Manzur brindó su respaldo a la gestión de Macri en un encuentro con funcionarios nacionales en su domicilio privado. El oficialismo se fue con el convencimiento de contar con el acompañamiento de los senadores tucumanos en la votación para el acuerdo con los holdouts
En 100 días de gestión, el ministro del Interior Rogelio Frigerio fue uno de los miembros del gabinete del presidente Mauricio Macri que más viajó por el país. “El otro día hicimos un cálculo y creo que hemos recorrido algo así como 30.000 kilómetros por distintos puntos de la Argentina”, confiesa a LA GACETA el funcionario nacional. Ayer, por ejemplo, voló desde el Aeroparque Jorge Newbery hasta Mendoza (En Los Horcones firmó con su par chileno un convenio para unificar el control aduanero) y de allí hasta Tucumán para sellar el convenio marco para la construcción de viviendas. Esa fue la excusa. Lo concreto es que Frigerio terminó de sellar con el gobernador Juan Manzur un acuerdo más político que institucional para el acompañamiento a las medidas que adopte la Casa Rosada y que necesiten el apoyo provincial.
Por un lado, Tucumán apoyará en el Senado la sanción de la ley para que el Gobierno nacional avance el arreglo con los holdouts. De hecho, más con convencimiento que con ironía, el propio presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó, le dijo a este diario: “en el almuerzo logramos el voto del senador”. Aludía así al asado que sirvió Manzur, en su residencia, a los funcionarios nacionales (asistieron el secretario del Interior, Sebastián De Luca, y el director de Aysa, Pablo Walter), a gran parte de los legisladores provinciales y el senador José Alperovich, que se retiró antes de la llegada de Frigerio.
Cerca de las 17, el ministro del Interior llegó al domicilio del gobernador tucumano. “Sentite como en casa”, le dijo el anfitrión. “Me sentí como en mi casa”, repitió, dos horas más tarde Frigerio en la Casa de Gobierno, donde se organizó una suerte de acto peronista de urgencia porque la lluvia obligó a cambiar el escenario para la firma del convenio Nación-provincia, en Monteros.
El distanciamiento político se achicó. Frigerio fue testigo de ello. En el encuentro vespertino en casa de Manzur, alrededor de una misma mesa habían peronistas, afines al gobierno y no cercanos (como el secretario de Vivienda de la Nación, Domingo Amaya) y dirigentes del PRO (la comitiva nacional, Walter y el legislador Alberto Colombres Garmendia). Manzur intentó romper el hielo. “Hay que intentar trabajar juntos y aportar para que al país le vaya bien; tenemos que ser generosos y construir hacia adelante”, arrancó a modo de discurso. Y, mirando a Amaya, se explayó: “esta mesa debe ser un símbolo de los nuevos tiempos, el de la búsqueda de consensos para que al presidente (Mauricio) Macri le vaya bien. Las rivalidades políticas ya fueron; debemos mirar hacia adelante”, indicó el gobernador, mientras el ministro del Interior tomaba mates.
Frigerio vino con una tácita propuesta: avanzar con el acuerdo marco para cerrar el reclamo por el 15% de la coparticipación retenida a Tucumán. Ya ofreció un 3% (representan unos $ 600 millones) que se abonará este año y está casi por definirse el esquema financiero para saldar un porcentaje similar con avales financieros. El resto se abonará en cuatro años más. “El gobernador manifestó que entiende que esta vía es mucho más conveniente que la judicial”, manifestó Frigerio a LA GACETA. Desde el otro lado, Manzur respondió: “lo firmaré cuando me den los papeles”.
En los próximos días, la Casa Rosada convocará a los gobernadores a un encuentro general, que tendrá como sede, en principio, a Córdoba.
-¿El Gobierno nacional sellará el acuerdo integral en esa reunión con los mandatarios?
-Creo que, antes de esa cumbre, podemos fijar el marco general del acuerdo, porque las firmas serán individuales. Hablamos de un convenio bilateral, en el que se fijarán las condiciones de la relación fiscal entre Nación y cada provincia.
-¿Prevé una nueva refinanciación integral de la deuda que las provincias mantienen con la administración central?
-Vamos a trabajar en ello dentro del marco de los acuerdos bilaterales. En eso estamos.
-¿Cree que los mandatarios han contribuido a la gobernabilidad del país en estos 100 días de gestión?
