El camino hacia otro país.
Podemos dividir la gestión de los cuatro años del presidente Mauricio Macri en tres etapas: 1. Ajuste y reorientación de las variables (2016 y 2017); 2. Replanteo del programa (2018) y 3. Consolidación de un nuevo país. Se espera que estas etapas que concluirán en 2020 presenten muy buenos resultados para la Argentina.
Se han efectuado en 2016 correcciones que movieron al país de un andarivel dirigido a parecernos a cada vez más a Venezuela hacia otro que se aleja cada vez más de ese modelo o del modelo de otros países que tenían una política parecida. Éste es el tema fundamental que no hay que perder de vista con nuestro populismo cortoplacista que nos fue llevando al fracaso progresivo en que nos encontrábamos en 2015.
Podemos describir cada etapa de la siguiente manera:
1. Etapa de ajuste y reorientación de las variables 2016-2017
Eliminación del cepo cambiario y otras restricciones de este mercado.
Absorción de deferencias del mercado de futuros vendidos a precios muy bajos que dieron como resultado una expansión monetaria altísima.
Tasas de Letras del Banco Central que fueron consideradas altas, pero que se mantuvieron en línea con la inflación (alta).
Cambios impositivos importantes para el campo y otros sectores.
Terminación del default de la deuda pública.
Ajuste de tarifas que pareció de shock de alrededor de 400% para la mayoría de los sectores, pero solo representó el 40 % del ajuste necesario en las tarifas.
Déficit fiscal súper elevado que se está tratando de contener.
Fuerte emisión de deuda para financiar el gasto público mayor y los menores recursos impositivos.
Poco ajuste del gasto público, que básicamente permaneció en el mismo nivel en que se encontraba tanto en personal como en jubilaciones y planes sociales.
Reaparición lenta de la obra pública.
Recuperación gradual del crecimiento, ya que la actividad dejó de caer en noviembre de este año.
Desinflación que llevaría el nivel del índice de precios al consumidor al 20% anual para 2017. Ya estamos en ese nivel de inflación, según los últimos datos mensuales, aunque la tasa anual aún supera el 40%.
Tipo de cambio que se va apreciando fuertemente y que complica las colocaciones de productos en el exterior.
Éxito enorme del blanqueo de capitales, con más de US$ 75.000 millones de exteriorización de activos que estaban en el exterior y en la Argentina. Recaudación muy importante por este concepto, que llevaría a una cobertura muy alta para los reajustes de haberes a los jubilados.
Gran confianza en el Presidente, que llega al 55% según la Universidad Di Tella.
Mucha confianza en el exterior en las nuevas políticas económicas.
Con estas medidas el salario real caería alrededor de 5% en 2016, el desempleo se ubicaría en casi 9% al final de este año y la pobreza se ubicaría en algo más del 32 % de la población total en este año. Estas cifras cambian bastante para 2017, año en que la inflación se ubicaría en 20% y el PBI crecería 3,5 %. El salario real va a mejorar 2,5% y la ocupación también mejorará, con lo cual la pobreza va a decaer significativamente del 32% actual. Es un buen resultado económico para 2017, que permitiría ganar las elecciones de ese año.
Etapa 2. Replanteo del problema económico (2018)
En esta fase se seguirán ajustando las tarifas semestralmente y continuarán las demás actualizaciones según el cronograma definido desde el inicio. Hay que recordar que se producirán varios hechos que pueden afectar nuestra evolución normal:
Suben las tasas de interés internacionales y eso nos complica para cubrir las necesidades de endeudamiento por resultar mucho más caro que el actual costo.
La Nación y las provincias, con dificultades para cubrir necesidades financieras.
Se refuerza el ajuste fiscal ante la necesidad de que los gastos se cubran con recursos genuinos.
La tasa de interés sigue positiva en términos reales y frena la inflación.
Se sostiene el crecimiento económico alrededor del 2,9 % anual.
Mejora gradualmente la inversión que ya para 2018 estará en pleno desarrollo.
Se refuerza el ordenamiento tarifario, lo que da más sustentabilidad a las inversiones en nuevos proyectos.
