Cuál es la visión económica de Dujovne para 2017
Nicolás Dujovne era el titular de Dujovne & Asociados cuando habló con Apertura. Todavía no era el flamante ministro de Hacienda y Alfonso Prat Gay ocupaba ese cargo. «Yo pensaba que en 2017 la economía crecería arriba del 4 por ciento», dijo en la entrevista y aclaró: «Es una hipótesis que empiezo a revisar».
Además, sostuvo que «otro punto que influyó fue que la economía venía acumulando, hasta el 2015, un exceso de inventarios».
Esta es la entrevista que dio Dujovne el 25 de noviembre para la edición de Apertura de diciembre del 2016,
¿Cuáles son las perspectivas del Fisco para el 2017, teniendo en cuenta las medidas que pueda tomar Donald Trump?
El principal impacto viene por el canal financiero, ya que, en lo comercial, la Argentina le exporta solamente 3.500 millones a Estados Unidos. En 2017, el Gobierno va a necesitar mucho financiamiento externo y eso hoy empieza a ponerse bajo cuestión por un tema de disponibilidad de deuda, dada una eventual suba de tasas de Estados Unidos. Por este motivo, creo que en 2017 el Gobierno va a intentar mantener el gasto público como lo hizo en este año, que no creció en términos reales, y si el mundo se complica en lo financiero, más que hacer un ajuste fiscal va a terminar yendo a pedirle crédito al Fondo Monetario Internacional. En este 2016 se optó por hacer una apuesta demasiado gradualista en lo fiscal: si Hacienda bajaba un poco más el déficit, el costo de endeudamiento iba a caer a tasas menores.
¿Cuánto crees que podría crecer la economía en el 2017?
Yo pensaba que en 2017 la economía crecería arriba del 4 por ciento, y es una hipótesis que empiezo a revisar por lo factores externos, y no tanto por los domésticos. Como mencioné, el triunfo de Trump podría desencadenar una suba de las tasas de Estados Unidos, y esto va a encarecer el costo de financiamiento y lo va a hacer más escaso. Esto tendría como consecuencia un dólar más fuerte y una depreciación de las monedas emergentes. En un año en el cual la Argentina va a necesitar mucho financiamiento, esto lo va a afectar. Pienso que vamos a estar más cerca del 3 por ciento.
¿Qué medidas deben tomarse para eludir a los ciclos económicos de ¨arranque y freno¨ y que en cuatro años el Gobierno vuelva a acudir a la devaluación?
Gran parte de los costos que estamos pagando este año se debe a que la Argentina abandonó al populismo como método de política económica: estamos pagando costos en términos de crecimiento para poder crecer para adelante. Cuando uno recompone el precio del gas y la energía eléctrica es para que se vuelva a producir gas y electricidad. Cuando uno unifica el tipo de cambio es para que vuelva a entrar inversión extranjera directa, que antes no entraba porque el empresario extranjero debía liquidar los dólares a un tipo de cambio oficial y perder un 40% desde el día uno, dado el tipo de cambio paralelo. Entonces hay costos que se han pagado para construir para adelante.
¿Cuál es la principal diferencia entre la política económica que calificas como populista, y la planteada por el equipo económico de Mauricio Macri?
La gran diferencia es que los ciclos de arranque y freno que tuvimos en los últimos años se debía a la falta de acceso al mercado de capitales. Apenas se acababan las divisas había que ajustar el gasto en dólares de la economía, porque el Gobierno no tenía como seguir financiandose. Y ahora la Argentina puede suavizar su ciclo económico con financiamiento externo.
¿Cómo manejó el Banco Central al tipo de cambio?
Me parece que no hubo otra opción que tener un tipo de cambio real apreciado por la combinación de una política fiscal muy laxa, que genera mucha presión en el gasto de bienes no transables; con una política monetaria contractiva, que generó demandas de precio. Es difícil de cuestionar porque el Gobierno tuvo buen manejo de la gobernabilidad, pero esto hizo que haya costos económicos.