-En parte, tienen que ver con eso. Pero también aportó el apoyo de la gente y los cambios que estamos instrumentando en la Argentina y en la forma de hacer política en el país.
-¿Qué puede exhibir la administración de Macri en este tiempo transcurrido?
-Lo realizado hasta ahora es una muestra clara de que el cambio venía en serio y que entendemos la política de otra manera, de haber escuchado el reclamo que la gente porque cada argentino quiere que los políticos le ayuden a resolver los problemas, que hagan cosas y que se junten. Y creo que la mayoría (de los políticos) estamos en ese camino.
El sustento regional
Frigerio terminó su ronda vespertina de mate cebado. El resto de los funcionarios saborearon café, con medialunas y facturas. Salieron de la casa de Manzur con rumbo a la Casa de Gobierno. Allí, el ministro del Interior sintió el calor peronista. Y comenzó el otro discurso. “Tenemos que poner de pie a la Argentina, ya que hace cuatro años que no crece, que no se genera empleo genuino”, dijo en el Salón Blanco. También señaló que hay que encarrilar la lucha contra la inflación, “que es un flagelo que se come el poder adquisitivo de los que menos tienen”.
Frigerio reafirmó el compromiso de la gestión de Macri para “seguir ordenando la economía y avanzar en aquello que el presidente de la Nación considera la locomotora del crecimiento y de la recuperación del país: las economías regionales”. Con este último concepto se despidió el ministro. “En estos 100 días de gestión, hemos dado muestra de motorizar las economías regionales, que tanto tiene que ver con Tucumán”, finalizó.
LA EQUIDAD MACRISTA.- Durante el almuerzo de ayer, Emilio Monzó deslizó que a Tucumán se la trató igual que las otras provincias. Y agradeció el acompañamiento de algunos diputados tucumanos en la votación a favor del acuerdo con los bonistas. El presidente de la Cámara Baja también apuntó hacia José Alperovich, que deberá votar la iniciativa oficial. El ex mandatario sonrió ante el pedido macrista. Se fue en silencio de la casa de Manzur y no se lo vio luego en el acto de la Casa de Gobierno. La gran ausente fue la otra senadora por el Frente para la Victoria, Beatriz Mirkin.
INCOMODIDAD.- Un comentario puso nerviosos a varios de los comensales. Fue cuando uno de los miembros de la comitiva nacional recordó que el caso de Tucumán contribuyó al triunfo de Cambiemos en las presidenciales. Según se comentó, las denuncias en las elecciones locales sirvieron al actual gobierno federal para robustecer la fiscalización electoral, particularmente en el conurbano bonaerense.
Parálisis de obras.- El corte de la cadena de pagos en la construcción también fue tema de conversación. En el Gobierno dicen que convocarán a las empresas para sellar un acuerdo para el pago de una deuda de $ 190 millones hasta octubre pasado. Los certificados de obras que se adeuden con fecha posterior serán financiados con un mix de recursos provinciales y un aporte federal que llegaría en las próximas semanas.
Movilización.- Llamó la atención la velocidad con el Gobierno movilizó a grupos de militantes hacia el Salón Blanco. “Estaba todo organizado en Monteros. Se movilizó a la gente de ese departamento y de alrededores. Lamentablemente, la lluvia impidió que se haga el acto en ese lugar. Por eso, se decidió ir a la Casa de Gobierno. Se acercó la gente zonas cercanas a la ciudad, a San Miguel (de Tucumán)”, comentó Arturo Soria, secretario de Coordinación Territorial.
Se cayó parte del techo.- Antes del inicio del acto en Casa de Gobierno hubo un contratiempo. Una pequeña parte del techo del Salón Blanco se desprendió y cayó sobre unos presentes, quienes estaban sentados en las primeras filas.
CIERRE EN FAMAILLÁ.- Rogelio Frigerio arrancó la jornada a las 5 en Buenos Aires. Viajó luego en avión a Mendoza y de allí hizo tres horas por vía terrestre hasta llegar a Los Horcones a firmar un convenio con Chile. El periplo continuó por Tucumán, donde arribó cerca de las 16,30 de ayer. Tras el acto en la Casa de Gobierno, el ministro del Interior fue a una reunión en Famaillá, donde lo esperaban intendentes y comisionados rurales. Allí Frigerio y el resto de la comitiva nacional saborearon empanadas. Se fue de Tucumán pasadas las 22.
