Luego de muchos años de hostilidad oficial, parece ser que atrás quedaron los enfrentamientos entre el Gobierno y el campo. La presencia del presidente de la Nación, Mauricio Macri, en el acto inaugural de la Sociedad Rural (SRA) de hoy es clara evidencia de esta nueva relación. Cerca del 90 por ciento de los productores agropecuarios está conforme con las políticas que Cambiemos aplica al sector. Así surge de una encuesta realizada a mil productores del NOA, NEA y la Pampa Húmeda por la consultora Sondeo Jefferson Davis.
El contraste con la administración anterior es contundente. El año pasado la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner cosechó un 92 por ciento de desaprobación de los productores en relación con su conducción del país y un 82 por ciento negativo respecto de sus políticas agropecuarias.
Hoy, con nuevo gobierno y otro escenario de producción, el 73 por ciento de los consultados son optimistas sobre cuáles serán las condiciones para el sector agropecuario en el próximo año. Llama la atención que prácticamente ninguno de los encuestados piensa que el panorama empeorará.
Para Juan Carlos Tejeda, director de la consultora Sondeo Jefferson Davis, este «exagerado optimismo» responde a las medidas económicas de alivio aplicadas por el Poder Ejecutivo Nacional al campo (rebaja y quita de retenciones y unificación del tipo de cambio), pero también a un giro en la actitud de la nueva administración que no se muestra beligerante frente al sector agropecuario. «El Gobierno anterior tuvo una actitud agresiva con el campo que caló muy fuerte en los productores. Hoy muchos de ellos sienten que son mal vistos por una parte de la población a raíz de este conflicto y lo consideran injusto. Los productores son gente de trabajo. El campo ha contribuido mucho para salir adelante en los momentos de crisis económica», dice Tejada.
Una de las grandes preocupaciones durante de década pasada fue la falta de seguridad jurídica y la toma de medidas arbitrarias. «Contar con reglas claras es fundamental para toda actividad económica. Ahora hay una mayor certidumbre y previsibilidad para el sector, lo que permite planificar», sostiene Tejada.
Para el director de Sondeo Jefferson Davis, el cambio de gobierno ha generado efectos positivos en la producción. Creció la inversión y se incrementó la superficie a sembrar con trigo y según las estimaciones que se manejan también sumará más hectáreas sembradas el maíz, dos cultivos que venían relegados y que son esenciales para las rotaciones en cualquier planteo normal del ciclo agrícola.
Según los resultados del sondeo, 4 de cada 10 productores planean invertir en el próximo año ya sea en maquinaria agrícola, vehículos, calidad de los insumos o aumentar la superficie arrendada.
En este mismo sentido, de la última encuesta realizada a productores publicada por la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), se desprende que «el 81% estima que dentro de un año la situación económica nacional será aún mejor que la actual, y el 72 % prevé que la situación de su empresa mejorará el año próximo. El 41% de la muestra indica que es un buen momento para realizar inversiones».
Ahora bien, este optimismo respecto del nuevo gobierno, no impide que los productores reconozcan su preocupación por algunas variables críticas que afectan la economía, como los altos niveles actuales de inflación. Si bien este flagelo ya estaba presente en los años de la administración anterior, el sinceramiento de la economía ha puesto la lupa sobre la problemática.
De acuerdo con el sondeo de Jefferson Davis, al 63 por ciento de los encuestados le preocupa la inflación como un factor que agrega muchas distorsiones en la economía.En 2015, además del aumento de precios, los problemas más resonantes para los productores encuestados eran la corrupción, la inseguridad y la mala política agropecuaria.
Según Tejada, con la eliminación de las retenciones a algunos productos y la fijación de un tipo de cambio más competitivo, los obstáculos provenientes de la gestión de gobierno se han reducido considerablemente. El productor es consciente de que la inflación es un problema que aqueja a toda la sociedad y no una distorsión que afecta exclusivamente al campo, aunque no por ello es menos preocupante.
Dardo Chiesa, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), considera que para algunos sectores, como las economías regionales y la lechería, la inflación y su impacto en el costo de los insumos es un gran problema, más todavía cuando el productor no tiene certidumbre respecto de los precios de venta.
Aún así, Chiesa reconoce que el cambio de gobierno ha significado un gran alivio para el campo. «Este es un gobierno de puertas abiertas, con el que nos reunimos semanalmente y que está buscando soluciones para el sector agropecuario. Es lógico que eso genere expectativas en los productores que se han pasado 10 años viendo como sobrevivir a un Estado que no hizo más que robar. Hoy existe un mayor respeto a la Constitución y a las instituciones», asegura Chiesa.
¿Y la macro?
