Ibar Pérez Corradi. Foto: Archivo / ABC Paraguay
Pérez Corradi bajó el 5 de julio del avión Forke TC-54 de Fuerza Aérea disfrazado de policía y escoltado por un doble; un operativo cinematográfico para el detenido que generaba tantas expectativas políticas como judiciales. Tres semanas después, el narcotraficante permanece desde hace nueve días encerrado en su pequeña celda del edificio Centinela.
Después de escucharlo por 40 horas, la jueza María Romilda Servini de Cubría suspendió abruptamente esta semana su indagatoria -que lleva seis capítulos- y decidió que Pérez Corradi complete su declaración por escrito. Aunque la decisión se conoce desde mitad de esta semana, la magistrada, que había habilitado la feria para avanzar con su declaración, todavía no fijó fecha para la audiencia de la semana próxima.
Según pudo saber LA NACION, la decisión es parte del malestar que expresaron en los últimos días las autoridades judiciales. Pérez Corradi tiene un relato sólido y detallado sobre la mafia de la efedrina, coincidieron fuentes que lo escucharon. Pero algunos giros, contradicciones y «lagunas» en su relato que despiertan desconfianza.
«¿Cómo puede ser que este tipo, que sabe hasta la fórmula de la Coca-Cola, de repente se olvide de temas importantes o diga cosas increíbles sobre los temas más sensibles? No somos tontos», sostienen. El malestar se acentuó por la poca cantidad de pruebas documentales que aportó en sus declaraciones, que se limitó a algunos teléfonos celulares.
Pérez Corradi había prometido en Paraguay aportar información clave para esclarecer la muerte de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Pidió, a cambio, ser incluido en el programa de protección a testigos, que cuenta con algunos beneficios, como permanecer detenido en una dependencia de Gendarmería y no del Servicio Penitenciario.
El narcotráfico había asegurado a LA NACION que iba a comprometer a ex funcionarios kirchneristas sobre la supuesta complicidad en el tráfico de efedrina.
Sin embargo, en la Justicia sostienen que pese al impacto de sus palabras en la prensa, sus acusaciones contra ex funcionarios no fueron acompañadas con las pruebas ni la información necesaria.
Aportes pendientes
La falta de detalles sobre el triple crimen es otro de los indicios que llama la atención de la Justicia. A pesar de que ya concurrió seis veces hasta el despacho de Servini de Cubría, Pérez Corradi no se refirió todavía concretamente a los asesinatos de Forza, Ferrón y Bina.
«Aportó mucha información, como reuniones, nombres de personajes y muchos detalles que son fáciles de corroborar para la Justicia. Está dispuesto a responder todas las preguntas que sean necesarias», dijo su abogado, Juan José Ribelli. «Su declaración por escrito es un proceso normal en este tipo de indagatorias tan extensas. Sabemos que el juzgado está tomando muchas medidas de pruebas a partir de sus declaraciones», relativizó el letrado.
Tanto Servini de Cubría como el fiscal Juan Pedro Zoni ya tomaron nota de cientos de preguntas que le harán cuando culmine su indagatoria. Las preguntas fueron elaboradas en base a su declaración, pero también sobre las pruebas que pesan en su contra como el supuesto autor del triple crimen y su activa participación en la mafia de efedrina.
Pérez Corradi pasó su semana completa en la celda especialmente acondicionada del edificio Centinela, donde cuenta con un tratamiento especial por el programa de protección a testigos. Allí recibe todos los días a sus abogados, que ayudan a redactar su indagatoria. También lo visitan a diario su mujer y sus hijos paraguayos.
Pérez Corradi bajó el 5 de julio del avión Forke TC-54 de Fuerza Aérea disfrazado de policía y escoltado por un doble; un operativo cinematográfico para el detenido que generaba tantas expectativas políticas como judiciales. Tres semanas después, el narcotraficante permanece desde hace nueve días encerrado en su pequeña celda del edificio Centinela.
Después de escucharlo por 40 horas, la jueza María Romilda Servini de Cubría suspendió abruptamente esta semana su indagatoria -que lleva seis capítulos- y decidió que Pérez Corradi complete su declaración por escrito. Aunque la decisión se conoce desde mitad de esta semana, la magistrada, que había habilitado la feria para avanzar con su declaración, todavía no fijó fecha para la audiencia de la semana próxima.
Según pudo saber LA NACION, la decisión es parte del malestar que expresaron en los últimos días las autoridades judiciales. Pérez Corradi tiene un relato sólido y detallado sobre la mafia de la efedrina, coincidieron fuentes que lo escucharon. Pero algunos giros, contradicciones y «lagunas» en su relato que despiertan desconfianza.
«¿Cómo puede ser que este tipo, que sabe hasta la fórmula de la Coca-Cola, de repente se olvide de temas importantes o diga cosas increíbles sobre los temas más sensibles? No somos tontos», sostienen. El malestar se acentuó por la poca cantidad de pruebas documentales que aportó en sus declaraciones, que se limitó a algunos teléfonos celulares.
Pérez Corradi había prometido en Paraguay aportar información clave para esclarecer la muerte de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Pidió, a cambio, ser incluido en el programa de protección a testigos, que cuenta con algunos beneficios, como permanecer detenido en una dependencia de Gendarmería y no del Servicio Penitenciario.
El narcotráfico había asegurado a LA NACION que iba a comprometer a ex funcionarios kirchneristas sobre la supuesta complicidad en el tráfico de efedrina.
Sin embargo, en la Justicia sostienen que pese al impacto de sus palabras en la prensa, sus acusaciones contra ex funcionarios no fueron acompañadas con las pruebas ni la información necesaria.
Aportes pendientes
La falta de detalles sobre el triple crimen es otro de los indicios que llama la atención de la Justicia. A pesar de que ya concurrió seis veces hasta el despacho de Servini de Cubría, Pérez Corradi no se refirió todavía concretamente a los asesinatos de Forza, Ferrón y Bina.
«Aportó mucha información, como reuniones, nombres de personajes y muchos detalles que son fáciles de corroborar para la Justicia. Está dispuesto a responder todas las preguntas que sean necesarias», dijo su abogado, Juan José Ribelli. «Su declaración por escrito es un proceso normal en este tipo de indagatorias tan extensas. Sabemos que el juzgado está tomando muchas medidas de pruebas a partir de sus declaraciones», relativizó el letrado.
Tanto Servini de Cubría como el fiscal Juan Pedro Zoni ya tomaron nota de cientos de preguntas que le harán cuando culmine su indagatoria. Las preguntas fueron elaboradas en base a su declaración, pero también sobre las pruebas que pesan en su contra como el supuesto autor del triple crimen y su activa participación en la mafia de efedrina.
Pérez Corradi pasó su semana completa en la celda especialmente acondicionada del edificio Centinela, donde cuenta con un tratamiento especial por el programa de protección a testigos. Allí recibe todos los días a sus abogados, que ayudan a redactar su indagatoria. También lo visitan a diario su mujer y sus hijos paraguayos.