Se efectúa una fuerte corrección cambiaria, que termina de consolidar el sector externo, con impacto reducido en precios.
Tras estos reordenamientos estaremos en condiciones de ir pareciéndonos a un país emergente, pero con la necesidad de seguir fríamente las reglas del juego de la economía.
Etapa 3. Consolidación de un nuevo país (2019/2020)
En esta etapa finalizan los ajustes de tarifas programados y todas las variables se van normalizando en un conjunto de precios relativos parecidos a los internacionales:
El déficit fiscal se modera.
El ajuste fiscal se hace de forma tranquila y la inflación llega a tasas internacionales.
Se reordenan la entrada y la salida de divisas.
Finalizan los ajustes de tarifas.
El salario real se recupera y la ocupación se normaliza. Se sigue trabajando en el objetivo de pobreza cero, que se prometió en la campaña de 2015.
Nuestras proyecciones de la economía indican que el PBI, tras una caída de 2,5% este año, crecería 3,5 y 2,9% en 2017 y 2018, para luego avanzar 4,0 y 4,4% en los dos años siguientes. El índice de precios al consumidor, luego de subir un 40,4% este año, se aliviaría para llegar en los cuatro años siguientes a 20,2; 11,6; 5,8, y 3,5%. Por su parte, el resultado fiscal de la Nación, excluyendo los resultados del BCRA pasaría de un déficit de 6,2% este año a uno de 5,8% y 4,8% en 2017 y 2018 y a 4,0 y 3,2% en 2019 y 2020.
Con estos resultados, construidos con un modelo propio sobre la base de 3100 variables, el país podría regresar gradualmente a ser considerado un país intermedio, como antes de iniciar las grandes inflaciones, los golpes de Estado, las expropiaciones del ahorro, los episodios de default de la deuda. El ahorro está volviendo al país, lo cual avala al modelo gradualista elegido. Falta aún mucho por recorrer, pero estamos en condiciones de considerar que el camino se irá consolidando progresivamente.
Podemos dividir la gestión de los cuatro años del presidente Mauricio Macri en tres etapas: 1. Ajuste y reorientación de las variables (2016 y 2017); 2. Replanteo del programa (2018) y 3. Consolidación de un nuevo país. Se espera que estas etapas que concluirán en 2020 presenten muy buenos resultados para la Argentina.
Se han efectuado en 2016 correcciones que movieron al país de un andarivel dirigido a parecernos a cada vez más a Venezuela hacia otro que se aleja cada vez más de ese modelo o del modelo de otros países que tenían una política parecida. Éste es el tema fundamental que no hay que perder de vista con nuestro populismo cortoplacista que nos fue llevando al fracaso progresivo en que nos encontrábamos en 2015.
Podemos describir cada etapa de la siguiente manera:
1. Etapa de ajuste y reorientación de las variables 2016-2017
Eliminación del cepo cambiario y otras restricciones de este mercado.
Absorción de deferencias del mercado de futuros vendidos a precios muy bajos que dieron como resultado una expansión monetaria altísima.
Tasas de Letras del Banco Central que fueron consideradas altas, pero que se mantuvieron en línea con la inflación (alta).
Cambios impositivos importantes para el campo y otros sectores.
Terminación del default de la deuda pública.
Ajuste de tarifas que pareció de shock de alrededor de 400% para la mayoría de los sectores, pero solo representó el 40 % del ajuste necesario en las tarifas.
Déficit fiscal súper elevado que se está tratando de contener.
Fuerte emisión de deuda para financiar el gasto público mayor y los menores recursos impositivos.
Poco ajuste del gasto público, que básicamente permaneció en el mismo nivel en que se encontraba tanto en personal como en jubilaciones y planes sociales.
Reaparición lenta de la obra pública.
Recuperación gradual del crecimiento, ya que la actividad dejó de caer en noviembre de este año.
Desinflación que llevaría el nivel del índice de precios al consumidor al 20% anual para 2017. Ya estamos en ese nivel de inflación, según los últimos datos mensuales, aunque la tasa anual aún supera el 40%.
