por NOELIA BARRAL GRIGERA
Camaño (FR) charla con Massot (PRO) en la sesión
La mayoría peronista en el Senado tiene intenciones de hacerle modificaciones al texto que en la madrugada de ayer aprobó la Cámara de Diputados para reformar la Ley Electoral y establecer un mecanismo electrónico de votación. Así lo confirmó a El Cronista el senador del PJ-Frente para la Victoria (PJ-FpV) Marcelo Fuentes, titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, adonde se debatirá la iniciativa. «La opinión mayoritaria es que va a haber cambios», aseguró.
Fuentes ya delineó un cronograma de tratamiento del proyecto. El primer día de noviembre, un plenario de comisiones del que también participará Presupuesto recibirá al ministro del Interior, Rogelio Frigerio; y al secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, para que en representación del Ejecutivo defiendan y expliquen el proyecto. Ese día también participarán de la discusión los apoderados de los partidos políticos. El 3 de noviembre será el turno de la Cámara Nacional Electoral y de especialistas, con intención de emitir dictamen del proyecto el jueves 10. Así lejos de las expectativas del oficialismo y parte del peronismo no kirchnerista, que apostaba a que el Senado convierta en ley la iniciativa en dos semanas, el texto quedaría en condiciones de llegar al recinto de la Cámara alta recién dentro de un mes.
Y además, sufriría cambios. «Tenemos observaciones en función de lo que es la experiencia internacional. La opinión mayoritaria es que va a haber cambios», adelantó Fuentes en ese sentido. Uno de los principales cuestionamientos del peronismo pasa por el sistema electrónico, que para el Gobierno es el corazón del proyecto. «Mi opinión personal es que el soporte de papel no debe tener chip», señaló el senador. Se refirió en ese marco al proyecto que días atrás presentaron en el Senado Juan Manuel Abal Medina y Omar Perotti, ambos de su bloque, proponiendo que la boleta impresa no contenga ningún tipo de soporte electrónico para «proteger la seguridad del secreto del sufragio».
De confirmarse este escenario, el proyecto deberá regresar a la Cámara de Diputados, adonde el oficialismo tendrá dos opciones: intentar insistir con la redacción original aprobada en la madrugada de ayer o aceptar los cambios. En el PJ-FpV no creen que la primera opción sea posible. «Ellos ayer no llegaron a los dos tercios. Necesitaban 154. Estuvieron cerca pero no llegaron», sostuvo la diputada Diana Conti en diálogo con este diario. Por ello, para la legisladora, «si el Senado hiciera modificaciones, está claro que el oficialismo no va a tener los dos tercios de los votos para insistir en su media sanción».
La iniciativa, que requería una mayoría calificada de 129 votos, se votó en general con 152 apoyos, aportados por el interbloque oficialista Cambiemos, el massista Frente Renovador, el bloque Justicialista de Diego Bossio y otras fuerzas minoritarias. Los votos en contra fueron 75, del PJ-FpV y el Frente de Izquierda.
Este último grupo es el que podría terminar sellando la suerte del proyecto, si finalmente el Senado lo devuelve a Diputados con cambios y el oficialismo no consigue reunir los dos tercios necesarios para sostener la redacción original.
Camaño (FR) charla con Massot (PRO) en la sesión
La mayoría peronista en el Senado tiene intenciones de hacerle modificaciones al texto que en la madrugada de ayer aprobó la Cámara de Diputados para reformar la Ley Electoral y establecer un mecanismo electrónico de votación. Así lo confirmó a El Cronista el senador del PJ-Frente para la Victoria (PJ-FpV) Marcelo Fuentes, titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, adonde se debatirá la iniciativa. «La opinión mayoritaria es que va a haber cambios», aseguró.
Fuentes ya delineó un cronograma de tratamiento del proyecto. El primer día de noviembre, un plenario de comisiones del que también participará Presupuesto recibirá al ministro del Interior, Rogelio Frigerio; y al secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, para que en representación del Ejecutivo defiendan y expliquen el proyecto. Ese día también participarán de la discusión los apoderados de los partidos políticos. El 3 de noviembre será el turno de la Cámara Nacional Electoral y de especialistas, con intención de emitir dictamen del proyecto el jueves 10. Así lejos de las expectativas del oficialismo y parte del peronismo no kirchnerista, que apostaba a que el Senado convierta en ley la iniciativa en dos semanas, el texto quedaría en condiciones de llegar al recinto de la Cámara alta recién dentro de un mes.
Y además, sufriría cambios. «Tenemos observaciones en función de lo que es la experiencia internacional. La opinión mayoritaria es que va a haber cambios», adelantó Fuentes en ese sentido. Uno de los principales cuestionamientos del peronismo pasa por el sistema electrónico, que para el Gobierno es el corazón del proyecto. «Mi opinión personal es que el soporte de papel no debe tener chip», señaló el senador. Se refirió en ese marco al proyecto que días atrás presentaron en el Senado Juan Manuel Abal Medina y Omar Perotti, ambos de su bloque, proponiendo que la boleta impresa no contenga ningún tipo de soporte electrónico para «proteger la seguridad del secreto del sufragio».
De confirmarse este escenario, el proyecto deberá regresar a la Cámara de Diputados, adonde el oficialismo tendrá dos opciones: intentar insistir con la redacción original aprobada en la madrugada de ayer o aceptar los cambios. En el PJ-FpV no creen que la primera opción sea posible. «Ellos ayer no llegaron a los dos tercios. Necesitaban 154. Estuvieron cerca pero no llegaron», sostuvo la diputada Diana Conti en diálogo con este diario. Por ello, para la legisladora, «si el Senado hiciera modificaciones, está claro que el oficialismo no va a tener los dos tercios de los votos para insistir en su media sanción».
La iniciativa, que requería una mayoría calificada de 129 votos, se votó en general con 152 apoyos, aportados por el interbloque oficialista Cambiemos, el massista Frente Renovador, el bloque Justicialista de Diego Bossio y otras fuerzas minoritarias. Los votos en contra fueron 75, del PJ-FpV y el Frente de Izquierda.
Este último grupo es el que podría terminar sellando la suerte del proyecto, si finalmente el Senado lo devuelve a Diputados con cambios y el oficialismo no consigue reunir los dos tercios necesarios para sostener la redacción original.