Lo confirmaron fuentes de la Metropolitana a LA NACION; en diálogo con este medio, el informático Joaquín Sorianello se defendió: «No soy un hacker»
La polémica por el sistema de voto electrónico para las elecciones porteñas de mañana no se detiene. Ayer se supo que el software tiene un problema de seguridad que permitiría sumar varios votos de un candidato en una misma boleta, que se suma a la filtración de parte de código fuente de ese software y otras quejas por la seguridad del sistema.
Joaquín Sorianello es un programador que se enteró de esta información a través de la cuenta de Twitter @fraudevotar y corroboró que lo que se filtró en la web puede cambiar los resultados de la votación. El lo explicó así a LA NACION: «Lo que trascendió son los certificados SSL de los terminales que envían los datos desde las escuelas al centro de cómputos».
Al ser los que validan un envío digital de información (es una suerte de firma digital para avalar el origen o veracidad de un contenido), podrían ser usados para enviar resultados falsos del escrutinio.
Anoche, pasadas las 22.00, recibió el llamado de un familiar que le avisó que la Policía Metropolitana le estaba allanando su domicilio en busca de cualquier aparato electrónico que contuviera memoria. Él estaba en Bariloche, donde se fue a pasar unos días con su familia. Desde allí, en una conversación telefónica con este medio, en un estado de visible nerviosismo, dijo: «Yo no tengo nada que ocultar, apenas me enteré de esto [por la falla de seguridad del sistema de votación electrónica] me contacté con la empresa MSA para avisarle». Y agregó: «Si quisiera hackear o hacer algo dañino no le hubiera avisado a la empresa».
La jueza María Luisa Escrich ordenó el allanamiento en la casa del programador, que concretó la Policía Metropolitana, según confirmaron fuentes policiales.
«Me llamó mi tío contándome que estaban por allanar mi domicilio. Tuvo que ir mi novia porque yo estoy en Bariloche; llegó justo, casi me rompen la puerta. Se llevaron computadoras, pendrives», dijo. Y se sinceró: «Estoy muy asustado, me cagué todo».
El programador informático siguió su declaración telefónica. Es una de las tantas que -dijo- hizo durante esta noche. También Twitter fue su herramienta de expresión: se puede ver en su cuenta una catarata de tuits descargándose sobre este episodio. Incluso en esa red social informó sobre el allanamiento.
«La verdad que es increíble, le aviso a la empresa que tienen una falla en el sistema de voto y lo siguiente que hacen es allanarme el domicilio a mí en vez de buscar a los verdaderos culpables. La cuenta @fraudevotar es la que publicó toda la información», manifestó ofuscado. Y siguió: «Yo sólo soy un programador, no soy un hacker».
Sorianello declaró a LA NACION que se contactó con la comisaría de Caballito para corroborar el allanamiento: «Me dijeron que sí, pero no pudieron decirme ni por qué era ni cuánto iban a tardar». Además, dijo que no recibió ningún llamado de la empresa cuando hace más de una semana que les comentó sobre la falla.
Fuentes de la Policía Metropolitana confirmaron a LA NACION que se realizó el allanamiento en el domicilio del programador, y que se secuestraron todos los elementos con capacidad de almacenar datos.
Después de encontrar una vulnerabilidad grave en el sistema de voto electrónico a #MSA estan allanando mi casa, los de delitos informaticos.&- joac (@_joac) julio 4, 2015
Parece que tocar al #votoelectronico es tocar intereses muy grandes&- joac (@_joac) julio 4, 2015
Si, allanaron mi casa. Se estan llevando computadoras, kindles, y toda clase de memoria.&- joac (@_joac) julio 4, 2015
La polémica por el sistema de voto electrónico para las elecciones porteñas de mañana no se detiene. Ayer se supo que el software tiene un problema de seguridad que permitiría sumar varios votos de un candidato en una misma boleta, que se suma a la filtración de parte de código fuente de ese software y otras quejas por la seguridad del sistema.
Joaquín Sorianello es un programador que se enteró de esta información a través de la cuenta de Twitter @fraudevotar y corroboró que lo que se filtró en la web puede cambiar los resultados de la votación. El lo explicó así a LA NACION: «Lo que trascendió son los certificados SSL de los terminales que envían los datos desde las escuelas al centro de cómputos».
Al ser los que validan un envío digital de información (es una suerte de firma digital para avalar el origen o veracidad de un contenido), podrían ser usados para enviar resultados falsos del escrutinio.
Anoche, pasadas las 22.00, recibió el llamado de un familiar que le avisó que la Policía Metropolitana le estaba allanando su domicilio en busca de cualquier aparato electrónico que contuviera memoria. Él estaba en Bariloche, donde se fue a pasar unos días con su familia. Desde allí, en una conversación telefónica con este medio, en un estado de visible nerviosismo, dijo: «Yo no tengo nada que ocultar, apenas me enteré de esto [por la falla de seguridad del sistema de votación electrónica] me contacté con la empresa MSA para avisarle». Y agregó: «Si quisiera hackear o hacer algo dañino no le hubiera avisado a la empresa».
La jueza María Luisa Escrich ordenó el allanamiento en la casa del programador, que concretó la Policía Metropolitana, según confirmaron fuentes policiales.
«Me llamó mi tío contándome que estaban por allanar mi domicilio. Tuvo que ir mi novia porque yo estoy en Bariloche; llegó justo, casi me rompen la puerta. Se llevaron computadoras, pendrives», dijo. Y se sinceró: «Estoy muy asustado, me cagué todo».
El programador informático siguió su declaración telefónica. Es una de las tantas que -dijo- hizo durante esta noche. También Twitter fue su herramienta de expresión: se puede ver en su cuenta una catarata de tuits descargándose sobre este episodio. Incluso en esa red social informó sobre el allanamiento.
«La verdad que es increíble, le aviso a la empresa que tienen una falla en el sistema de voto y lo siguiente que hacen es allanarme el domicilio a mí en vez de buscar a los verdaderos culpables. La cuenta @fraudevotar es la que publicó toda la información», manifestó ofuscado. Y siguió: «Yo sólo soy un programador, no soy un hacker».
Sorianello declaró a LA NACION que se contactó con la comisaría de Caballito para corroborar el allanamiento: «Me dijeron que sí, pero no pudieron decirme ni por qué era ni cuánto iban a tardar». Además, dijo que no recibió ningún llamado de la empresa cuando hace más de una semana que les comentó sobre la falla.
Fuentes de la Policía Metropolitana confirmaron a LA NACION que se realizó el allanamiento en el domicilio del programador, y que se secuestraron todos los elementos con capacidad de almacenar datos.
Después de encontrar una vulnerabilidad grave en el sistema de voto electrónico a #MSA estan allanando mi casa, los de delitos informaticos.&- joac (@_joac) julio 4, 2015
Parece que tocar al #votoelectronico es tocar intereses muy grandes&- joac (@_joac) julio 4, 2015
Si, allanaron mi casa. Se estan llevando computadoras, kindles, y toda clase de memoria.&- joac (@_joac) julio 4, 2015
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