En 100 días de gestión, el ministro del Interior Rogelio Frigerio fue uno de los miembros del gabinete del presidente Mauricio Macri que más viajó por el país. “El otro día hicimos un cálculo y creo que hemos recorrido algo así como 30.000 kilómetros por distintos puntos de la Argentina”, confiesa a LA GACETA el funcionario nacional. Ayer, por ejemplo, voló desde el Aeroparque Jorge Newbery hasta Mendoza (En Los Horcones firmó con su par chileno un convenio para unificar el control aduanero) y de allí hasta Tucumán para sellar el convenio marco para la construcción de viviendas. Esa fue la excusa. Lo concreto es que Frigerio terminó de sellar con el gobernador Juan Manzur un acuerdo más político que institucional para el acompañamiento a las medidas que adopte la Casa Rosada y que necesiten el apoyo provincial.
Por un lado, Tucumán apoyará en el Senado la sanción de la ley para que el Gobierno nacional avance el arreglo con los holdouts. De hecho, más con convencimiento que con ironía, el propio presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó, le dijo a este diario: “en el almuerzo logramos el voto del senador”. Aludía así al asado que sirvió Manzur, en su residencia, a los funcionarios nacionales (asistieron el secretario del Interior, Sebastián De Luca, y el director de Aysa, Pablo Walter), a gran parte de los legisladores provinciales y el senador José Alperovich, que se retiró antes de la llegada de Frigerio.
Cerca de las 17, el ministro del Interior llegó al domicilio del gobernador tucumano. “Sentite como en casa”, le dijo el anfitrión. “Me sentí como en mi casa”, repitió, dos horas más tarde Frigerio en la Casa de Gobierno, donde se organizó una suerte de acto peronista de urgencia porque la lluvia obligó a cambiar el escenario para la firma del convenio Nación-provincia, en Monteros.
El distanciamiento político se achicó. Frigerio fue testigo de ello. En el encuentro vespertino en casa de Manzur, alrededor de una misma mesa habían peronistas, afines al gobierno y no cercanos (como el secretario de Vivienda de la Nación, Domingo Amaya) y dirigentes del PRO (la comitiva nacional, Walter y el legislador Alberto Colombres Garmendia). Manzur intentó romper el hielo. “Hay que intentar trabajar juntos y aportar para que al país le vaya bien; tenemos que ser generosos y construir hacia adelante”, arrancó a modo de discurso. Y, mirando a Amaya, se explayó: “esta mesa debe ser un símbolo de los nuevos tiempos, el de la búsqueda de consensos para que al presidente (Mauricio) Macri le vaya bien. Las rivalidades políticas ya fueron; debemos mirar hacia adelante”, indicó el gobernador, mientras el ministro del Interior tomaba mates.
Frigerio vino con una tácita propuesta: avanzar con el acuerdo marco para cerrar el reclamo por el 15% de la coparticipación retenida a Tucumán. Ya ofreció un 3% (representan unos $ 600 millones) que se abonará este año y está casi por definirse el esquema financiero para saldar un porcentaje similar con avales financieros. El resto se abonará en cuatro años más. “El gobernador manifestó que entiende que esta vía es mucho más conveniente que la judicial”, manifestó Frigerio a LA GACETA. Desde el otro lado, Manzur respondió: “lo firmaré cuando me den los papeles”.
En los próximos días, la Casa Rosada convocará a los gobernadores a un encuentro general, que tendrá como sede, en principio, a Córdoba.
-¿El Gobierno nacional sellará el acuerdo integral en esa reunión con los mandatarios?
-Creo que, antes de esa cumbre, podemos fijar el marco general del acuerdo, porque las firmas serán individuales. Hablamos de un convenio bilateral, en el que se fijarán las condiciones de la relación fiscal entre Nación y cada provincia.
-¿Prevé una nueva refinanciación integral de la deuda que las provincias mantienen con la administración central?
-Vamos a trabajar en ello dentro del marco de los acuerdos bilaterales. En eso estamos.
-¿Cree que los mandatarios han contribuido a la gobernabilidad del país en estos 100 días de gestión?