¿Por qué la economía no arrancó en el segundo semestre?
Este era un año en el cual la economía iba a pasar por un periodo recesivo porque tenía que absorber el impacto de la devaluación y la suba de tarifas. Pero, el merrcado esperaba que cuando el efecto se revirtiera- el salario se ajuste y la inflación caiga- el consumo iba a empezar a recuperarse y, a su vez, que este efecto se juntara con algún repunte de la inversión provocada por el mejor clima de negocios y la eliminación de algunas restricciones absurdas en el mercado de capitales. Yo diría que todo ese esquema funcionó en alguna medida, pero fue contrarrestado por algunos efectos que no estaban en el radar.
¿Cuáles fueron estos efectos?
En primer lugar, la economía de Brasil cayó un 3,5% en 2016, y esto no estaba en los papeles de nadie. Para tener cierta referencia, según los números del BCRA, la caída brasileña le costó casi 0,8 puntos porcentuales del PBI a nuestra economía este año. Un segundo factor se debe a la caída de los salarios reales de la economía informal. Como es un sector no sindicalizado y sin protección, los salarios en negro sufrieron una caída mayor a los del sector formal y el empleo está tardando mucho en recuperarse.
Otro punto que influyó fue que la economía venía acumulando, hasta el 2015, un exceso de inventarios.Esto se debe a que una de las grandes fuentes de beneficios de las empresas durante el kirchnerismo era endeudarse a tasas de interés negativas, comprar insumos importados con dólares baratos provistos por el BCRA, y vender el bien final en el mercado local a un precio similar al dólar paralelo. O revaluando la mercadería al precio del dólar paralelo en las existencias, o stocks, de la compañía. Pero, una vez que se unifica el tipo de cambio y aumentan las tasas de interés, ya no se justifica tener esa cantidad de bienes en inventarios y las firmas empezaron a liquidarlos. De hecho, la economía dejó de crecer en un punto porcentual en el primer trimestre fue un punto porcentual por el efecto reducción de inventarios. Atenta contra producir: en vez de ello, vendes productos en stock.
Nicolás Dujovne era el titular de Dujovne & Asociados cuando habló con Apertura. Todavía no era el flamante ministro de Hacienda y Alfonso Prat Gay ocupaba ese cargo. «Yo pensaba que en 2017 la economía crecería arriba del 4 por ciento», dijo en la entrevista y aclaró: «Es una hipótesis que empiezo a revisar».
Además, sostuvo que «otro punto que influyó fue que la economía venía acumulando, hasta el 2015, un exceso de inventarios».
Esta es la entrevista que dio Dujovne el 25 de noviembre para la edición de Apertura de diciembre del 2016,
¿Cuáles son las perspectivas del Fisco para el 2017, teniendo en cuenta las medidas que pueda tomar Donald Trump?
El principal impacto viene por el canal financiero, ya que, en lo comercial, la Argentina le exporta solamente 3.500 millones a Estados Unidos. En 2017, el Gobierno va a necesitar mucho financiamiento externo y eso hoy empieza a ponerse bajo cuestión por un tema de disponibilidad de deuda, dada una eventual suba de tasas de Estados Unidos. Por este motivo, creo que en 2017 el Gobierno va a intentar mantener el gasto público como lo hizo en este año, que no creció en términos reales, y si el mundo se complica en lo financiero, más que hacer un ajuste fiscal va a terminar yendo a pedirle crédito al Fondo Monetario Internacional. En este 2016 se optó por hacer una apuesta demasiado gradualista en lo fiscal: si Hacienda bajaba un poco más el déficit, el costo de endeudamiento iba a caer a tasas menores.
¿Cuánto crees que podría crecer la economía en el 2017?
Yo pensaba que en 2017 la economía crecería arriba del 4 por ciento, y es una hipótesis que empiezo a revisar por lo factores externos, y no tanto por los domésticos. Como mencioné, el triunfo de Trump podría desencadenar una suba de las tasas de Estados Unidos, y esto va a encarecer el costo de financiamiento y lo va a hacer más escaso. Esto tendría como consecuencia un dólar más fuerte y una depreciación de las monedas emergentes. En un año en el cual la Argentina va a necesitar mucho financiamiento, esto lo va a afectar. Pienso que vamos a estar más cerca del 3 por ciento.