El 64 % opina que mejorará
Mientras que en 2015 el 69% de los productores encuestados consideraba que la situación económica del país era de mala a muy mala, hoy ese porcentaje se redujo a 28%. Con respecto a los próximos 12 meses, el 61% de los productores cree que la economía mejorará y el 37% opina que las condiciones actuales se mantendrán.
El contraste con la administración anterior es contundente. El año pasado la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner cosechó un 92 por ciento de desaprobación de los productores en relación con su conducción del país y un 82 por ciento negativo respecto de sus políticas agropecuarias.
Hoy, con nuevo gobierno y otro escenario de producción, el 73 por ciento de los consultados son optimistas sobre cuáles serán las condiciones para el sector agropecuario en el próximo año. Llama la atención que prácticamente ninguno de los encuestados piensa que el panorama empeorará.
Para Juan Carlos Tejeda, director de la consultora Sondeo Jefferson Davis, este «exagerado optimismo» responde a las medidas económicas de alivio aplicadas por el Poder Ejecutivo Nacional al campo (rebaja y quita de retenciones y unificación del tipo de cambio), pero también a un giro en la actitud de la nueva administración que no se muestra beligerante frente al sector agropecuario. «El Gobierno anterior tuvo una actitud agresiva con el campo que caló muy fuerte en los productores. Hoy muchos de ellos sienten que son mal vistos por una parte de la población a raíz de este conflicto y lo consideran injusto. Los productores son gente de trabajo. El campo ha contribuido mucho para salir adelante en los momentos de crisis económica», dice Tejada.
Una de las grandes preocupaciones durante de década pasada fue la falta de seguridad jurídica y la toma de medidas arbitrarias. «Contar con reglas claras es fundamental para toda actividad económica. Ahora hay una mayor certidumbre y previsibilidad para el sector, lo que permite planificar», sostiene Tejada.
Para el director de Sondeo Jefferson Davis, el cambio de gobierno ha generado efectos positivos en la producción. Creció la inversión y se incrementó la superficie a sembrar con trigo y según las estimaciones que se manejan también sumará más hectáreas sembradas el maíz, dos cultivos que venían relegados y que son esenciales para las rotaciones en cualquier planteo normal del ciclo agrícola.
Según los resultados del sondeo, 4 de cada 10 productores planean invertir en el próximo año ya sea en maquinaria agrícola, vehículos, calidad de los insumos o aumentar la superficie arrendada.
En este mismo sentido, de la última encuesta realizada a productores publicada por la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), se desprende que «el 81% estima que dentro de un año la situación económica nacional será aún mejor que la actual, y el 72 % prevé que la situación de su empresa mejorará el año próximo. El 41% de la muestra indica que es un buen momento para realizar inversiones».
Ahora bien, este optimismo respecto del nuevo gobierno, no impide que los productores reconozcan su preocupación por algunas variables críticas que afectan la economía, como los altos niveles actuales de inflación. Si bien este flagelo ya estaba presente en los años de la administración anterior, el sinceramiento de la economía ha puesto la lupa sobre la problemática.
De acuerdo con el sondeo de Jefferson Davis, al 63 por ciento de los encuestados le preocupa la inflación como un factor que agrega muchas distorsiones en la economía.En 2015, además del aumento de precios, los problemas más resonantes para los productores encuestados eran la corrupción, la inseguridad y la mala política agropecuaria.
Según Tejada, con la eliminación de las retenciones a algunos productos y la fijación de un tipo de cambio más competitivo, los obstáculos provenientes de la gestión de gobierno se han reducido considerablemente. El productor es consciente de que la inflación es un problema que aqueja a toda la sociedad y no una distorsión que afecta exclusivamente al campo, aunque no por ello es menos preocupante.
Dardo Chiesa, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), considera que para algunos sectores, como las economías regionales y la lechería, la inflación y su impacto en el costo de los insumos es un gran problema, más todavía cuando el productor no tiene certidumbre respecto de los precios de venta.
Aún así, Chiesa reconoce que el cambio de gobierno ha significado un gran alivio para el campo. «Este es un gobierno de puertas abiertas, con el que nos reunimos semanalmente y que está buscando soluciones para el sector agropecuario. Es lógico que eso genere expectativas en los productores que se han pasado 10 años viendo como sobrevivir a un Estado que no hizo más que robar. Hoy existe un mayor respeto a la Constitución y a las instituciones», asegura Chiesa.
¿Y la macro?
El 64 % opina que mejorará
Mientras que en 2015 el 69% de los productores encuestados consideraba que la situación económica del país era de mala a muy mala, hoy ese porcentaje se redujo a 28%. Con respecto a los próximos 12 meses, el 61% de los productores cree que la economía mejorará y el 37% opina que las condiciones actuales se mantendrán.