humilla es menos que un hombre. Murió como persona. Es sólo un espectro.
-¿Por qué echaron a Milani?
-No tengo idea. Pero estoy chocha. Chau, Milani. Uno menos.
-¿Tiene que ver con «despejarle la cancha» a Scioli?
-No. Es más grave. Cristina odia a Scioli. Scioli odia a Cristina. No sé cómo van a hacer.
-¿Y por qué Cristina le haría a Scioli el favor de echar a Milani?
-No es cuestión de favores. Scioli es íntimo amigo de Milani..
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