CULTURA › OPINION
Por Luis Machín *
El día 26/6, a través de un medio de comunicación al que usted le concedió una nota, me doy por enterado de que soy un ladrón partícipe del mayor fraude de la historia audiovisual argentina. Y que además mi voluntad fue comprada para seguir fanáticamente las políticas de un Gobierno Nacional elegido por el pueblo.
Lo primero que quiero decirle es que usted miente una vez más. Ya lo hizo diciendo que el número de desaparecidos fue inventado para cobrar subsidios. Es claro que usted piensa mucho en los subsidios, pero piensa mal. En su denuncia, sin fundamento ni pruebas, usted nombra a algunos actores y dice que no-sotros pedimos su renuncia. Usted, señor ministro, omite decir que somos cerca de 9 mil los firmantes de ese pedido, entre los que se encuentran representantes de la cultura, artistas nacionales e internacionales. Y usted continúa mintiendo al negar la veracidad de las firmas de los artistas internacionales. Esos artistas, mal que le pese, han firmado su pedido de renuncia.
Lo que usted intenta hacer, señor ministro, es ensuciar. Es la suya una actuación para la tribuna. Usted necesita hacerle creer a la gente que nosotros somos una lacra subsidiada para finalidades espurias. Pero yo nunca me sentí subsidiado. Trabajé en series impulsadas por el Estado, en series para canales privados, en forma independiente y generando mis propios proyectos. Y en todos los casos, trabajé con la libertad del que trabaja de lo que le gusta. Así lo hice siempre. Ojalá a usted le pase lo mismo en su actividad, sabrá de lo que hablo.
Permítame aclararle, contra lo que usted piensa, que yo no le robé a nadie y que nunca nadie me compró la ideología. Quizá le baste para esto saber que sigo pensando en un proyecto de país muy distinto al que usted añora. Y sepa que no estoy en oferta.
No tengo nada que ocultar, lamento decirle. No mezcle las cosas. Haga las denuncias donde hay que hacerlas. Y, así como yo me hago cargo de lo que pienso, de lo que siento y de lo que gano con mi profesión, hágase cargo usted de sus mentiras, de sus intentos por embarrarnos a todos por igual y del repudio que le hace la sociedad en cada una de sus apariciones públicas.
* Actor.
Por Luis Machín *
El día 26/6, a través de un medio de comunicación al que usted le concedió una nota, me doy por enterado de que soy un ladrón partícipe del mayor fraude de la historia audiovisual argentina. Y que además mi voluntad fue comprada para seguir fanáticamente las políticas de un Gobierno Nacional elegido por el pueblo.
Lo primero que quiero decirle es que usted miente una vez más. Ya lo hizo diciendo que el número de desaparecidos fue inventado para cobrar subsidios. Es claro que usted piensa mucho en los subsidios, pero piensa mal. En su denuncia, sin fundamento ni pruebas, usted nombra a algunos actores y dice que no-sotros pedimos su renuncia. Usted, señor ministro, omite decir que somos cerca de 9 mil los firmantes de ese pedido, entre los que se encuentran representantes de la cultura, artistas nacionales e internacionales. Y usted continúa mintiendo al negar la veracidad de las firmas de los artistas internacionales. Esos artistas, mal que le pese, han firmado su pedido de renuncia.
Lo que usted intenta hacer, señor ministro, es ensuciar. Es la suya una actuación para la tribuna. Usted necesita hacerle creer a la gente que nosotros somos una lacra subsidiada para finalidades espurias. Pero yo nunca me sentí subsidiado. Trabajé en series impulsadas por el Estado, en series para canales privados, en forma independiente y generando mis propios proyectos. Y en todos los casos, trabajé con la libertad del que trabaja de lo que le gusta. Así lo hice siempre. Ojalá a usted le pase lo mismo en su actividad, sabrá de lo que hablo.
Permítame aclararle, contra lo que usted piensa, que yo no le robé a nadie y que nunca nadie me compró la ideología. Quizá le baste para esto saber que sigo pensando en un proyecto de país muy distinto al que usted añora. Y sepa que no estoy en oferta.
No tengo nada que ocultar, lamento decirle. No mezcle las cosas. Haga las denuncias donde hay que hacerlas. Y, así como yo me hago cargo de lo que pienso, de lo que siento y de lo que gano con mi profesión, hágase cargo usted de sus mentiras, de sus intentos por embarrarnos a todos por igual y del repudio que le hace la sociedad en cada una de sus apariciones públicas.
* Actor.