por ANA CLARA PEDOTTI
Si bien en abril cayó la inversión extranjera directa, la llegada de capitales destinado a inversiones financieras creció más del 70% respecto del mes de marzo.
Así, mientras que el flujo externo para proyectos de la economía real pasó de u$s 380 millones en marzo a u$s 244 millones el mes pasado; el volumen de dólares que ingresaron para participar del sistema financiero alcanzó los u$s 1200 millones. Se trata del nivel más alto desde la salida del cepo cambiario en 2015.
La cuenta se completa con una salida también récord de divisas para inversiones de cartera, por unos u$s 1140 millones; lo que casi sextuplicó el desarme de portafolios que se había visto en marzo, cuando se habían ido unos u$s 202 millones.
Los datos surgen del último informe cambiario presentado por el Banco Central, que explicó que estos egresos se deben al uso de fondos para la suscripción primaria de títulos, de los cuales unos u$s 1000 que fueron a parar a Letras del Tesoro. Al mismo tiempo, la autoridad monetaria dijo que el aumento de la posición general de cambio de las entidades financieras representó otros egresos por unos u$s 696 millones.
Las entidades financieras registraron un stock de la posición general de cambio de u$s 3559 millones a fines del mes de abril, nivel equivalente al 46% del límite máximo establecido por la normativa vigente en ese momento. Desde mayo, entró en vigencia la normativa del BCRA que establece que las entidades autorizadas a operar en cambios podrán determinar libremente el nivel y uso de sus activos externos líquidos en moneda extranjera (PGC).
Por otro lado, aumentó fuerte el egreso de divisas por turismo al exterior: en abril salieron u$s 943 millones, un 25% más que en el mismo mes del año anterior. Pero en paralelo, el ingreso de divisas por turismo en el país trepó un 58% respecto de abril de 2016 y alcanzó los u$s 162 millones.
En total, el déficit por turismo saltó a los u$s 9500 millones; mientras que en 2014 alcanzaba los u$s 5300 millones. Los analistas coinciden que refleja un tipo de cambio atrasado, que hace que a los turistas argentinos les resulte más conveniente al bolsillo vacacionar afuera.
Si bien en abril cayó la inversión extranjera directa, la llegada de capitales destinado a inversiones financieras creció más del 70% respecto del mes de marzo.
Así, mientras que el flujo externo para proyectos de la economía real pasó de u$s 380 millones en marzo a u$s 244 millones el mes pasado; el volumen de dólares que ingresaron para participar del sistema financiero alcanzó los u$s 1200 millones. Se trata del nivel más alto desde la salida del cepo cambiario en 2015.
La cuenta se completa con una salida también récord de divisas para inversiones de cartera, por unos u$s 1140 millones; lo que casi sextuplicó el desarme de portafolios que se había visto en marzo, cuando se habían ido unos u$s 202 millones.
Los datos surgen del último informe cambiario presentado por el Banco Central, que explicó que estos egresos se deben al uso de fondos para la suscripción primaria de títulos, de los cuales unos u$s 1000 que fueron a parar a Letras del Tesoro. Al mismo tiempo, la autoridad monetaria dijo que el aumento de la posición general de cambio de las entidades financieras representó otros egresos por unos u$s 696 millones.
Las entidades financieras registraron un stock de la posición general de cambio de u$s 3559 millones a fines del mes de abril, nivel equivalente al 46% del límite máximo establecido por la normativa vigente en ese momento. Desde mayo, entró en vigencia la normativa del BCRA que establece que las entidades autorizadas a operar en cambios podrán determinar libremente el nivel y uso de sus activos externos líquidos en moneda extranjera (PGC).
Por otro lado, aumentó fuerte el egreso de divisas por turismo al exterior: en abril salieron u$s 943 millones, un 25% más que en el mismo mes del año anterior. Pero en paralelo, el ingreso de divisas por turismo en el país trepó un 58% respecto de abril de 2016 y alcanzó los u$s 162 millones.
En total, el déficit por turismo saltó a los u$s 9500 millones; mientras que en 2014 alcanzaba los u$s 5300 millones. Los analistas coinciden que refleja un tipo de cambio atrasado, que hace que a los turistas argentinos les resulte más conveniente al bolsillo vacacionar afuera.