La iniciativa que introduce el sistema de boleta electrónica e instaura la paridad de género tuvo 152 votos a favor, 75 en contra y 3 abstenciones
Nicolás Massot, jefe del bloque Pro en Diputados, durante el debate. Foto: DyN / Luciano Thieberger
La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada y envió al Senado la reforma electoral, que introduce el sistema de boleta electrónica e instaura la paridad de género. El oficialismo debió, sin embargo, dar marcha atrás con las restricciones que impulsaba en las PASO.
Ante la imposibilidad de reunir la mayoría especial de 129 votos, necesaria para cualquier reforma electoral, decidió mantener el sistema actual: el votante no estará limitado a participar de las PASO de un solo frente electoral, como establecía el proyecto original, sino que podrá combinar candidatos de diferentes alianzas.
Con 152 votos a favor, 75 en contra y 3 abstenciones, la iniciativa tuvo en general el apoyo del oficialismo, el Frente Renovador, el Bloque Justicialista, el Frente Amplio progresista (FAP) y otras bancadas más chicas.
El rechazo lo encabezó el Frente para la Victoria (FPV), que anticipó el respaldo a los artículos sobre paridad de género, y el Frente de Izquierda (FIT). Se abstuvo el Frente Renovador para la Concordia, bloque que encabeza el ex gobernador de Misiones Maurice Closs.
La iniciativa, que ahora deberá ser tratada por el Senado, propone reemplazar la boleta partidaria de papel por un sistema de boleta electrónica similar a los que funcionan en la ciudad de Buenos Aires y en Salta.
Paridad de género
Tanto en las PASO como en las elecciones generales, las listas deberán estar integradas, de manera intercalada, por igual cantidad de hombres y mujeres.
Otro cambio importante es que el Poder Ejecutivo cede en favor de la Cámara Nacional Electoral el control del escrutinio provisorio, el que se hace el mismo día de los comicios.
Los artículos que más acuerdo generaron fueron el 16 y el 17, referidos a la paridad de género. El primero obtuvo 215 votos a favor, 3 negativos y 3 abstenciones. El segundo, 213 a favor, 2 negativos y 3 abstenciones.
Héctor Recalde, titular del bloque FPV, el principal opositor de la reforma electoral que impulsó Cambiemos. Foto: DyN / Luciano Thieberger
Votaron en contra Guillermo Snopek (Frente Renovador-Jujuy), Myriam Bregman (PTS) y Alcira Argumedo (Proyecto Sur). Las dos últimas se opusieron porque el artículo 16 también incluye el umbral del 1,5 por ciento mínimo en las PASO para acceder a las elecciones generales. Se abstuvieron, por el mismo motivo, los tres diputados del Partido Obrero (PO).
En el cierre del debate en general, el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri, afirmó que no se trata de «voto electrónico», y sostuvo que «hay más papel que máquinas», dado que lo que irá a la urna es una boleta impresa. «El Estado es el que garantiza la presencia de la oferta electoral en la votación», argumentó.
El kirchnerismo insistió en mantener el sistema de boleta papel. «El sistema es vulnerable y no lo decimos nosotros. El mismo Lousteau [Martín, actual embajador en Estados Unidos] puso un manto de duda», dijo Juan Cabandié, en referencia a la elección de jefe de gobierno porteño, de 2015.
El diputado del FPV argumentó que Salta «tardó cuatro años» en implementar este sistema, y agregó que Brasil demoró otros diez años. «¿Por qué intentamos introducir este tema de la noche a la mañana?», se preguntó. Sostuvo después que la licitación de las máquinas para votar estaba direccionada en favor de MSA, o de sus directivos.
Durante el debate en particular, también se introdujo un artículo para prohibir de manera explícita el uso de teléfonos celulares para captar el sentido del voto. Es más, el proyecto contempla castigar con uno a tres años de cárcel a quien use un teléfono celular en el lugar de votación.
Las claves de la reforma electoral macrista
Sistema de boleta electrónica. Propone reemplazar la boleta partidaria de papel por un sistema de boleta electrónica similar a los que funcionan en la ciudad de Buenos Aires y en Salta.
Paridad de género. Las listas deberán estar integradas, de manera intercalada, por igual cantidad de hombres y mujeres.
PASO. El proyecto del Gobierno quería limitar al votante a votar solo a un frente electoral en las primarias, pero el oficialismo no consiguió el apoyo necesario. Así los electores que podrá combinar candidatos de diferentes alianzas.
