Los gobernadores tuvieron que incrementar sus demandas de auxilio económico a la Nación. Foto: Archivo
Con los bolsillos cada vez más flacos, los gobernadores tuvieron que incrementar sus demandas de auxilio económico a la Nación y tomar deuda para financiarse. Los fondos que reciben por coparticipación no alcanzan -principalmente por el freno en la actividad económica y los cambios tributarios- y, para peor, los recursos por obras públicas siguen llegando a cuentagotas.
Urgido por los reclamos de las provincias, el Gobierno repartió en lo que va del año $ 13.251 millones en adelantos transitorios por coparticipación a 15 provincias. De ese monto, el 68% (poco más de $ 9000 millones) se destinó a cuatro distritos: Buenos Aires, Mendoza, Jujuy (afines a Cambiemos) y Neuquén. Así lo revela un informe del economista Walter Agosto, investigador principal del área de Política Fiscal de Cippec, en el que detalla también que 10 provincias (entre las que se cuentan también Buenos Aires y Mendoza) emitieron, sólo durante este primer semestre, letras de Tesorería por US$ 5135 millones.
La preocupación de los gobernadores por el deterioro de las cuentas provinciales será tema central de la cumbre que tendrán pasado mañana con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio , en la Casa Rosada. El Gobierno buscará sellar allí el acuerdo bilateral para concretar la devolución paulatina del 15% de la coparticipación que les retenía la Anses a las provincias desde 1992. Esa devolución será escalonada, de 3 puntos por año, hasta 2020.
A cambio, el Gobierno reclamará apoyo político de los gobernadores que se traduzca en votos en el Congreso. El segundo semestre arranca con la discusión de la reforma electoral y el presupuesto 2017, dos iniciativas prioritarias para el macrismo.
«No alcanza», le enrostrarán los gobernadores al ministro. Y plantearán que, por las últimas reformas de impuestos coparticipables que dispuso el Gobierno, las provincias dejarán de percibir unos $ 30.000 millones este año. Un agujero fiscal que, advierten, difícilmente puedan cubrir con los tres puntos de aumento en la masa coparticipable ($ 12.300 millones) que promete la Nación.
Estos cambios tributarios que ahora impactan en los recursos a las provincias comenzaron con el decreto de baja de las retenciones agropecuarias, siguieron con la suba del mínimo no imponible de Ganancias, la ley de devolución de IVA a los sectores más vulnerables y las de fomento a las pymes y de autopartes.
«Si bien apoyamos las medidas porque alientan la actividad económica, el Gobierno debe entender que las provincias tenemos una espalda más chica que la Nación para soportar una caída en la recaudación», enfatizó el diputado Sergio Ziliotto (Bloque Justicialista), quien responde al gobernador de La Pampa, Carlos Verna. Ziliotto fue quien alertó en la Cámara de Diputados que el impacto fiscal de las últimas reformas tributarias sería de $ 30.000 millones para las provincias.
Menos recaudación
La caída en la recaudación impactó de lleno en la coparticipación que reciben las provincias. En el primer semestre tuvieron una suba del 27% promedio, respecto del mismo período de 2015. Un porcentaje bastante menor a la inflación. Las únicas provincias que recibieron más recursos coparticipables fueron Córdoba, Santa Fe y San Luis, debido al pleito judicial que le ganaron a la Nación por el 15% que se les detraía por coparticipación.
A esto se suma la caída en los recursos de capital que reciben las provincias para obras públicas. Según el informe de Agosto, cayeron en un 17,4% en el primer semestre.
Este cóctel que combina la caída en los recursos coparticipables y la baja en los fondos para obras públicas obligó a varios gobernadores a buscar auxilio.
«Los adelantos transitorios de coparticipación han sido una herramienta en desuso en estos años, pero el gobierno de Macri decidió recurrir a ellos para ayudar a las provincias con problemas económicos -explicó Agosto a LA NACION-. Eso sí, las provincias deberían devolver estos adelantos antes de fin de año. En diciembre veremos si el Gobierno exige esa devolución o bien refinancia esa deuda, lo que es más probable. Máxime tratándose de provincias afines a Cambiemos».
Además de la ayuda por adelantos de coparticipación, el Gobierno incrementó drásticamente las transferencias corrientes a las provincias. Según la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), durante el primer semestre aumentaron un 157% en comparación con igual mes del año pasado y, acumularon un incremento de 66% frente a 2015.
Entre esas erogaciones figuran una fuerte ejecución de los Aportes del Tesoro Nacional (fondos a las provincias no reintegrables): según el sitio web del Ministerio de Economía, ya se consumieron $920 millones, el 75% de la partida anual.
