Se la hace difícil el Gobierno a Nicolás Dujovne! El hombre estaba de vacaciones, lo llamaron para ser ministro, vino, puso la cara, dijo que sus objetivos eran poner coto al déficit fiscal y a la inflación, y enseguida sus pares le empezaron a tirar munición gruesa. Giros gigantescos para Buenos Aires y mega planes de obras que hacen dudar sobre la posibilidad de encajar el rojo fiscal. Hasta un anuncio sobre empleos del propio ministro de Hacienda se le terminó volviendo en contra. Y en lo que hace a los precios, peajes, nafta, prepagas parecen complotar sobre las expectativas que quiere generar. Pero en la Casa Rosada dicen que va a cumplir, que todos los gastos estaban previstos y que la inflación de diciembre rondará 1,2%.
Veamos los detalles. Dujovne asumió el lunes, y arrancó precisando sus objetivos: déficit, inflación, reforma impositiva, rebaja del costo laboral. Su principal misión, le dijeron en la Casa Rosada, es ser quien genere las expectativas de la economía, ser el vocero del plan económico oficial. Pero parece que el resto del Gabinete no estaba al tanto…
El primer punto fue el anuncio de que le girarían $25.000 millones a la provincia de Buenos Aires como compensación por el Fondo del Conurbano. Hubo justificaciones, tanto en el gobierno nacional como en La Plata, de por qué María Eugenia Vidal debía recibir esos recursos. Pero también hubo quejas de los demás gobernadores, que enseguida aplacaron (como otras veces) asegurando que la billetera estaría abierta para todos. Dujovne dice que él logrará que el déficit fiscal se mantenga en 4,2% del PBI, o $ 411.000 millones, como figura en el Presupuesto. Pero con medidas así, parece difícil, no?
“Pero es que todo se malentendió, ese dinero era todo del año pasado -señalan ahora en la Jefatura de Gabinete-. Se trata de la condonación de los $10.000 millones que Macri le giró a Vidal a principios de su gestión, y de otras transferencias de 2016. No hay nada previsto para este año diferente a lo que reciban las otras provincias”. Claro, eso no era lo que habían dicho en otros despachos de la Casa Rosada, y el tema armó revuelo toda la semana, poniendo más presión sobre la caja.
¿Y el plan de obras? “El 2017 será el año de la obra pública en la Argentina”, dijo en la semana Rogelio Frigerio. Loable para los objetivos políticos, ya que así apuntalan la posibilidad de una recuperación económica y del empleo. Pero, ¿más gasto para el fisco? “No, no hay nada que no esté previsto en el Presupuesto”, dicen las mismas fuentes de Jefatura de Gabinete. Un detalle: este mes están cancelando los certificados de obra impagos de noviembre y diciembre, fenómeno del que ya había dado cuenta esta columna.
Según la explicación que hoy dan en el Gobierno sobre esos atrasos, “es que nos habíamos quedado sin dinero, sin fondos”. ¿Por qué? “Nos dedicamos todo el año a pagar deudas que nos había dejado el anterior gobierno -juran-. Eran más de $ 120.000 millones entre deuda flotante, deuda no registrada, devoluciones de Ganancias, etc.. Ya pagamos todo”. En ese barco desembarca Dujovne.
El flamante ministro intentará entonces generar certeza de que los números fiscales se empiezan a enderezar. Que de 2016 a 2017 quedan facturas impagas (deuda flotante) por no más de $70.000 millones. Para hacerlo pondrá la cara el día 20, cuando se difundan los datos del déficit de diciembre (y de todo 2016), y explicará las cuentas del Estado.
En esa línea, un enredo se lo armó el propio Dujovne, al decir que había que bajar las cargas salariales. La CGT se le tiró a la yugular. Jorge Triaca intentó aplacar la situación. “Apostamos a un shock de formalización y estamos dispuestos a hacer un esfuerzo fiscal para que haya más empleabilidad”, dijo el ministro de Trabajo a La Nación. “¡Así no!!”, diría Mirtha Legrand. Otra vez dinero del fisco, otra vez el déficit fiscal en la mira.
Y con la inflación, ¿cómo le va a Dujovne? Aunque el rubro es más responsabilidad del Banco Central o Producción que de él, el flamante ministro tiene que ser también quien le ponga la cara al tema. Y en esta semana recibió varios cachetazos. Transporte anunció aumentos de los peajes de los accesos a la Capital. La Ciudad, subas en sus propias autopistas. En estos días sube 8% la nafta. Ajustaron los parquímetros. Comercio autorizó incrementos a las prepagas. El mismo Dujovne habló de un “sendero” de alzas para la luz y el transporte. Todo entre lunes y viernes…
“Todos esos rubros tienen muy poca incidencia en el costo de vida”, señalan los máximos responsables de la economía en el Gobierno, minimizando el tema. Pero agregan un dato importante: el índice de precios de la Ciudad de Buenos Aires, próximo a difundirse, mostrará un alza del 1,2% en diciembre; y el del INDEC rondará esa cifra. Así, según los funcionarios, el segundo semestre de 2016 cierra con una suba de precios de poco más que 9%. “Ya estamos cerca del objetivo del 17% que fija el Presupuesto para 2017”, dicen.
Al respecto cabe alguna consideración adicional sobre la suba del colectivos y trenes. Dujovne dijo que tendrían especial cuidado, teniendo en cuenta el fuerte impacto social del rubro. Hoy en el Gobierno dicen que no hay nada previsto, ni inminente. No será en el primer trimestre, aseguran. Pero la intención oficial es seguir recortando subsidios. Hoy el pasajero paga sólo 38% del costo de su boleto.