Nicolás Massot, jefe del bloque Pro en Diputados, durante el debate. Foto: DyN / Luciano Thieberger
La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada y envió al Senado la reforma electoral, que introduce el sistema de boleta electrónica e instaura la paridad de género. El oficialismo debió, sin embargo, dar marcha atrás con las restricciones que impulsaba en las PASO.
Ante la imposibilidad de reunir la mayoría especial de 129 votos, necesaria para cualquier reforma electoral, decidió mantener el sistema actual: el votante no estará limitado a participar de las PASO de un solo frente electoral, como establecía el proyecto original, sino que podrá combinar candidatos de diferentes alianzas.
Con 152 votos a favor, 75 en contra y 3 abstenciones, la iniciativa tuvo en general el apoyo del oficialismo, el Frente Renovador, el Bloque Justicialista, el Frente Amplio progresista (FAP) y otras bancadas más chicas.
El rechazo lo encabezó el Frente para la Victoria (FPV), que anticipó el respaldo a los artículos sobre paridad de género, y el Frente de Izquierda (FIT). Se abstuvo el Frente Renovador para la Concordia, bloque que encabeza el ex gobernador de Misiones Maurice Closs.
La iniciativa, que ahora deberá ser tratada por el Senado, propone reemplazar la boleta partidaria de papel por un sistema de boleta electrónica similar a los que funcionan en la ciudad de Buenos Aires y en Salta.
Paridad de género
Tanto en las PASO como en las elecciones generales, las listas deberán estar integradas, de manera intercalada, por igual cantidad de hombres y mujeres.
Otro cambio importante es que el Poder Ejecutivo cede en favor de la Cámara Nacional Electoral el control del escrutinio provisorio, el que se hace el mismo día de los comicios.
Los artículos que más acuerdo generaron fueron el 16 y el 17, referidos a la paridad de género. El primero obtuvo 215 votos a favor, 3 negativos y 3 abstenciones. El segundo, 213 a favor, 2 negativos y 3 abstenciones.
Héctor Recalde, titular del bloque FPV, el principal opositor de la reforma electoral que impulsó Cambiemos. Foto: DyN / Luciano Thieberger
Votaron en contra Guillermo Snopek (Frente Renovador-Jujuy), Myriam Bregman (PTS) y Alcira Argumedo (Proyecto Sur). Las dos últimas se opusieron porque el artículo 16 también incluye el umbral del 1,5 por ciento mínimo en las PASO para acceder a las elecciones generales. Se abstuvieron, por el mismo motivo, los tres diputados del Partido Obrero (PO).
En el cierre del debate en general, el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri, afirmó que no se trata de «voto electrónico», y sostuvo que «hay más papel que máquinas», dado que lo que irá a la urna es una boleta impresa. «El Estado es el que garantiza la presencia de la oferta electoral en la votación», argumentó.
El kirchnerismo insistió en mantener el sistema de boleta papel. «El sistema es vulnerable y no lo decimos nosotros. El mismo Lousteau [Martín, actual embajador en Estados Unidos] puso un manto de duda», dijo Juan Cabandié, en referencia a la elección de jefe de gobierno porteño, de 2015.
El diputado del FPV argumentó que Salta «tardó cuatro años» en implementar este sistema, y agregó que Brasil demoró otros diez años. «¿Por qué intentamos introducir este tema de la noche a la mañana?», se preguntó. Sostuvo después que la licitación de las máquinas para votar estaba direccionada en favor de MSA, o de sus directivos.
Durante el debate en particular, también se introdujo un artículo para prohibir de manera explícita el uso de teléfonos celulares para captar el sentido del voto. Es más, el proyecto contempla castigar con uno a tres años de cárcel a quien use un teléfono celular en el lugar de votación.
Las claves de la reforma electoral macrista
Sistema de boleta electrónica. Propone reemplazar la boleta partidaria de papel por un sistema de boleta electrónica similar a los que funcionan en la ciudad de Buenos Aires y en Salta.
Paridad de género. Las listas deberán estar integradas, de manera intercalada, por igual cantidad de hombres y mujeres.
PASO. El proyecto del Gobierno quería limitar al votante a votar solo a un frente electoral en las primarias, pero el oficialismo no consiguió el apoyo necesario. Así los electores que podrá combinar candidatos de diferentes alianzas.