NEUQUÉN (AN).- La idea que circuló hace meses finalmente se confirmó: Vaca Muerta acusó el primer golpe de la crisis internacional. La principal operadora de la Cuenca Neuquina, la petrolera estatal YPF, parará nueve equipos entre torres de perforación y de terminación. El parate afectará a 500 trabajadores directamente y muchos otros a través de las contratistas y tercerizadas.
La explicación oficial dice que son equipos que terminaron su plan de trabajo para este año y ante la incertidumbre de los objetivos para el año siguiente, se paralizaron hasta nuevo aviso. Los operarios tendrán vacaciones -es decir se les pagará el sueldo completo- y se le liquidarán francos acumulados. El compromiso es no retirar las torres de la zona y ponerlas en marcha cuando haya certezas de inversión.
El titular del sindicato de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, confirmó el anuncio pero lo diferenció de lo ocurrido en las cuencas del sur donde los gremios firmaron un acuerdo. «Acá no firmamos nada, si dicen que no tienen dinero para seguir que les den vacaciones a los compañeros, pero queremos que los equipos vuelvan a funcionar», dijo a «Río Negro».
Inicialmente el parate sería por 20 días, pero varias fuentes del sector coincidieron en que el sistema será rotativo y que se extenderá, cómo mínimo, hasta terminado el mes de enero del año próximo.
El plan anticipado por YPF, que seguramente acompañen otras operadoras, contempla la baja del 15% de los equipos que la petrolera nacional tiene en el país. Esto es algo así como 15 equipos de drilling, pulling y workover. Sin dudas que la Cuenca Neuquina será la más afectada por el nivel de actividad que acumuló con el desarrollo de Vaca Muerta.
En la zona se desarmarán cuatro equipos de perforación y cinco de terminación. Esto representa 500 empleos directos, pero la cifra ampliada puede trepar a los 1.500 con las empresas contratistas.
«Vamos a controlar que después no quieran volver a subir los equipos, por sabemos que hay un crisis muy grande donde no hay inversiones. Vamos a pelearla desde un lugar muy difícil», dijo Pereyra.
Una de las firmas que anunciaron bajas en las inversiones fue Chevron, la socia financiera de YPF, que no ocultó su descontento tras el fallo de la Corte Suprema que ordenó dar a conocer los detalles del acuerdo para el desarrollo de Loma Campana.
La explicación oficial dice que son equipos que terminaron su plan de trabajo para este año y ante la incertidumbre de los objetivos para el año siguiente, se paralizaron hasta nuevo aviso. Los operarios tendrán vacaciones -es decir se les pagará el sueldo completo- y se le liquidarán francos acumulados. El compromiso es no retirar las torres de la zona y ponerlas en marcha cuando haya certezas de inversión.
El titular del sindicato de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, confirmó el anuncio pero lo diferenció de lo ocurrido en las cuencas del sur donde los gremios firmaron un acuerdo. «Acá no firmamos nada, si dicen que no tienen dinero para seguir que les den vacaciones a los compañeros, pero queremos que los equipos vuelvan a funcionar», dijo a «Río Negro».
Inicialmente el parate sería por 20 días, pero varias fuentes del sector coincidieron en que el sistema será rotativo y que se extenderá, cómo mínimo, hasta terminado el mes de enero del año próximo.
El plan anticipado por YPF, que seguramente acompañen otras operadoras, contempla la baja del 15% de los equipos que la petrolera nacional tiene en el país. Esto es algo así como 15 equipos de drilling, pulling y workover. Sin dudas que la Cuenca Neuquina será la más afectada por el nivel de actividad que acumuló con el desarrollo de Vaca Muerta.
En la zona se desarmarán cuatro equipos de perforación y cinco de terminación. Esto representa 500 empleos directos, pero la cifra ampliada puede trepar a los 1.500 con las empresas contratistas.
«Vamos a controlar que después no quieran volver a subir los equipos, por sabemos que hay un crisis muy grande donde no hay inversiones. Vamos a pelearla desde un lugar muy difícil», dijo Pereyra.
Una de las firmas que anunciaron bajas en las inversiones fue Chevron, la socia financiera de YPF, que no ocultó su descontento tras el fallo de la Corte Suprema que ordenó dar a conocer los detalles del acuerdo para el desarrollo de Loma Campana.