Ya en el último trimestre del año todas las miradas comienzan a posarse en el 2017, periodo en el que se espera un repunte de la economía pero en el que también el oficialismo tendrá su primer test electoral después de cumplir sus primeros dos años de Gobierno.
En los últimos meses la economía fue una prioridad y en los próximos meses la realidad parece indicar que seguirá manteniéndose en esa posición.
El Banco Central prevé alcanzar una inflación de 17% en 2017 (implicaría una variación mensual promedio de 1,3%). Asimismo, el Presupuesto proyecta un crecimiento de 3,5% del PBI para 2017. Según la visión oficial, la recuperación de la economía estaría liderada por la inversión, que aumentaría 14,4% el próximo año. Asimismo, las exportaciones tendrían una expansión de 7,7% y el consumo crecería en línea con el Producto.
Desde Ecolatina sostiene que algunos de estos parámetros plasmados en el Presupuesto suenan algo optimistas. “Hay cierto consenso sobre un crecimiento el año entrante, y si bien se espera un repunte significativo de la inversión (considerando los esfuerzos realizados por parte del gobierno desde principios de la gestión para apuntalar el hundimiento de capitales), la cifra oficial luce un poco optimista”, destacan desde la consultora.
Estas proyecciones que luce alentadoras, serán factores claves para el Gobierno que aliviarían su batalla electoral. “El año que viene la economía se va a recuperar y una disminución de la inflación va a jugar a favor. El Gobierno espera un crecimiento pero hay que ver si viene acompañado de mayores puestos de trabajo y una disminución de la pobreza. Si la economía se recupera y lo social va de la mano el panorama parece ser sencillo para el oficialismo”, indicó Matias Carugatti economista de Management & Fit en diálogo con Cronista.com.
“Para 2017, el escenario se muestra más alentador. Habiendo cumplido con las medidas más costosas en términos de actividad y superado lo peor de la recesión, el gobierno posiblemente arranque el año próximo con una economía en reactivación y con perspectivas favorables, al menos en el corto plazo”, agregan desde la consultora.
“La economía es un factor decisivo en las elecciones. El gobierno está expectante y hay que tener en cuenta que llevamos años de recesión”, agregó Diana Mondino, economista de CEMA
Desde el Banco Ciudad remarcan que “si bien buena parte de los indicadores de actividad económica permanecen en terreno negativo si se los compara con un año atrás, en su mayoría comienzan a morigerar su ritmo de contracción, con perspectivas de recuperación para el último cuarto del año, tendencia que se consolidaría en 2017”.
“Sectores como la construcción o el comercio son muy importantes para la economía. En el último caso las expectativas son que se visualice una recuperación. Sin embargo, para que la economía se recupere se necesita de los “sectores más pesados” como el automotriz y en este caso el factor internacional será importante. Dependerá de Brasil y su recuperación en este caso”, resaltó Carugatti.
En tanto, Mondino dijo que “el control de la inflación tendrá mucho que ver el cómo evolucionará la economía” y agregó que “el Gobierno, con distintas medidas que viene tomando para el sector pyme o de emprendedores busca dar señales de normalización de la economía”.
Respecto a la obtención de financiamiento, Jorge Vazconcelos de fundación Mediterránea recuerda que “si las condiciones financieras internacionales se mantienen, el problema no será conseguir divisas, sino el impacto que esto tendrá sobre la trayectoria del tipo de cambio, afectando la competitividad de los sectores exportadores. En este escenario, será también más difícil la tarea de los funcionarios que promueven una mayor apertura de la economía, ya que la resistencia de los sectores menos competitivos se hará más estridente”
Por último desde M&F sostienen que “estará en manos del gobierno capitalizar la expansión políticamente y ampliar el margen de maniobra como para poder consolidar una agenda de reformas con horizonte de largo plazo y transformar lo que será un rebote económico en un proceso de crecimiento”.
En los últimos meses la economía fue una prioridad y en los próximos meses la realidad parece indicar que seguirá manteniéndose en esa posición.
El Banco Central prevé alcanzar una inflación de 17% en 2017 (implicaría una variación mensual promedio de 1,3%). Asimismo, el Presupuesto proyecta un crecimiento de 3,5% del PBI para 2017. Según la visión oficial, la recuperación de la economía estaría liderada por la inversión, que aumentaría 14,4% el próximo año. Asimismo, las exportaciones tendrían una expansión de 7,7% y el consumo crecería en línea con el Producto.
Desde Ecolatina sostiene que algunos de estos parámetros plasmados en el Presupuesto suenan algo optimistas. “Hay cierto consenso sobre un crecimiento el año entrante, y si bien se espera un repunte significativo de la inversión (considerando los esfuerzos realizados por parte del gobierno desde principios de la gestión para apuntalar el hundimiento de capitales), la cifra oficial luce un poco optimista”, destacan desde la consultora.
Estas proyecciones que luce alentadoras, serán factores claves para el Gobierno que aliviarían su batalla electoral. “El año que viene la economía se va a recuperar y una disminución de la inflación va a jugar a favor. El Gobierno espera un crecimiento pero hay que ver si viene acompañado de mayores puestos de trabajo y una disminución de la pobreza. Si la economía se recupera y lo social va de la mano el panorama parece ser sencillo para el oficialismo”, indicó Matias Carugatti economista de Management & Fit en diálogo con Cronista.com.
“Para 2017, el escenario se muestra más alentador. Habiendo cumplido con las medidas más costosas en términos de actividad y superado lo peor de la recesión, el gobierno posiblemente arranque el año próximo con una economía en reactivación y con perspectivas favorables, al menos en el corto plazo”, agregan desde la consultora.
“La economía es un factor decisivo en las elecciones. El gobierno está expectante y hay que tener en cuenta que llevamos años de recesión”, agregó Diana Mondino, economista de CEMA
Desde el Banco Ciudad remarcan que “si bien buena parte de los indicadores de actividad económica permanecen en terreno negativo si se los compara con un año atrás, en su mayoría comienzan a morigerar su ritmo de contracción, con perspectivas de recuperación para el último cuarto del año, tendencia que se consolidaría en 2017”.
“Sectores como la construcción o el comercio son muy importantes para la economía. En el último caso las expectativas son que se visualice una recuperación. Sin embargo, para que la economía se recupere se necesita de los “sectores más pesados” como el automotriz y en este caso el factor internacional será importante. Dependerá de Brasil y su recuperación en este caso”, resaltó Carugatti.
En tanto, Mondino dijo que “el control de la inflación tendrá mucho que ver el cómo evolucionará la economía” y agregó que “el Gobierno, con distintas medidas que viene tomando para el sector pyme o de emprendedores busca dar señales de normalización de la economía”.
Respecto a la obtención de financiamiento, Jorge Vazconcelos de fundación Mediterránea recuerda que “si las condiciones financieras internacionales se mantienen, el problema no será conseguir divisas, sino el impacto que esto tendrá sobre la trayectoria del tipo de cambio, afectando la competitividad de los sectores exportadores. En este escenario, será también más difícil la tarea de los funcionarios que promueven una mayor apertura de la economía, ya que la resistencia de los sectores menos competitivos se hará más estridente”
Por último desde M&F sostienen que “estará en manos del gobierno capitalizar la expansión políticamente y ampliar el margen de maniobra como para poder consolidar una agenda de reformas con horizonte de largo plazo y transformar lo que será un rebote económico en un proceso de crecimiento”.