Por carta, pequeñas refinadoras reclamaron a Aranguren soluciones para el sector

Las pequeñas y medianas refinerías –conocidas en la jerga petrolera como Refipymes- presentaron una nota en el Ministerio de Energía y Minería para informar al titular del área, Juan José Aranguren, sobre las problemáticas que atentan contra la sustentabilidad de su negocio tras la devaluación del peso registrada hace dos semanas.
Con una misiva ingresada a mesa de entradas el 30 de diciembre a la que accedió El Inversor Online, un grupo de cinco empresas –New American Oil, Energía Derivados del Petróleo, Fox Petrol, Grasta Petróleo y Verasur- reclamó al Gobierno soluciones para revertir un cuadro de situación “so pena de hacer inviable la continuidad” de su actividad.
El escrito, también dirigido al senador neuquino y titular de la Comisión de Energía Guillermo Pereyra, consta de cuatro problemáticas puntuales para las Refipymes, que sugieren medidas para solucionarlas.
Efecto de la devaluación: Aseguran que les resulta imposible competir debido al salto del peso de más del 30% respecto al dólar el 17 de diciembre pasado, detallando que el crudo que habían retirado antes de esa fecha, ya vendido con una financiación de entre 30 y 45 días, se les cobra mucho más caro al momento de vencimiento de las facturas. Por tanto, piden quedar excluidas.
Pedido de consenso y participación: Desde el sector se cuestiona no haber sido consultados sobre las nuevas reglas de juego establecidas a raíz de la devaluación. Y advierten que esa situación provocó un parate obligado en las operaciones que, de persistir, podría obligarlas a darle un cese definitivo.
Incertidumbre: Sostienen que debido a la devaluación y a la inestabilidad del precio del petróleo, no tienen forma de vender y se ven obligados a pagar deudas comerciales propias de la actividad. Insisten en conocer una pronta decisión para saber cómo volverán a operar.
No discriminación: Cuestionan no haber podido importar petróleo a valores menores de los del mercado local, como sí lo hicieron las grandes refinadoras; no haber sido autorizadas a importar Gas Oil Grado 3; y tener que pagar un plus adicional al costo del petróleo que pagan los grandes refinadores.
Las pequeñas refinerías cierran la carta detallando que representan a un importante grupo de operadoras del mercado, que nuclea a más de 1000 trabajadores en forma directa e indirecta.

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