Tipo de cambio que se va apreciando fuertemente y que complica las colocaciones de productos en el exterior.
Éxito enorme del blanqueo de capitales, con más de US$ 75.000 millones de exteriorización de activos que estaban en el exterior y en la Argentina. Recaudación muy importante por este concepto, que llevaría a una cobertura muy alta para los reajustes de haberes a los jubilados.
Gran confianza en el Presidente, que llega al 55% según la Universidad Di Tella.
Mucha confianza en el exterior en las nuevas políticas económicas.
Con estas medidas el salario real caería alrededor de 5% en 2016, el desempleo se ubicaría en casi 9% al final de este año y la pobreza se ubicaría en algo más del 32 % de la población total en este año. Estas cifras cambian bastante para 2017, año en que la inflación se ubicaría en 20% y el PBI crecería 3,5 %. El salario real va a mejorar 2,5% y la ocupación también mejorará, con lo cual la pobreza va a decaer significativamente del 32% actual. Es un buen resultado económico para 2017, que permitiría ganar las elecciones de ese año.
Etapa 2. Replanteo del problema económico (2018)
En esta fase se seguirán ajustando las tarifas semestralmente y continuarán las demás actualizaciones según el cronograma definido desde el inicio. Hay que recordar que se producirán varios hechos que pueden afectar nuestra evolución normal:
Suben las tasas de interés internacionales y eso nos complica para cubrir las necesidades de endeudamiento por resultar mucho más caro que el actual costo.
La Nación y las provincias, con dificultades para cubrir necesidades financieras.
Se refuerza el ajuste fiscal ante la necesidad de que los gastos se cubran con recursos genuinos.
La tasa de interés sigue positiva en términos reales y frena la inflación.
Se sostiene el crecimiento económico alrededor del 2,9 % anual.
Mejora gradualmente la inversión que ya para 2018 estará en pleno desarrollo.
Se refuerza el ordenamiento tarifario, lo que da más sustentabilidad a las inversiones en nuevos proyectos.
Se efectúa una fuerte corrección cambiaria, que termina de consolidar el sector externo, con impacto reducido en precios.
Tras estos reordenamientos estaremos en condiciones de ir pareciéndonos a un país emergente, pero con la necesidad de seguir fríamente las reglas del juego de la economía.
Etapa 3. Consolidación de un nuevo país (2019/2020)
En esta etapa finalizan los ajustes de tarifas programados y todas las variables se van normalizando en un conjunto de precios relativos parecidos a los internacionales:
El déficit fiscal se modera.
El ajuste fiscal se hace de forma tranquila y la inflación llega a tasas internacionales.
Se reordenan la entrada y la salida de divisas.
Finalizan los ajustes de tarifas.
El salario real se recupera y la ocupación se normaliza. Se sigue trabajando en el objetivo de pobreza cero, que se prometió en la campaña de 2015.
Nuestras proyecciones de la economía indican que el PBI, tras una caída de 2,5% este año, crecería 3,5 y 2,9% en 2017 y 2018, para luego avanzar 4,0 y 4,4% en los dos años siguientes. El índice de precios al consumidor, luego de subir un 40,4% este año, se aliviaría para llegar en los cuatro años siguientes a 20,2; 11,6; 5,8, y 3,5%. Por su parte, el resultado fiscal de la Nación, excluyendo los resultados del BCRA pasaría de un déficit de 6,2% este año a uno de 5,8% y 4,8% en 2017 y 2018 y a 4,0 y 3,2% en 2019 y 2020.
Con estos resultados, construidos con un modelo propio sobre la base de 3100 variables, el país podría regresar gradualmente a ser considerado un país intermedio, como antes de iniciar las grandes inflaciones, los golpes de Estado, las expropiaciones del ahorro, los episodios de default de la deuda. El ahorro está volviendo al país, lo cual avala al modelo gradualista elegido. Falta aún mucho por recorrer, pero estamos en condiciones de considerar que el camino se irá consolidando progresivamente.