-En parte, tienen que ver con eso. Pero también aportó el apoyo de la gente y los cambios que estamos instrumentando en la Argentina y en la forma de hacer política en el país.
-¿Qué puede exhibir la administración de Macri en este tiempo transcurrido?
-Lo realizado hasta ahora es una muestra clara de que el cambio venía en serio y que entendemos la política de otra manera, de haber escuchado el reclamo que la gente porque cada argentino quiere que los políticos le ayuden a resolver los problemas, que hagan cosas y que se junten. Y creo que la mayoría (de los políticos) estamos en ese camino.
El sustento regional
Frigerio terminó su ronda vespertina de mate cebado. El resto de los funcionarios saborearon café, con medialunas y facturas. Salieron de la casa de Manzur con rumbo a la Casa de Gobierno. Allí, el ministro del Interior sintió el calor peronista. Y comenzó el otro discurso. “Tenemos que poner de pie a la Argentina, ya que hace cuatro años que no crece, que no se genera empleo genuino”, dijo en el Salón Blanco. También señaló que hay que encarrilar la lucha contra la inflación, “que es un flagelo que se come el poder adquisitivo de los que menos tienen”.
Frigerio reafirmó el compromiso de la gestión de Macri para “seguir ordenando la economía y avanzar en aquello que el presidente de la Nación considera la locomotora del crecimiento y de la recuperación del país: las economías regionales”. Con este último concepto se despidió el ministro. “En estos 100 días de gestión, hemos dado muestra de motorizar las economías regionales, que tanto tiene que ver con Tucumán”, finalizó.
LA EQUIDAD MACRISTA.- Durante el almuerzo de ayer, Emilio Monzó deslizó que a Tucumán se la trató igual que las otras provincias. Y agradeció el acompañamiento de algunos diputados tucumanos en la votación a favor del acuerdo con los bonistas. El presidente de la Cámara Baja también apuntó hacia José Alperovich, que deberá votar la iniciativa oficial. El ex mandatario sonrió ante el pedido macrista. Se fue en silencio de la casa de Manzur y no se lo vio luego en el acto de la Casa de Gobierno. La gran ausente fue la otra senadora por el Frente para la Victoria, Beatriz Mirkin.
INCOMODIDAD.- Un comentario puso nerviosos a varios de los comensales. Fue cuando uno de los miembros de la comitiva nacional recordó que el caso de Tucumán contribuyó al triunfo de Cambiemos en las presidenciales. Según se comentó, las denuncias en las elecciones locales sirvieron al actual gobierno federal para robustecer la fiscalización electoral, particularmente en el conurbano bonaerense.
Parálisis de obras.- El corte de la cadena de pagos en la construcción también fue tema de conversación. En el Gobierno dicen que convocarán a las empresas para sellar un acuerdo para el pago de una deuda de $ 190 millones hasta octubre pasado. Los certificados de obras que se adeuden con fecha posterior serán financiados con un mix de recursos provinciales y un aporte federal que llegaría en las próximas semanas.
Movilización.- Llamó la atención la velocidad con el Gobierno movilizó a grupos de militantes hacia el Salón Blanco. “Estaba todo organizado en Monteros. Se movilizó a la gente de ese departamento y de alrededores. Lamentablemente, la lluvia impidió que se haga el acto en ese lugar. Por eso, se decidió ir a la Casa de Gobierno. Se acercó la gente zonas cercanas a la ciudad, a San Miguel (de Tucumán)”, comentó Arturo Soria, secretario de Coordinación Territorial.
Se cayó parte del techo.- Antes del inicio del acto en Casa de Gobierno hubo un contratiempo. Una pequeña parte del techo del Salón Blanco se desprendió y cayó sobre unos presentes, quienes estaban sentados en las primeras filas.
CIERRE EN FAMAILLÁ.- Rogelio Frigerio arrancó la jornada a las 5 en Buenos Aires. Viajó luego en avión a Mendoza y de allí hizo tres horas por vía terrestre hasta llegar a Los Horcones a firmar un convenio con Chile. El periplo continuó por Tucumán, donde arribó cerca de las 16,30 de ayer. Tras el acto en la Casa de Gobierno, el ministro del Interior fue a una reunión en Famaillá, donde lo esperaban intendentes y comisionados rurales. Allí Frigerio y el resto de la comitiva nacional saborearon empanadas. Se fue de Tucumán pasadas las 22.