El Banco Popular de China devaluó este martes su moneda, el yuan, después de que su cotización se mantuviera invariable con respecto al dólar estadounidense durante meses y sus ventas al exterior se hayan resentido por ello. El organismo fijó la tasa media de referencia en los 6,2298 dólares, una depreciación del 1,86% con respecto a la cifra del lunes. Tras este cambio, el valor del yuan frente al dólar se sitúa en mínimos de tres años.
En un comunicado, el regulador monetario catalogó la medida de «depreciación excepcional» con el objetivo de que el tipo de cambio «refleje mejor las fuerzas del mercado». China gestiona el tipo de cambio de su moneda a través de una tasa media de referencia que el Banco Central establece diariamente y cuyo valor está expuesto a una banda de fluctuación de un máximo del 2% diario.
«China mantiene un superávit comercial relativamente grande y el tipo de cambio del Renminbi es relativamente fuerte frente a otras divisas mundiales. Esto no es totalmente coherente con las expectativas del mercado. Por lo tanto, es un buen momento para mejorar su sistema de cotización», defendió el organismo regulador.
La devaluación, que según Bloomberg es la mayor en dos décadas, sucede tras la caída sostenida de las ventas al extranjero del gigante asiático, uno de los grandes motores de crecimiento económico del país en las últimas décadas. En lo que va de año, el valor del comercio exterior ha bajado un 7,3% con respecto al mismo periodo del año anterior, una cifra muy alejada de los objetivos del Gobierno para este año, que esperaban un crecimiento del 6%.
Mientras que el valor de la moneda china ha estado pegado al del dólar, las divisas de sus principales competidores se han depreciado considerablemente. El yuan se ha fortalecido más de un 21% con respecto al yen japonés y más de 11% con respecto al won surcoreano en el último año, por lo que los productos chinos han perdido competitividad. La cotización de la moneda de su principal socio comercial, el euro, también se ha depreciado más de un 17% frente a la divisa china.
A pesar de la progresiva desaceleración de su economía, las autoridades chinas han abogado durante los últimos meses por sostener el valor del yuan con el objetivo de evitar las fugas de capitales y presentar su moneda como un valor estable para impulsar su uso fuera de sus fronteras. De hecho, uno de los grandes objetivos de Pekín es que el Fondo Monetario Internacional incluya la moneda china en la cesta que determina el valor de los Derechos Especiales de Giro, algo que reconocería de forma oficial el yuan como un activo de reservas internacional y empujaría su uso en todo el planeta. Sin embargo, el FMI presiona para que la moneda china sea plenamente convertible en los mercados internacionales. En este sentido, el Banco Central aseguró que la depreciación forma parte de las medidas para lograr que «el mercado desempeñe un papel más prominente» a la hora de determinar el tipo de cambio del yuan en el futuro.
La UE ve «positiva» la devaluación
Poco dado a pronunciarse sobre cambios en la política económica de otros países o bloques económicos, el Ejecutivo comunitario ha roto este martes su pauta de actuación habitual y ha valorado la decisión del Banco Popular de China de devaluar el yuan casi un 2% para animar el crecimiento de la segunda economía del planeta. «Consideramos que se trata de un paso positivo», ha señalado una portavoz económica de la Comisión Europea.
La medida anunciada en la madrugada del domingo al lunes muestra, ha añadido, muestra un cambio en el régimen de operaciones que permitirá «reflejar mejor el equilibrio entre la oferta y la demanda» en los mercados de divisas.
En un comunicado, el regulador monetario catalogó la medida de «depreciación excepcional» con el objetivo de que el tipo de cambio «refleje mejor las fuerzas del mercado». China gestiona el tipo de cambio de su moneda a través de una tasa media de referencia que el Banco Central establece diariamente y cuyo valor está expuesto a una banda de fluctuación de un máximo del 2% diario.
«China mantiene un superávit comercial relativamente grande y el tipo de cambio del Renminbi es relativamente fuerte frente a otras divisas mundiales. Esto no es totalmente coherente con las expectativas del mercado. Por lo tanto, es un buen momento para mejorar su sistema de cotización», defendió el organismo regulador.
La devaluación, que según Bloomberg es la mayor en dos décadas, sucede tras la caída sostenida de las ventas al extranjero del gigante asiático, uno de los grandes motores de crecimiento económico del país en las últimas décadas. En lo que va de año, el valor del comercio exterior ha bajado un 7,3% con respecto al mismo periodo del año anterior, una cifra muy alejada de los objetivos del Gobierno para este año, que esperaban un crecimiento del 6%.
Mientras que el valor de la moneda china ha estado pegado al del dólar, las divisas de sus principales competidores se han depreciado considerablemente. El yuan se ha fortalecido más de un 21% con respecto al yen japonés y más de 11% con respecto al won surcoreano en el último año, por lo que los productos chinos han perdido competitividad. La cotización de la moneda de su principal socio comercial, el euro, también se ha depreciado más de un 17% frente a la divisa china.
A pesar de la progresiva desaceleración de su economía, las autoridades chinas han abogado durante los últimos meses por sostener el valor del yuan con el objetivo de evitar las fugas de capitales y presentar su moneda como un valor estable para impulsar su uso fuera de sus fronteras. De hecho, uno de los grandes objetivos de Pekín es que el Fondo Monetario Internacional incluya la moneda china en la cesta que determina el valor de los Derechos Especiales de Giro, algo que reconocería de forma oficial el yuan como un activo de reservas internacional y empujaría su uso en todo el planeta. Sin embargo, el FMI presiona para que la moneda china sea plenamente convertible en los mercados internacionales. En este sentido, el Banco Central aseguró que la depreciación forma parte de las medidas para lograr que «el mercado desempeñe un papel más prominente» a la hora de determinar el tipo de cambio del yuan en el futuro.
La UE ve «positiva» la devaluación
Poco dado a pronunciarse sobre cambios en la política económica de otros países o bloques económicos, el Ejecutivo comunitario ha roto este martes su pauta de actuación habitual y ha valorado la decisión del Banco Popular de China de devaluar el yuan casi un 2% para animar el crecimiento de la segunda economía del planeta. «Consideramos que se trata de un paso positivo», ha señalado una portavoz económica de la Comisión Europea.
La medida anunciada en la madrugada del domingo al lunes muestra, ha añadido, muestra un cambio en el régimen de operaciones que permitirá «reflejar mejor el equilibrio entre la oferta y la demanda» en los mercados de divisas.