Los jefes provinciales participarán mañana en San Juan de una cumbre para presionar a la Casa Rosada por un reparto más equitativo de fondos
En un ensayo para mostrarse juntos y con la intención de marcarle la cancha a Mauricio Macri, los gobernadores del PJ arman una cumbre para potenciar un reclamo que los abroquela: la discusión por el reparto de fondos, sobre todo después de la decisión de la Casa Rosada de aumentar por decreto el porcentaje de coparticipación que recibe la Capital, bastión de Pro.
La cita es convocada por José Luis Gioja, ex gobernador sanjuanino, diputado y cacique que puede amalgamar a las distintas vertientes de un peronismo tajeado por las internas. Será su tierra, según planean, el escenario del encuentro de mañana.
Hasta ahora, los organizadores contaban en el listado preliminar de asistentes al anfitrión Sergio Uñac, el delfín de Gioja en la gobernación; Juan Manuel Urtubey (Salta); Sergio Casas (La Rioja); Domingo Peppo (Chaco), y Juan Manzur (Tucumán), según confiaron a LA NACION, a la espera de más confirmaciones. El dato que más festejaban era la posible participación de Carlos Verna (La Pampa), un mandatario enfrentado al kirchnerismo.
El vínculo con los jefes provinciales había arrancado con buena sintonía desde el almuerzo que compartieron con Macri en Olivos, apenas asumió. Desde entonces, desfilan por despachos de Balcarce 50 y disfrutan de un canal de diálogo que no tuvieron en la era K. Eso parece que no alcanzó para atenuar el malestar que generó la medida del Presidente de convocarlos para discutir la coparticipación y, mientras se enredan en un debate larguísimo, premia a la ciudad de Buenos Aires.
Anteayer, salieron a coro para cuestionar el decreto. Verna trató a Macri de «unitario», Urtubey pidió «correlato» con los otros distritos y Manzur criticó que «al distrito más rico le dan más recursos». No sólo esa reacción generó la resolución: dio al peronismo una razón de oro para reubicarse en una causa común, pese a los tironeos. Hasta los bloques legislativos del Frente para la Victoria mostraron posturas homogéneas.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, buscó calmar el enojo: prometió reunirse con ellos de a uno para revisar el tema y encaminar una negociación integral. De hecho, ayer estuvo en San Juan, donde compartió un acto con Uñac.
En el Gobierno insisten en que el incremento del coeficiente de coparticipación de 1,4% a 3,75% no perjudica a otras provincias (ya que se descuenta de fondos de Nación) y que se hizo para financiar el traspaso de la Policía Federal. Según estimaciones oficiales, la administración de Horacio Rodríguez Larreta obtendrá $ 15.900 millones adicionales este año.
La reunión en San Juan también se decodifica en clave partidaria. Con varios mandatarios que recién aterrizan en el poder y una disputa expuesta entre el PJ tradicional y el cristinismo, la «mesa» de gobernadores era más una expresión de deseo que un cuerpo orgánico para análisis reales y definiciones conjuntas.
Esta modalidad, aseguran, puede ordenar el vínculo con el Gobierno y, a la vez, sirve para el reacomodamiento del sello, que debe renovar autoridades antes de mayo. Dos ya dieron señales de querer dar batalla: Urtubey, más anclado en el peronismo clásico, y Jorge Capitanich, intendente de Resistencia, que está cerca de Cristina Kirchner y La Cámpora. En el medio, suenan desde Guillermo Moreno, que con su flamante agrupación La Néstor quiere meterse en las conversaciones, hasta el tucumano Manzur, que no ocultó sus aspiraciones ante históricos barones del conurbano.
Aunque es una idea que no maduró aún, los más componedores exploran la opción de que un dirigente como Gioja, sin ambición presidencial, pueda ser prenda de unidad.
La juntada sanjuanina coincide con otra reunión peronista: los intendentes bonaerenses que intentan sanar heridas después del huracán que dejó la aprobación del presupuesto a María Eugenia Vidal. El acuerdo con la gobernadora macrista generó un quiebre entre la posición del peronismo más territorial y los camporistas. Allí, como en la cumbre cuyana, también prometen un libreto más exigente hacia Cambiemos, aunque sin caer en excesos. Nadie quiere ir en tránsito rápido de las ondas de amor y paz a pintarse la cara para la guerra.
Una pelea que recién comienza
Anulación por decreto
Con un DNU, Mauricio Macri derogó el 13 de diciembre pasado el decreto firmado por Cristina Kirchner antes de irse que disponía el cese de la retención del 15% de los fondos coparticipables que efectuaba el Estado sobre todas las provincias
Benefician a Larreta
Los gobernadores del PJ reaccionaron cuando el martes último el Gobierno elevó de 1,4 a 3,75% el coeficiente de coparticipación para la ciudad de Buenos Aires, que lidera el macrista Horacio Rodríguez Larreta. Los peronistas acusaron a Macri de «unitario» y pidieron un reparto de fondos más equitativo
En un ensayo para mostrarse juntos y con la intención de marcarle la cancha a Mauricio Macri, los gobernadores del PJ arman una cumbre para potenciar un reclamo que los abroquela: la discusión por el reparto de fondos, sobre todo después de la decisión de la Casa Rosada de aumentar por decreto el porcentaje de coparticipación que recibe la Capital, bastión de Pro.
