La gestión de Cambiemos es desaprobada por un porcentaje de sus adherentes en el balotaje de noviembre pasado, según un estudio de opinión en el AMBA. El impacto de los tarifazos y las revelaciones de los Panamá Papers, ejes de la caída. La región centro, bastión del respaldo PRO.
Las campañas electorales son una feria en la que se venden ilusiones. Quien mejor haga esa tarea puede ganar la votación. Luego, los meses pasan y la realidad desplaza de a poco al marketing. La luna de miel del gobierno nacional con el electorado está llegando a su fin incluso entre quienes votaron por Mauricio Macri en el balotaje del 22 de noviembre de 2015. El último estudio de la consultora Dicen, realizado en mayo en la zona del AMBA, indica que el 25% de los consultados que reconocen haber optado por Cambiemos en la segunda vuelta de la elección presidencial, hoy desaprueban la gestión del Ejecutivo. El estudio fue realizado a partir de 1093 entrevistas.
La evolución del respaldo a Macri dentro de sus propios votantes, según los números de Dicen, ha sido la siguiente: en diciembre lo respaldaba el 91% que lo había votado; en enero, el 83, en febrero y marzo, el 79; en abril y mayo bajó al 75 por ciento. Es decir: perdió 25 puntos de su base electoral.
El dato mencionado –lo que sucede con los votantes de Cambiemos– complementa lo que indican casi todos los sondeos, incluso de encuestadoras cercanas al gobierno: la fuerte caída en los niveles de aprobación del Presidente, aunque todavía preserve un respaldo significativo.
La encuesta de Dicen está centrada en el AMBA que representa más del 30% del electorado nacional. Allí, el gobierno sólo tiene 38 puntos de aprobación contra un 50,5% de desaprobación. El 11,5% de los encuestados prefirió eludir la pregunta.
«Esta tendencia se reproduce a nivel nacional, aunque Macri mejora un poco en el interior del país por el respaldo que todavía tiene en la región central (Córdoba, Mendoza, Santa Fe, La Pampa)», le explicó a Tiempo Hilario Moreno, director de Dicen.
Al ser consultado por cómo se distribuye la opinión dentro del AMBA, compuesta por CABA y GBA, el analista sostuvo: «La caída se produce tanto en Capital como en el Conurbano, pero claro que el piso del que parte Macri en su bastión es más alto. Por el contrario, el GBA es un territorio complicado para el Presidente. No hay que olvidarse que allí (Daniel) Scioli le ganó por 10 puntos en la última elección».
Como siempre, la economía.
El humor social está compuesto siempre por una multiplicidad de factores. No es posible explicar un estado de ánimo colectivo por un solo elemento. Sin embargo –se sabe– la situación económica y las expectativas sobre su evolución suelen ser los faros fundamentales a la hora de buscar el norte que ayude a entender la «buena o mala onda» de la sociedad con el gobierno. La presidencia de Macri no escapa de esta regla general.
«Los picos de caída en la aprobación de la gestión se asocian a un factor central: el anuncio y la suba de tarifas realizado por el ministro de Energía (Juan José Aranguren) y el aumento de la inflación», remarcó Moreno. El consultor aclaró que «no es fácil atribuir el fenómenos sólo a este motivo. Es multicausal. Por ejemplo: el tema de los Panamá Papers también afectó la imagen del Presidente porque impactó en su credibilidad».
El factor distintivo del sondeo de Dicen es que midió con precisión qué ocurre con quienes votaron a Cambiemos el año pasado. De hecho, cuando arrancó su gestión, como suele suceder casi siempre, el gobierno tenía una aprobación mucho mayor a su caudal electoral, por encima de los 65 puntos. Por eso podría pensarse que su caída posterior se producía sobre todo entre quienes habían optado por Scioli. La encuesta a la que tuvo acceso este diario indica que el cimbronazo del ajuste ya impacta en la base que el actual oficialismo supo construir.
«Hay mucha gente que votó a Macri pensando que se arreglaban dos o tres cosas, como levantar el cepo, regularizar el INDEC, y la economía volvería a crecer. Ese tipo de voto es el que más desilusionado está». «Además-agregó Moreno-la expectativa sobre cómo irán las cosas en el futuro también ha ido modificándose. Cada vez hay más pesimismo. Esto impacta muy fuerte en la aprobación de la gestión del Ejecutivo».
Un elemento inexorable para analizar es qué sucede con el resto del universo de quienes votaron al presidente, el 75% de ese segmento que todavía lo respalda. ¿Qué explica esta posición? «Básicamente son ciudadanos que creen que se están haciendo las cosas bien-contestó Moreno-. Que no había otro camino, por ejemplo, que subir las tarifas, que creen que la inflación bajará en los próximos meses y que los ajustes que hizo el oficialismo eran inexorables.
