Arcor colocó deuda afuera pero Celulosa debió dar marcha atrás
Más empresas argentinas se vuelcan al mercado internacional en busca de financiamiento. Ayer, las corporativas locales tuvieron un día mixto en lo que se refiere al éxito de sus colocaciones de deuda. Por un lado, Arcor emitió una Obligación Negociable por u$s 350 millones; mientras tanto, Celulosa Argentina que también planeaba colocar otros u$s 250 millones en una ON decidió postergar su licitación.
La tasa de enedeudamiento fue la variable de ajuste. En el caso de Arcor, la alimenticia logró una sobresuscripción de hasta u$s 1.700, lo que permitió que se contraigan las tasas hasta el 6,5% anual. «Obtuvimos muchísimo interés para la operación de Arcor por parte de los inversores, lo que nos permitió emitir el monto máximo establecido de u$s 350 millones a una tasa muy competitiva. Dada la calidad crediticia del emisor y las perspectivas positivas de Argentina, se recibieron ofertas por aproximadamente u$s1.700 millones», aseguró Juan OConnor, Director de Banca Corporativa de Itaú, uno de los responsables de la colocación.
Según informaron desde la cordobesa los fondos de esta operación serán utilizados para recomprar, entre otros propósitos, bonos de hasta u$s 200 millones cuyo vencimiento es en Noviembre de 2017.
La situación de Celulosa fue diametralmente opuesta. La compañía tuvo que declarar «desierta» su colocación de Obligaciones Negociables (ON) por hasta u$s 250 millones a tasa fija. ¿La razón? Según fuentes oficiales de la empresa, no querían «convalidar una tasa de 10%».
De hecho Reuters había anticipado que el sondeo daba un 10%, bastante por encima de otras colocaciones corporativas que lograron financiarse últimamente por debajo del 7% .
De esta manera, la emisión de títulos -cuyo fin era refinanciación de la deuda, capital de trabajo y cubrir propósitos corporativos generales- quedaría postergada para el último trimestre del año.
Por otra parte, una fuente del mercado aseguró en estricto off que las ofertas fueron escasas, «no llegaron a los u$s 150 millones» y que la idea de Celulosa es «esperar a que por lo menos se alcance un tope de u$s 200 millones».
Los colocadores fueron Citigroup y Puente mientras que el acuerdo había sido clasificado B3 y B por Moody y Fitch respectivamente.
«De acuerdo con lo previsto en el Suplemento de Precio, y habiendo transcurrido el Período de la Oferta y la Fecha Final para Enviar Manifestaciones de Interés, se informa que la Compañía ha declarado desierta la colocación de las Obligaciones Negociables», se limitó a informar la empresa en una comunicación a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Por otro lado, la acción de la compañía que fabrica celulosa, papeles y productos químicos llegó a hundirse hasta un 3% en la Bolsa de Comercio porteña, pero al cierre logró recuperar parte de las pérdidas, ya que terminó tan solo 1,65% abajo. No obstante, en lo que va del año, Celulosa acumula un avance de 35%.
Ahora, el mercado espera las emisiones de Petrobras Argentina, Clisa, Galicia, Albanesi.
Más empresas argentinas se vuelcan al mercado internacional en busca de financiamiento. Ayer, las corporativas locales tuvieron un día mixto en lo que se refiere al éxito de sus colocaciones de deuda. Por un lado, Arcor emitió una Obligación Negociable por u$s 350 millones; mientras tanto, Celulosa Argentina que también planeaba colocar otros u$s 250 millones en una ON decidió postergar su licitación.
La tasa de enedeudamiento fue la variable de ajuste. En el caso de Arcor, la alimenticia logró una sobresuscripción de hasta u$s 1.700, lo que permitió que se contraigan las tasas hasta el 6,5% anual. «Obtuvimos muchísimo interés para la operación de Arcor por parte de los inversores, lo que nos permitió emitir el monto máximo establecido de u$s 350 millones a una tasa muy competitiva. Dada la calidad crediticia del emisor y las perspectivas positivas de Argentina, se recibieron ofertas por aproximadamente u$s1.700 millones», aseguró Juan OConnor, Director de Banca Corporativa de Itaú, uno de los responsables de la colocación.
Según informaron desde la cordobesa los fondos de esta operación serán utilizados para recomprar, entre otros propósitos, bonos de hasta u$s 200 millones cuyo vencimiento es en Noviembre de 2017.
La situación de Celulosa fue diametralmente opuesta. La compañía tuvo que declarar «desierta» su colocación de Obligaciones Negociables (ON) por hasta u$s 250 millones a tasa fija. ¿La razón? Según fuentes oficiales de la empresa, no querían «convalidar una tasa de 10%».
De hecho Reuters había anticipado que el sondeo daba un 10%, bastante por encima de otras colocaciones corporativas que lograron financiarse últimamente por debajo del 7% .
De esta manera, la emisión de títulos -cuyo fin era refinanciación de la deuda, capital de trabajo y cubrir propósitos corporativos generales- quedaría postergada para el último trimestre del año.
Por otra parte, una fuente del mercado aseguró en estricto off que las ofertas fueron escasas, «no llegaron a los u$s 150 millones» y que la idea de Celulosa es «esperar a que por lo menos se alcance un tope de u$s 200 millones».
Los colocadores fueron Citigroup y Puente mientras que el acuerdo había sido clasificado B3 y B por Moody y Fitch respectivamente.
«De acuerdo con lo previsto en el Suplemento de Precio, y habiendo transcurrido el Período de la Oferta y la Fecha Final para Enviar Manifestaciones de Interés, se informa que la Compañía ha declarado desierta la colocación de las Obligaciones Negociables», se limitó a informar la empresa en una comunicación a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Por otro lado, la acción de la compañía que fabrica celulosa, papeles y productos químicos llegó a hundirse hasta un 3% en la Bolsa de Comercio porteña, pero al cierre logró recuperar parte de las pérdidas, ya que terminó tan solo 1,65% abajo. No obstante, en lo que va del año, Celulosa acumula un avance de 35%.
Ahora, el mercado espera las emisiones de Petrobras Argentina, Clisa, Galicia, Albanesi.