Es justamente ese tema, las tarifas, el que más concentra hoy la preocupación oficial. Energía ya anunció ajustes de la luz en febrero y del gas en abril. En ese rubro se juegan también las cuentas del déficit fiscal.
Así fue la primera semana de Dujovne ministro. En ese partido deberá demostrar su valía.
Veamos los detalles. Dujovne asumió el lunes, y arrancó precisando sus objetivos: déficit, inflación, reforma impositiva, rebaja del costo laboral. Su principal misión, le dijeron en la Casa Rosada, es ser quien genere las expectativas de la economía, ser el vocero del plan económico oficial. Pero parece que el resto del Gabinete no estaba al tanto…
El primer punto fue el anuncio de que le girarían $25.000 millones a la provincia de Buenos Aires como compensación por el Fondo del Conurbano. Hubo justificaciones, tanto en el gobierno nacional como en La Plata, de por qué María Eugenia Vidal debía recibir esos recursos. Pero también hubo quejas de los demás gobernadores, que enseguida aplacaron (como otras veces) asegurando que la billetera estaría abierta para todos. Dujovne dice que él logrará que el déficit fiscal se mantenga en 4,2% del PBI, o $ 411.000 millones, como figura en el Presupuesto. Pero con medidas así, parece difícil, no?
“Pero es que todo se malentendió, ese dinero era todo del año pasado -señalan ahora en la Jefatura de Gabinete-. Se trata de la condonación de los $10.000 millones que Macri le giró a Vidal a principios de su gestión, y de otras transferencias de 2016. No hay nada previsto para este año diferente a lo que reciban las otras provincias”. Claro, eso no era lo que habían dicho en otros despachos de la Casa Rosada, y el tema armó revuelo toda la semana, poniendo más presión sobre la caja.
¿Y el plan de obras? “El 2017 será el año de la obra pública en la Argentina”, dijo en la semana Rogelio Frigerio. Loable para los objetivos políticos, ya que así apuntalan la posibilidad de una recuperación económica y del empleo. Pero, ¿más gasto para el fisco? “No, no hay nada que no esté previsto en el Presupuesto”, dicen las mismas fuentes de Jefatura de Gabinete. Un detalle: este mes están cancelando los certificados de obra impagos de noviembre y diciembre, fenómeno del que ya había dado cuenta esta columna.
Según la explicación que hoy dan en el Gobierno sobre esos atrasos, “es que nos habíamos quedado sin dinero, sin fondos”. ¿Por qué? “Nos dedicamos todo el año a pagar deudas que nos había dejado el anterior gobierno -juran-. Eran más de $ 120.000 millones entre deuda flotante, deuda no registrada, devoluciones de Ganancias, etc.. Ya pagamos todo”. En ese barco desembarca Dujovne.
El flamante ministro intentará entonces generar certeza de que los números fiscales se empiezan a enderezar. Que de 2016 a 2017 quedan facturas impagas (deuda flotante) por no más de $70.000 millones. Para hacerlo pondrá la cara el día 20, cuando se difundan los datos del déficit de diciembre (y de todo 2016), y explicará las cuentas del Estado.
En esa línea, un enredo se lo armó el propio Dujovne, al decir que había que bajar las cargas salariales. La CGT se le tiró a la yugular. Jorge Triaca intentó aplacar la situación. “Apostamos a un shock de formalización y estamos dispuestos a hacer un esfuerzo fiscal para que haya más empleabilidad”, dijo el ministro de Trabajo a La Nación. “¡Así no!!”, diría Mirtha Legrand. Otra vez dinero del fisco, otra vez el déficit fiscal en la mira.
Y con la inflación, ¿cómo le va a Dujovne? Aunque el rubro es más responsabilidad del Banco Central o Producción que de él, el flamante ministro tiene que ser también quien le ponga la cara al tema. Y en esta semana recibió varios cachetazos. Transporte anunció aumentos de los peajes de los accesos a la Capital. La Ciudad, subas en sus propias autopistas. En estos días sube 8% la nafta. Ajustaron los parquímetros. Comercio autorizó incrementos a las prepagas. El mismo Dujovne habló de un “sendero” de alzas para la luz y el transporte. Todo entre lunes y viernes…
“Todos esos rubros tienen muy poca incidencia en el costo de vida”, señalan los máximos responsables de la economía en el Gobierno, minimizando el tema. Pero agregan un dato importante: el índice de precios de la Ciudad de Buenos Aires, próximo a difundirse, mostrará un alza del 1,2% en diciembre; y el del INDEC rondará esa cifra. Así, según los funcionarios, el segundo semestre de 2016 cierra con una suba de precios de poco más que 9%. “Ya estamos cerca del objetivo del 17% que fija el Presupuesto para 2017”, dicen.
Al respecto cabe alguna consideración adicional sobre la suba del colectivos y trenes. Dujovne dijo que tendrían especial cuidado, teniendo en cuenta el fuerte impacto social del rubro. Hoy en el Gobierno dicen que no hay nada previsto, ni inminente. No será en el primer trimestre, aseguran. Pero la intención oficial es seguir recortando subsidios. Hoy el pasajero paga sólo 38% del costo de su boleto.
Es justamente ese tema, las tarifas, el que más concentra hoy la preocupación oficial. Energía ya anunció ajustes de la luz en febrero y del gas en abril. En ese rubro se juegan también las cuentas del déficit fiscal.
Así fue la primera semana de Dujovne ministro. En ese partido deberá demostrar su valía.