-Piensan que estamos mal pero vamos bien…
-Algo así. «
Las campañas electorales son una feria en la que se venden ilusiones. Quien mejor haga esa tarea puede ganar la votación. Luego, los meses pasan y la realidad desplaza de a poco al marketing. La luna de miel del gobierno nacional con el electorado está llegando a su fin incluso entre quienes votaron por Mauricio Macri en el balotaje del 22 de noviembre de 2015. El último estudio de la consultora Dicen, realizado en mayo en la zona del AMBA, indica que el 25% de los consultados que reconocen haber optado por Cambiemos en la segunda vuelta de la elección presidencial, hoy desaprueban la gestión del Ejecutivo. El estudio fue realizado a partir de 1093 entrevistas.
La evolución del respaldo a Macri dentro de sus propios votantes, según los números de Dicen, ha sido la siguiente: en diciembre lo respaldaba el 91% que lo había votado; en enero, el 83, en febrero y marzo, el 79; en abril y mayo bajó al 75 por ciento. Es decir: perdió 25 puntos de su base electoral.
El dato mencionado –lo que sucede con los votantes de Cambiemos– complementa lo que indican casi todos los sondeos, incluso de encuestadoras cercanas al gobierno: la fuerte caída en los niveles de aprobación del Presidente, aunque todavía preserve un respaldo significativo.
La encuesta de Dicen está centrada en el AMBA que representa más del 30% del electorado nacional. Allí, el gobierno sólo tiene 38 puntos de aprobación contra un 50,5% de desaprobación. El 11,5% de los encuestados prefirió eludir la pregunta.
«Esta tendencia se reproduce a nivel nacional, aunque Macri mejora un poco en el interior del país por el respaldo que todavía tiene en la región central (Córdoba, Mendoza, Santa Fe, La Pampa)», le explicó a Tiempo Hilario Moreno, director de Dicen.
Al ser consultado por cómo se distribuye la opinión dentro del AMBA, compuesta por CABA y GBA, el analista sostuvo: «La caída se produce tanto en Capital como en el Conurbano, pero claro que el piso del que parte Macri en su bastión es más alto. Por el contrario, el GBA es un territorio complicado para el Presidente. No hay que olvidarse que allí (Daniel) Scioli le ganó por 10 puntos en la última elección».
Como siempre, la economía.
El humor social está compuesto siempre por una multiplicidad de factores. No es posible explicar un estado de ánimo colectivo por un solo elemento. Sin embargo –se sabe– la situación económica y las expectativas sobre su evolución suelen ser los faros fundamentales a la hora de buscar el norte que ayude a entender la «buena o mala onda» de la sociedad con el gobierno. La presidencia de Macri no escapa de esta regla general.
«Los picos de caída en la aprobación de la gestión se asocian a un factor central: el anuncio y la suba de tarifas realizado por el ministro de Energía (Juan José Aranguren) y el aumento de la inflación», remarcó Moreno. El consultor aclaró que «no es fácil atribuir el fenómenos sólo a este motivo. Es multicausal. Por ejemplo: el tema de los Panamá Papers también afectó la imagen del Presidente porque impactó en su credibilidad».
El factor distintivo del sondeo de Dicen es que midió con precisión qué ocurre con quienes votaron a Cambiemos el año pasado. De hecho, cuando arrancó su gestión, como suele suceder casi siempre, el gobierno tenía una aprobación mucho mayor a su caudal electoral, por encima de los 65 puntos. Por eso podría pensarse que su caída posterior se producía sobre todo entre quienes habían optado por Scioli. La encuesta a la que tuvo acceso este diario indica que el cimbronazo del ajuste ya impacta en la base que el actual oficialismo supo construir.
«Hay mucha gente que votó a Macri pensando que se arreglaban dos o tres cosas, como levantar el cepo, regularizar el INDEC, y la economía volvería a crecer. Ese tipo de voto es el que más desilusionado está». «Además-agregó Moreno-la expectativa sobre cómo irán las cosas en el futuro también ha ido modificándose. Cada vez hay más pesimismo. Esto impacta muy fuerte en la aprobación de la gestión del Ejecutivo».
Un elemento inexorable para analizar es qué sucede con el resto del universo de quienes votaron al presidente, el 75% de ese segmento que todavía lo respalda. ¿Qué explica esta posición? «Básicamente son ciudadanos que creen que se están haciendo las cosas bien-contestó Moreno-. Que no había otro camino, por ejemplo, que subir las tarifas, que creen que la inflación bajará en los próximos meses y que los ajustes que hizo el oficialismo eran inexorables.
-Piensan que estamos mal pero vamos bien…
-Algo así. «