El Senado se encamina a hacer una serie de retoques en la ley de Reforma Electoral que impactarían en el corazón mismo de la iniciativa impulsada por el oficialismo. Es que existe un principio de consenso opositor para que el conteo de los sufragios sea manual y no electrónico, según dijeron a Clarín fuentes del Partido Justicialista, del Frente Renovador y de la bancada del FpV en la Cámara Alta.
La intención, eso sí, es cambiar el sistema de votación. De aprobarse la ley con los cambios que plantea la oposición, se abandonaría el tradicional sistema de boletas de papel y se pasaría a votar con pantallas táctiles
conectadas a máquinas que imprimirán las boletas. Pero esas boletas no tendrán chip, como establece el proyecto que fue aprobado en Diputados. De esa manera, el recuento de votos deberá hacerse a mano. Los argumentos principales son que sin chip el sistema no es vulnerable a hackeos informáticos y que además garantiza que no haya robo ni faltantes de boletas en los lugares de votación.
También alegan que este sistema que proponen es más barato. Una alternativa que aún se contempla es que las boletas sean impresas con código QR. «En caso de necesidad, y después del conteo manual, podría corroborarse el resultado de cada mesa haciendo el recuento mediante la lectura del código QR», explicaron las fuentes consultadas.La ley de reforma electoral cuenta con media sanción de Diputados y empezará a ser tratada formalmente el martes próximo en el Senado. Algunos insisten con darle dictamen dos días después, ya el jueves 3, aunque es posible que quede para la siguiente semana debido a que se invitó a fijar su posición a los apoderados de todos los partidos políticos.
Con los cambios que se introducirían, la iniciativa deberá volver si o si a la Cámara Baja. La imposición del criterio de la bancada del FpV en el Senado significaría otra traspié de la Casa Rosada después de los fracasos con el proyecto de participación público-privado (PPP) y de reforma al Ministerio Público Fiscal.
En el Frente Renovador dijeron que ya dieron un guiño a los cambios que haga el Senado, con lo que serían ratificados cuando la ley vuelva a la Cámara Baja.
Los senadores del PJ Juan Manuel Abal Medina y Omar Perotti tienen presentado un proyecto de impresión de boletas con conteo manual. En Diputados, el titular del PJ, José Luis Gioja, había propuesto una iniciativa similar.
«El sistema con chip encarece y no da garantías sobre el resultado», dijo Abal Medina. Y agregó: «La única forma de darle seguridad a todos los argentinos del resultado de la elección es con conteo manual. Además con la impresión en los lugares de votación se evita el robo y los altos costos de la impresión de boletas para los partidos que menos recursos tienen».
El apoderado del PJ, jorge Landau, es uno de los expertos que está opinando sobre los cambios que se le harían en el Senado.
Otra modificación central de las que se hablan es introducir en la ley de Reforma Electoral una alternativa para los casos, por ejemplo, de que la Cámara Nacional Electoral no homologue el nuevo sistema de sufragio o que haya sitios de la Argentina en los que por alguna contingencia no se pueda votar. «Las máquinas son a batería, ¿pero qué pasa si se quedan sin batería o se rompen?», se preguntó el diputado Gioja. Ese plan B no sería nada original: estipularía que en los lugares en los que no se pueda aplicar el nuevo sistema parcial o integramente se vote con las tradicionales boletas de papel.
Otros retoques que se mencionan son que en la pantalla en la que se vote aparezcan las listas completas de candidatos. el lugar de voto del personal de las fuerzas de seguridad, un criterio diferente al aprobado por Diputados para el armado de listas según la paridad de género paridad de género en las listas y que los candidatos a presidente solo puedan elegir a su compañero de formula dentro de su propia agrupación política.
La intención, eso sí, es cambiar el sistema de votación. De aprobarse la ley con los cambios que plantea la oposición, se abandonaría el tradicional sistema de boletas de papel y se pasaría a votar con pantallas táctiles
conectadas a máquinas que imprimirán las boletas. Pero esas boletas no tendrán chip, como establece el proyecto que fue aprobado en Diputados. De esa manera, el recuento de votos deberá hacerse a mano. Los argumentos principales son que sin chip el sistema no es vulnerable a hackeos informáticos y que además garantiza que no haya robo ni faltantes de boletas en los lugares de votación.
También alegan que este sistema que proponen es más barato. Una alternativa que aún se contempla es que las boletas sean impresas con código QR. «En caso de necesidad, y después del conteo manual, podría corroborarse el resultado de cada mesa haciendo el recuento mediante la lectura del código QR», explicaron las fuentes consultadas.La ley de reforma electoral cuenta con media sanción de Diputados y empezará a ser tratada formalmente el martes próximo en el Senado. Algunos insisten con darle dictamen dos días después, ya el jueves 3, aunque es posible que quede para la siguiente semana debido a que se invitó a fijar su posición a los apoderados de todos los partidos políticos.
Con los cambios que se introducirían, la iniciativa deberá volver si o si a la Cámara Baja. La imposición del criterio de la bancada del FpV en el Senado significaría otra traspié de la Casa Rosada después de los fracasos con el proyecto de participación público-privado (PPP) y de reforma al Ministerio Público Fiscal.
En el Frente Renovador dijeron que ya dieron un guiño a los cambios que haga el Senado, con lo que serían ratificados cuando la ley vuelva a la Cámara Baja.
Los senadores del PJ Juan Manuel Abal Medina y Omar Perotti tienen presentado un proyecto de impresión de boletas con conteo manual. En Diputados, el titular del PJ, José Luis Gioja, había propuesto una iniciativa similar.
«El sistema con chip encarece y no da garantías sobre el resultado», dijo Abal Medina. Y agregó: «La única forma de darle seguridad a todos los argentinos del resultado de la elección es con conteo manual. Además con la impresión en los lugares de votación se evita el robo y los altos costos de la impresión de boletas para los partidos que menos recursos tienen».
El apoderado del PJ, jorge Landau, es uno de los expertos que está opinando sobre los cambios que se le harían en el Senado.
Otra modificación central de las que se hablan es introducir en la ley de Reforma Electoral una alternativa para los casos, por ejemplo, de que la Cámara Nacional Electoral no homologue el nuevo sistema de sufragio o que haya sitios de la Argentina en los que por alguna contingencia no se pueda votar. «Las máquinas son a batería, ¿pero qué pasa si se quedan sin batería o se rompen?», se preguntó el diputado Gioja. Ese plan B no sería nada original: estipularía que en los lugares en los que no se pueda aplicar el nuevo sistema parcial o integramente se vote con las tradicionales boletas de papel.
Otros retoques que se mencionan son que en la pantalla en la que se vote aparezcan las listas completas de candidatos. el lugar de voto del personal de las fuerzas de seguridad, un criterio diferente al aprobado por Diputados para el armado de listas según la paridad de género paridad de género en las listas y que los candidatos a presidente solo puedan elegir a su compañero de formula dentro de su propia agrupación política.