Panamá Papers: aportan a la Justicia nueva información sobre el «modus operandi» de los Macri y las offshore

El dossier de la familia Macri en el escándalo Panamá Papers sumó esta semana nuevas denuncias que podrían complicar más a la famila del Presidente. El senador nacional Fernando «Pino» Solanas y el historiador e investigador de la deuda externa, Alejandro Olmos, aportaron a la Justicia información clave sobre el «modus operandi» del clan Macri durante la época de la estatización de los créditos del sector privado tomados en el exterior, que se vincula directamente a la denuncia con sociedades offshore destapadas con los Panamá Papers.
Solanas y Olmos se presentaron este miércoles ante el fiscal federal Federico Delgado en condición de «amicus curiae» del expediente que lleva adelante Sebastián Casanello. El juez busca dilucidar si los Macri incurrieron en el pasado en maniobras de lavado de dinero, delitos tributarios o para ocultar bienes.
Los nuevos datos echan luz sobre lo que Olmos describe como un «procedimiento habitual» de Franco y Mauricio Macri en el mundo de los negocios en los años ochenta y noventa. Por una parte refieren a la empresa Isin S.A., la protagonista de un «enmarañado entramado societario estructurado para beneficiarse con los seguros de cambio», y por otro, a Grumafra Inversosa S.A., que tuvo nexos directos con la offshore Fleg Trading Ltd, con sede en Bahamas.
«A los efectos de poner en marcha los mecanismos habituales, que tienen muchos grandes empresarios para apropiarse de fondos públicos, es necesario que puedan contar con una arquitectura societaria que les permita eludir cualquier posible investigación. De allí que se constituyan empresas fantasmas, sociedades off shore, y otras de actuación pública conocida, como una forma de evitar que lleguen al conocimiento público desde operaciones irregulares, hasta la comisión de delitos en perjuicio del Estado», sostuvieron Solanas y Olmos en la presentación judicial a la que tuvo acceso ámbito.com.
La historia de Isin S.A. fue descubierta y revelada por un grupo de auditores de Banco Central, que en 1983, por orden del expresidente Raúl Alfonsín, se abocaron a indagar en los orígenes de la gigantesca deuda externa heredada de la dictadura. El líder radical creía que el Estado no debió hacerse cargo de las acreencias en el exterior de las empresas argentinas. Sospechaba falta de legitimidad en las maniobras. Los seguros de cambio eran acuerdos con el Central por el cual a los Macri y otros empresarios se les garantizaban pagar en pesos sus créditos internacionales tomados en dólares, evitando pérdidas por posibles devaluaciones. En pocos años, por esta práctica se transfirieron al Estado acreencias por más de u$s 23.000 millones.
Según la información de los peritos del Central, una de las primeras actividades de Isin S.A. a pocas semanas de su constitución fue recibir un préstamo de Impresit Sideco, una empresa del Grupo Macri. Ese dinero de Isin S.A., del que no trascendió el monto, se utilizó para realizar una autocompra de acciones de Impresit Sideco. «Resulta una operatoria inusual y fuera de las prácticas habituales del mercado», alertó Olmos. Esa experiencia serviría para elevar la cotización de las acciones, en una eventual salida a la Bolsa, que en el universo Macri luego se convirtió en habito.
En marzo de 1982 la operación se reiteró, pero con fondos obtenidos en Europa. «Un préstamo del Banco del Gotardo (Lugano- Suiza) por u$s 15.300.000 fue utilizado en comprar nuevas acciones de Impresit Sideco, resultando extraño que una empresa sin capital, ni avales ni garantía alguna y recientemente constituida recibiera semejante crédito», detalló Olmos. Y como era de esperar, para garantizar el pago del préstamo en pesos se firmó un pacto de seguro de cambio con el Central por el total de la suma adeudada.
Sin embargo, esas acciones supervaluadas y compradas con el crédito del banco suizo fueron transferidas completamente a Franco Macri el 31 de diciembre de 1982. En total, embolsó u$s 15.750.000. «Es decir, a través de Isin S.A. Macri (padre) vendía por un lado y compraba por el otro las mismas acciones, sin otra actividad que el negocio accionario», afirmó Olmos.
El perjuicio hasta aquí fue para el Estado nacional por las pérdidas ejecutadas con los seguros de cambio tras las devaluaciones postdictadura y para los otros inversionistas de las empresas del Grupo Macri, a quienes les modifican el precio de las acciones a piacere con las autocompras. La fuga de capitales y presunta evasión o elusión de impuestos llega de la mano de las offshore.
En septiembre de 1982 el Banco del Gotardo transfirió la deuda de Isin S.A. a Compañía Americana de Obras Civiles S.A.(CADOCSA), una firma con sede en Panamá, que forma parte del Grupo Impresit Internacional BV.
En paralelo, Isin S.A. cedió a la empresa Fiat Concord (de los Macri) el crédito a su favor que tenía con Franco Macri por la anterior venta de las acciones de Impresit Sideco, pero al mismo tiempo Fiat se hizo cargo de la deuda que Isin S.A. tenía con CADOCSA por los u$s 15.300.000 suizos iniciales. De esta manera, Fiat tuvo que afrontar el «activo inexistente de la empresa fantasma (Isin S.A.), que fue creada deliberadamente para beneficiarse del seguro de cambio que había contratado, cuando tomó el préstamo del Banco del Gotardo», alertó el historiador.
