No son pocas las veces que Marcos Peña desafía a sus compañeros de Gabinete con esta consigna: “Pensamos qué haría el kirchnerismo frente a una situación como esta”. El jefe de ministros los insta siempre a hacer todo lo contrario, como supuesta fórmula del éxito. Ha habido varios ejemplos. Tal vez el más simbólico fue cuando Peña les planteó su teorema el día del fallo de la Corte Suprema que tumbó la suba de tarifas. Después de aquella tensa reunión, Mauricio Macri salió rápido a decir que acatarían la resolución y que convocaría a audiencias públicas y evitó criticar a los miembros de la Corte, como sí lo había hecho minutos antes en privado.
Ayer, el Gobierno tenía que argumentar sobre una mala noticia. Más que mala, pésima: si se comparan los números de pobreza de la UCA de diciembre a la fecha –su último informe es muy similar al 32,2 por ciento que presentó el Indec–, en la Argentina existen cerca de 1.400.000 nuevos pobres. Los principales dirigentes políticos y asesores en comunicación del Presidente evaluaron cómo plantarse ante este mapa desde la tarde anterior, cuando se reunieron en la Casa Rosada. Lo primero que acordaron fue justamente avalar políticamente la decisión del Indec de no mentir con las cifras. Y descartaron la posibilidad de esconderse detrás de la cara de Jorge Todesca, el jefe del organismo.
“Hay que salir a explicar las cifras. Y lo tiene que hacer Mauricio”, se acordó. Así, Macri dio ayer su visión sobre la mala nueva junto a Carolina Stanley, la ministra de Desarrollo Social. Eso tampoco fue casual, por más que se trate de la ministra pertinente. Macri se ha rodeado siempre de mujeres cuando le ha tocado enfentar situaciones incómodas. Fue una de las primeras sugerencias que adoptó de Jaime Durán Barba.
“Volvemos a tener cifras serias y confiables, brindamos conferencia de prensa, nos hacemos cargo de los problemas. Es lo que prometimos en la campaña”, decían anoche en el entorno presidencial. Mucho más complejo y lejano parece uno de los tres ejes centrales de la campaña. Macri aceptó en Olivos que lo de “pobreza cero” llevará años y que trascenderá a su gestión. También sorprendió cuando dijo que “este punto de partida es sobre el cual acepto ser evaluado como Presidente”. Como si el porcentaje de pobres que creció en estos meses no fuera de su Gobierno.
“En un año vamos a estar mucho mejor”, confían cerca de Macri. Rogelio Frigerio, economista y ministro del Interior, le planteó que si la inflación sigue bajando, mucha gente escapará de la línea de pobreza cuando el año que viene se renueven los acuerdos paritarios. Su optimismo lo llevó a decirle que la pobreza podría caer 10 puntos en los próximos 12 meses.
Ayer, el Gobierno tenía que argumentar sobre una mala noticia. Más que mala, pésima: si se comparan los números de pobreza de la UCA de diciembre a la fecha –su último informe es muy similar al 32,2 por ciento que presentó el Indec–, en la Argentina existen cerca de 1.400.000 nuevos pobres. Los principales dirigentes políticos y asesores en comunicación del Presidente evaluaron cómo plantarse ante este mapa desde la tarde anterior, cuando se reunieron en la Casa Rosada. Lo primero que acordaron fue justamente avalar políticamente la decisión del Indec de no mentir con las cifras. Y descartaron la posibilidad de esconderse detrás de la cara de Jorge Todesca, el jefe del organismo.
“Hay que salir a explicar las cifras. Y lo tiene que hacer Mauricio”, se acordó. Así, Macri dio ayer su visión sobre la mala nueva junto a Carolina Stanley, la ministra de Desarrollo Social. Eso tampoco fue casual, por más que se trate de la ministra pertinente. Macri se ha rodeado siempre de mujeres cuando le ha tocado enfentar situaciones incómodas. Fue una de las primeras sugerencias que adoptó de Jaime Durán Barba.
“Volvemos a tener cifras serias y confiables, brindamos conferencia de prensa, nos hacemos cargo de los problemas. Es lo que prometimos en la campaña”, decían anoche en el entorno presidencial. Mucho más complejo y lejano parece uno de los tres ejes centrales de la campaña. Macri aceptó en Olivos que lo de “pobreza cero” llevará años y que trascenderá a su gestión. También sorprendió cuando dijo que “este punto de partida es sobre el cual acepto ser evaluado como Presidente”. Como si el porcentaje de pobres que creció en estos meses no fuera de su Gobierno.
“En un año vamos a estar mucho mejor”, confían cerca de Macri. Rogelio Frigerio, economista y ministro del Interior, le planteó que si la inflación sigue bajando, mucha gente escapará de la línea de pobreza cuando el año que viene se renueven los acuerdos paritarios. Su optimismo lo llevó a decirle que la pobreza podría caer 10 puntos en los próximos 12 meses.