Novena caída para el empleo

ECONOMIA › MENOS PUESTOS DE TRABAJO EN LA CONSTRUCCION EN AGOSTO
Desde que asumió Mauricio Macri, la ocupación en el sector de la construcción registró caídas interanuales todos los meses. En agosto fue del 12 por ciento y acumula una baja del 11 por ciento en el año.
El empleo de la construcción cayó 12,0 por ciento en agosto respecto del mismo mes del año pasado y marcó una suba del 1,8 por ciento contra julio. El retroceso interanual de la ocupación fue una figurita repetida desde diciembre pasado, cuando asumió la gestión de Cambiemos. La actividad de la edificación atraviesa una fase de fuerte estancamiento que se refleja en los despachos de cemento al mercado interno. Las ventas del material sufrieron una contracción del 11,5 por ciento en septiembre y acumulan en el año el peor retroceso desde la crisis de 2002, tras el estallido de la convertibilidad. Aumento de costos, tasas de interés elevadas que estimulan el negocio financiero en lugar de la producción e incertidumbre respecto del futuro de la economía frenaron la construcción.
El Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) computó en su último informe de coyuntura que el empleo de la construcción se ubicó en 371.888 individuos en agosto, cuando era de 422.379 trabajadores en igual mes del año pasado, lo que equivale a un retroceso del 12 por ciento. La disminución en la plantilla de personal de las constructoras fue una constante de los últimos nueve meses. En diciembre, marcó una merma del 0,9 por ciento, en tanto que en enero lo hizo al 5,0 por ciento, en febrero al 6,8, en marzo al 9,8, en abril al 11,9, en mayo al 12,7, en junio al 14,3 y en julio al 14,2. El sector perdió 50.491 empleos en el último año, cifra que no considera las desafectaciones de trabajadores informales, quienes ante situaciones de crisis sufren el mayor impacto. Hasta agosto, la baja acumulada del empleo formal es del 11 por ciento respecto a igual período de 2015.
El informe de IERIC dejó en evidencia el apuro del Gobierno por mostrar los primeros “brotes verdes” de la economía en el segundo semestre. El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, había asegurado que la suba del 6,8 por ciento en la venta de cemento de agosto era la primera señal del repunte del mercado interno y que esos indicadores se seguirían repitiendo con el correr de los meses. Pero los despachos de cemento en septiembre marcaron un desplome a tasas de dos dígitos (-11,5 por ciento) evidenciando la continuidad del ciclo recesivo. “La reversión de los guarismos de agosto estuvo en parte vinculada a factores estadísticos. Cabe apuntar que agosto de 2015 fue un mes con abundantes precipitaciones, que dieron lugar a una caída interanual del 1,6 por ciento en el consumo de cemento, la única de 2015 hasta noviembre”, se precisó en el documento del instituto de la construcción.
De enero a septiembre, la demanda de cemento marcó un retroceso del 12,4 por ciento respecto del mismo período del año pasado. Esta fue la baja más importante desde la crisis de 2002, al superar incluso la caída del sector en 2009, con el estallido de la crisis financiera internacional. Ese año el Estado nacional realizó un fuerte esfuerzo en las obras de infraestructura, elemento que en 2016 se frenó por el programa de ajuste de Cambiemos, que incluyó recortes de subsidios a servicios públicos y transferencia de recursos, principalmente, al campo.
Otro insumo conectado con la obra pública que marcó una fuerte contracción entre enero y agosto fue asfalto, al retroceder 30,1 por ciento en relación con el mismo período del año pasado. A su vez, hierro redondo para hormigón bajó 19,0 por ciento, ladrillos huecos mermó 9,7 por ciento y pinturas para la construcción se contrajo 5,1 por ciento.

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