Las pruebas documentales que comprueban la maniobra fueron recolectadas por los auditores del Banco Central, a pedido de Alfonsín, y ya están en poder de la Justicia. Los auditores encontraron que:
– CADOCSA, a través del Grupo Impresit Internacional BV, ofreció a la compañía Fiat Bonos externos un préstamo, sin cobrar intereses, en dos operaciones, por u$s 6.339.101.
– CADOCSA y otra empresa del grupo Fiat, Marketing and Management Services Corp (MMS), compartían el mismo domicilio offshore: Apartado 850, Panamá 1, República de Panamá. Ese dato surge de una presentación de Fiat Diesel ante el Central.
– Fiat Concord tenía el 99% de las acciones de Fiat Diesel.
– Existen vínculos documentales probados entre Isin S.A., Fiat Diesel y Fiat Concord.
– Dos directores de Fiat, Pablo María Sabatini y Ángela Machi de Afeltra, también eran directores de Isin S.A., donde también figuraba Cristiano Ratazzi.
– El síndico de Isin S.A. , Alfredo Lisdero, era síndico de Fiat y de otras empresas del Grupo Macri.
El caso Gramufra y el nexo Fleg Trading
Gramufra Inversora S.A. fue creada por los Macri el 3 de julio de 1985. Ese mismo día constituyeron Mainfra inversora S.A.. Los directorios eran iguales: Franco, Mauricio, Gianfranco, Mariano y Sandra Macri. También aparecían Adolfo Lazara, José Haiek, Justo Solsona, Jorge Blanco Villegas y el síndico Lisdero.
En la IGJ Grumafra fue anotada con el número 7.033, en el libro 100 de Sociedades Anónimas, Tomo «A». Dos días después los Macri anotaron Socma Americana S.A., que recibió el número 7.034.
Una década más tarde, el 9 de octubre de 1995, Grumafra y Socma Americana crearon la empresa brasileña Owners do Brasil, con sede en San Pablo. El 99% de la participación accionaria la integró Grumafra, mientras que Socma Americana se quedó con 1% restante. El capital inicial fue de apenas $ 1.000 reales. Pero tiempo después, Socma Americana elevó el capital de Owen hasta 11.360.000 reales a través de la firma Sielin do Brasil S.A..
En mayo de 1996 Grumafra cambia de nombre y pasa a denominarse Socma S.A y le otorga un poder especial a Norberto Jannuzzi Raffo, quien a la vez es el apoderado de la sociedad offshore Fleg Trading Ltd., que salió a la luz con el escándalo de los Panamá Papers.
Los «amicus curiae» recuerdan en su escrito que Fleg Trading Ltd. fue la que compró acciones de Owners do Brasil por u$s 9.340.000. «Esto hace suponer que su capacidad económica y sus actividades venían desarrollándose exitosamente al tener el dinero suficiente para tal compra accionaria. Esto vuelve a desmentir la supuesta inacción de Fleg Trading, tal como sostuviera el Presidente», expresaron Solanas y Olmos.
Sin aportar hipótesis sobre los posibles delitos aquí cometidos, el senador y su estrecho colaborador no encuentran explicaciones lógicas a estos movimientos de fondos. «No existe ninguna explicación verosímil sobre el hecho de que una sociedad, que no tuvo actividad como Fleg Trading, y con un capital exiguo, haya podido contar con más de u$s 9.000.000, para hacer una triangulación de compra de acciones entre los mismos participantes societarios», sostuvieron. Y recomiendan seguir «investigando a los fines de desentrañar el objeto de tales negocios, y ver qué existe atrás de tales combinaciones que el Presidente Macri no ha declarado, como tampoco la existencia de un importante capital en la empresa que le permitió efectuar una compra accionaria».
A pesar de las advertencias planteadas por los investigadores del Central, sus conclusiones no fueron tenidas en cuenta. En 1986 el exgerente de Investigaciones Económicas de la entidad, Carlos Melconian, firmó el informe 480/161 donde pedía anular la investigación con seguros de cambio. «Con otra resolución desarticulan el cuerpo de investigadores, dejan sin efecto la investigación y mandan a los peritos a diversos rincones del Banco par que no sigan con esto», dijo Olmos a ámbito.com.
Con la decisión del actual titular del Banco Nación se sepultó definitivamente la investigación. «Esta investigación se perdió, pero yo tuve acceso a uno de los peritos, quien me confesó que tenía duplicados de los informes, los llevé a los tribunales, al juzgado federal número 2. Dos peritos declararon, dijeron lo que sabían, pero la causa la mandaron al archivo ¿por qué? Porque toca a muchos de los grandes empresarios. La semana que viene voy a intentar reactivarla», alertó Olmos al abrir esta nueva puerta del capítulo Macri en el escándalo de los Panama Papers.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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