La cita es convocada por José Luis Gioja, ex gobernador sanjuanino, diputado y cacique que puede amalgamar a las distintas vertientes de un peronismo tajeado por las internas. Será su tierra, según planean, el escenario del encuentro de mañana.
Hasta ahora, los organizadores contaban en el listado preliminar de asistentes al anfitrión Sergio Uñac, el delfín de Gioja en la gobernación; Juan Manuel Urtubey (Salta); Sergio Casas (La Rioja); Domingo Peppo (Chaco), y Juan Manzur (Tucumán), según confiaron a LA NACION, a la espera de más confirmaciones. El dato que más festejaban era la posible participación de Carlos Verna (La Pampa), un mandatario enfrentado al kirchnerismo.
El vínculo con los jefes provinciales había arrancado con buena sintonía desde el almuerzo que compartieron con Macri en Olivos, apenas asumió. Desde entonces, desfilan por despachos de Balcarce 50 y disfrutan de un canal de diálogo que no tuvieron en la era K. Eso parece que no alcanzó para atenuar el malestar que generó la medida del Presidente de convocarlos para discutir la coparticipación y, mientras se enredan en un debate larguísimo, premia a la ciudad de Buenos Aires.
Anteayer, salieron a coro para cuestionar el decreto. Verna trató a Macri de «unitario», Urtubey pidió «correlato» con los otros distritos y Manzur criticó que «al distrito más rico le dan más recursos». No sólo esa reacción generó la resolución: dio al peronismo una razón de oro para reubicarse en una causa común, pese a los tironeos. Hasta los bloques legislativos del Frente para la Victoria mostraron posturas homogéneas.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, buscó calmar el enojo: prometió reunirse con ellos de a uno para revisar el tema y encaminar una negociación integral. De hecho, ayer estuvo en San Juan, donde compartió un acto con Uñac.
En el Gobierno insisten en que el incremento del coeficiente de coparticipación de 1,4% a 3,75% no perjudica a otras provincias (ya que se descuenta de fondos de Nación) y que se hizo para financiar el traspaso de la Policía Federal. Según estimaciones oficiales, la administración de Horacio Rodríguez Larreta obtendrá $ 15.900 millones adicionales este año.
La reunión en San Juan también se decodifica en clave partidaria. Con varios mandatarios que recién aterrizan en el poder y una disputa expuesta entre el PJ tradicional y el cristinismo, la «mesa» de gobernadores era más una expresión de deseo que un cuerpo orgánico para análisis reales y definiciones conjuntas.
Esta modalidad, aseguran, puede ordenar el vínculo con el Gobierno y, a la vez, sirve para el reacomodamiento del sello, que debe renovar autoridades antes de mayo. Dos ya dieron señales de querer dar batalla: Urtubey, más anclado en el peronismo clásico, y Jorge Capitanich, intendente de Resistencia, que está cerca de Cristina Kirchner y La Cámpora. En el medio, suenan desde Guillermo Moreno, que con su flamante agrupación La Néstor quiere meterse en las conversaciones, hasta el tucumano Manzur, que no ocultó sus aspiraciones ante históricos barones del conurbano.
Aunque es una idea que no maduró aún, los más componedores exploran la opción de que un dirigente como Gioja, sin ambición presidencial, pueda ser prenda de unidad.
La juntada sanjuanina coincide con otra reunión peronista: los intendentes bonaerenses que intentan sanar heridas después del huracán que dejó la aprobación del presupuesto a María Eugenia Vidal. El acuerdo con la gobernadora macrista generó un quiebre entre la posición del peronismo más territorial y los camporistas. Allí, como en la cumbre cuyana, también prometen un libreto más exigente hacia Cambiemos, aunque sin caer en excesos. Nadie quiere ir en tránsito rápido de las ondas de amor y paz a pintarse la cara para la guerra.
Una pelea que recién comienza
Anulación por decreto
Con un DNU, Mauricio Macri derogó el 13 de diciembre pasado el decreto firmado por Cristina Kirchner antes de irse que disponía el cese de la retención del 15% de los fondos coparticipables que efectuaba el Estado sobre todas las provincias
Benefician a Larreta
Los gobernadores del PJ reaccionaron cuando el martes último el Gobierno elevó de 1,4 a 3,75% el coeficiente de coparticipación para la ciudad de Buenos Aires, que lidera el macrista Horacio Rodríguez Larreta. Los peronistas acusaron a Macri de «unitario» y pidieron un reparto de fondos más equitativo