Con los bolsillos cada vez más flacos, los gobernadores tuvieron que incrementar sus demandas de auxilio económico a la Nación y tomar deuda para financiarse. Los fondos que reciben por coparticipación no alcanzan -principalmente por el freno en la actividad económica y los cambios tributarios- y, para peor, los recursos por obras públicas siguen llegando a cuentagotas.
Urgido por los reclamos de las provincias, el Gobierno repartió en lo que va del año $ 13.251 millones en adelantos transitorios por coparticipación a 15 provincias. De ese monto, el 68% (poco más de $ 9000 millones) se destinó a cuatro distritos: Buenos Aires, Mendoza, Jujuy (afines a Cambiemos) y Neuquén. Así lo revela un informe del economista Walter Agosto, investigador principal del área de Política Fiscal de Cippec, en el que detalla también que 10 provincias (entre las que se cuentan también Buenos Aires y Mendoza) emitieron, sólo durante este primer semestre, letras de Tesorería por US$ 5135 millones.
La preocupación de los gobernadores por el deterioro de las cuentas provinciales será tema central de la cumbre que tendrán pasado mañana con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio , en la Casa Rosada. El Gobierno buscará sellar allí el acuerdo bilateral para concretar la devolución paulatina del 15% de la coparticipación que les retenía la Anses a las provincias desde 1992. Esa devolución será escalonada, de 3 puntos por año, hasta 2020.
A cambio, el Gobierno reclamará apoyo político de los gobernadores que se traduzca en votos en el Congreso. El segundo semestre arranca con la discusión de la reforma electoral y el presupuesto 2017, dos iniciativas prioritarias para el macrismo.
«No alcanza», le enrostrarán los gobernadores al ministro. Y plantearán que, por las últimas reformas de impuestos coparticipables que dispuso el Gobierno, las provincias dejarán de percibir unos $ 30.000 millones este año. Un agujero fiscal que, advierten, difícilmente puedan cubrir con los tres puntos de aumento en la masa coparticipable ($ 12.300 millones) que promete la Nación.
Estos cambios tributarios que ahora impactan en los recursos a las provincias comenzaron con el decreto de baja de las retenciones agropecuarias, siguieron con la suba del mínimo no imponible de Ganancias, la ley de devolución de IVA a los sectores más vulnerables y las de fomento a las pymes y de autopartes.
«Si bien apoyamos las medidas porque alientan la actividad económica, el Gobierno debe entender que las provincias tenemos una espalda más chica que la Nación para soportar una caída en la recaudación», enfatizó el diputado Sergio Ziliotto (Bloque Justicialista), quien responde al gobernador de La Pampa, Carlos Verna. Ziliotto fue quien alertó en la Cámara de Diputados que el impacto fiscal de las últimas reformas tributarias sería de $ 30.000 millones para las provincias.
Menos recaudación
La caída en la recaudación impactó de lleno en la coparticipación que reciben las provincias. En el primer semestre tuvieron una suba del 27% promedio, respecto del mismo período de 2015. Un porcentaje bastante menor a la inflación. Las únicas provincias que recibieron más recursos coparticipables fueron Córdoba, Santa Fe y San Luis, debido al pleito judicial que le ganaron a la Nación por el 15% que se les detraía por coparticipación.
A esto se suma la caída en los recursos de capital que reciben las provincias para obras públicas. Según el informe de Agosto, cayeron en un 17,4% en el primer semestre.
Este cóctel que combina la caída en los recursos coparticipables y la baja en los fondos para obras públicas obligó a varios gobernadores a buscar auxilio.
«Los adelantos transitorios de coparticipación han sido una herramienta en desuso en estos años, pero el gobierno de Macri decidió recurrir a ellos para ayudar a las provincias con problemas económicos -explicó Agosto a LA NACION-. Eso sí, las provincias deberían devolver estos adelantos antes de fin de año. En diciembre veremos si el Gobierno exige esa devolución o bien refinancia esa deuda, lo que es más probable. Máxime tratándose de provincias afines a Cambiemos».
Además de la ayuda por adelantos de coparticipación, el Gobierno incrementó drásticamente las transferencias corrientes a las provincias. Según la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), durante el primer semestre aumentaron un 157% en comparación con igual mes del año pasado y, acumularon un incremento de 66% frente a 2015.
Entre esas erogaciones figuran una fuerte ejecución de los Aportes del Tesoro Nacional (fondos a las provincias no reintegrables): según el sitio web del Ministerio de Economía, ya se consumieron $920 millones, el 75% de la partida anual.