¿Qué medidas deben tomarse para eludir a los ciclos económicos de ¨arranque y freno¨ y que en cuatro años el Gobierno vuelva a acudir a la devaluación?
Gran parte de los costos que estamos pagando este año se debe a que la Argentina abandonó al populismo como método de política económica: estamos pagando costos en términos de crecimiento para poder crecer para adelante. Cuando uno recompone el precio del gas y la energía eléctrica es para que se vuelva a producir gas y electricidad. Cuando uno unifica el tipo de cambio es para que vuelva a entrar inversión extranjera directa, que antes no entraba porque el empresario extranjero debía liquidar los dólares a un tipo de cambio oficial y perder un 40% desde el día uno, dado el tipo de cambio paralelo. Entonces hay costos que se han pagado para construir para adelante.
¿Cuál es la principal diferencia entre la política económica que calificas como populista, y la planteada por el equipo económico de Mauricio Macri?
La gran diferencia es que los ciclos de arranque y freno que tuvimos en los últimos años se debía a la falta de acceso al mercado de capitales. Apenas se acababan las divisas había que ajustar el gasto en dólares de la economía, porque el Gobierno no tenía como seguir financiandose. Y ahora la Argentina puede suavizar su ciclo económico con financiamiento externo.
¿Cómo manejó el Banco Central al tipo de cambio?
Me parece que no hubo otra opción que tener un tipo de cambio real apreciado por la combinación de una política fiscal muy laxa, que genera mucha presión en el gasto de bienes no transables; con una política monetaria contractiva, que generó demandas de precio. Es difícil de cuestionar porque el Gobierno tuvo buen manejo de la gobernabilidad, pero esto hizo que haya costos económicos.
¿Por qué la economía no arrancó en el segundo semestre?
Este era un año en el cual la economía iba a pasar por un periodo recesivo porque tenía que absorber el impacto de la devaluación y la suba de tarifas. Pero, el merrcado esperaba que cuando el efecto se revirtiera- el salario se ajuste y la inflación caiga- el consumo iba a empezar a recuperarse y, a su vez, que este efecto se juntara con algún repunte de la inversión provocada por el mejor clima de negocios y la eliminación de algunas restricciones absurdas en el mercado de capitales. Yo diría que todo ese esquema funcionó en alguna medida, pero fue contrarrestado por algunos efectos que no estaban en el radar.
¿Cuáles fueron estos efectos?
En primer lugar, la economía de Brasil cayó un 3,5% en 2016, y esto no estaba en los papeles de nadie. Para tener cierta referencia, según los números del BCRA, la caída brasileña le costó casi 0,8 puntos porcentuales del PBI a nuestra economía este año. Un segundo factor se debe a la caída de los salarios reales de la economía informal. Como es un sector no sindicalizado y sin protección, los salarios en negro sufrieron una caída mayor a los del sector formal y el empleo está tardando mucho en recuperarse.
Otro punto que influyó fue que la economía venía acumulando, hasta el 2015, un exceso de inventarios.Esto se debe a que una de las grandes fuentes de beneficios de las empresas durante el kirchnerismo era endeudarse a tasas de interés negativas, comprar insumos importados con dólares baratos provistos por el BCRA, y vender el bien final en el mercado local a un precio similar al dólar paralelo. O revaluando la mercadería al precio del dólar paralelo en las existencias, o stocks, de la compañía. Pero, una vez que se unifica el tipo de cambio y aumentan las tasas de interés, ya no se justifica tener esa cantidad de bienes en inventarios y las firmas empezaron a liquidarlos. De hecho, la economía dejó de crecer en un punto porcentual en el primer trimestre fue un punto porcentual por el efecto reducción de inventarios. Atenta contra producir: en vez de ello, vendes productos en stock.