CÓRDOBA.- Casi seis millones de niños y adolescentes de hasta 17 años son pobres en la Argentina, y 1,3 millones son indigentes. Los datos pertenecen al Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (Cippec) de esta provincia sobre la base de los números de ingresos y canasta básica alimentaria y total del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Córdoba, con el 15% de los niños en situación de indigencia, es la peor rankeada del país en ese segmento en el tercer trimestre de 2016.
Los datos, en general, «ratifican el fenómeno de infantilización de la pobreza», señala a LA NACION Alfredo Schclarek Curutchet, director del Cippec. Enfatiza que, con casi la mitad de los niños en esta situación, «el futuro está hipotecado. En ese segmento hay educación, innovación, conocimiento, tecnología. Es imposible soñar, así, un país desarrollado».
Para el economista, los resultados del trabajo «obligan» a repensar las políticas públicas: «Este fenómeno se asienta en uno de pobreza estructural, que viene acentuándose desde 2011. Hay que diseñar transversalmente la lucha contra la pobreza, con calidad y eficiencia».
La tasa de pobreza del 46,04% en niños y adolescentes es mucho mayor que la de la población en general, que alcanza al 31,09% de los habitantes sin límites de edad. Esta relación es la que -insiste Schclarek Curutchet- hace que la pobreza argentina «tenga, como imagen, el rostro de sus chicos».
Respecto de la performance cordobesa, la medición general del Indec sobre Gran Córdoba la dejó con el peor cuadro social del país, tras sumar la mayor tasa de indigencia (10,8%) y la tercera mayor tasa de pobreza (40,5%) de la Argentina.
La provincia es la que registra el índice más alto para los chicos en la región pampeana, el 55,63% (unos 564.000); en el otro extremo está la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que tiene el registro más bajo, el 19,63% (142.000 al tercer trimestre de 2016). En esa región, el 46,72% de los niños y adolescentes son pobres, mientras que el 11,1% son indigentes. Otra vez se repiten las jurisdicciones de los extremos, Córdoba con la tasa más alta (15,38%) y CABA con la más baja (5%). Los chicos indigentes cordobeses llenarían tres estadios mundialistas como el Mario Kempes, mientras que los afectados por la pobreza alcanzan a 11.
Que una provincia con una economía diversificada y sectores como el campo que muestran reactivación presente estos datos sorprende. Sin embargo, los autores del trabajo los comparan con los de Rosario (una ciudad parecida) y apuntan que los peores registros cordobeses pueden deberse a que el desempleo es más alto (11 puntos porcentuales más en la última medición del Indec) y a que los hogares pobres promedio tienen un habitante más que los rosarinos y es menor de 5 años.
Subrayan que en Córdoba hay ayuda social, incluso más alta que en Rosario: en promedio, por hogar en condiciones de pobreza alcanzó al tercer trimestre de 2016 los $ 1022; en el Gran Rosario rondó los $ 616.
«Esa diferente estructura demográfica de los hogares pobres, la mayor exposición al desempleo y a la informalidad laboral son factores que impactan en la radiografía», sostiene Schclarek Curutchet.
La pobreza general relevada por el Indec para Córdoba que la dejó 10 puntos porcentuales por encima del promedio país (40,5% versus 30,3%) marca el peor registro de las últimas décadas. Ni en la hiperinflación de los 80 ni en la recesión de fines de los 90 ni en la crisis de 2001 se tuvieron esos niveles.
«Con $ 6000 millones anuales en el presupuesto, somos la provincia que mayor ayuda brinda en el país», sostuvo el ministro de Desarrollo Social, Sergio Tocalli, que apuntó a las condiciones macroeconómicas como las causales del empobrecimiento. Planteó que como en Córdoba hay menor nivel de empleo público, las crisis golpean más.
En el caso de Cuyo, la pobreza infantil crece al 52,9%, unos 509.000 niños y adolescentes. San Juan, con el 60,64% de chicos en esa condición (145.000), es la peor ubicada. San Luis, en cambio, presenta el 43,36% de la población de hasta 17 años en esa condición. En la región, la indigencia de ese segmento etario es de 8,09%; San Juan tiene el más alto, 10,63%, y San Luis el más bajo, 7,57%.
En el nordeste del país más de la mitad de los chicos son pobres, el 52,9%. En Corrientes la condición afecta al 53,59% (188.000) y Formosa, con el 42,17% (87.000), es la que presenta la mejor performance. La indigencia es del 9,38%; encabeza Misiones con el nivel más alto de la región, 13,72%, mientras que Corrientes registra el más bajo, 6,44 por ciento.
El 43,28% (780.000) de los chicos son pobres; en Santiago del Estero es algo más de la mitad de la población, el 51,29% (165.000). El dato más bajo se da en La Rioja, el 31,72% (36.000). En la región, la indigencia afecta al 8,5% de los habitantes de hasta 17 años; el nivel más alto se da entre los santiagueños (13,03%) y el mejor, 3,41%, entre los riojanos.
Con el 32,16% de pobres menores de 17 años, la Patagonia es la mejor ubicada entre todas las regiones de la Argentina, son 240.000 chicos. Neuquén, con 82.000 niños (41,57%), es la más afectada y Santa Cruz, con 15.000 (13,63%), la menos complicada. La indigencia suma el 6,36%; Río Negro está a la cabeza con 10,44% y el nivel mínimo es para Tierra del Fuego, 0,47%.
Para Schclarek Curutchet, el problema de la infantilización de la pobreza requiere que se lo encare de «manera estructural»; ratifica que todos los sectores de las administraciones públicas deben ocuparse y diseñar soluciones. «Si no, no hay salida. No se trata de Desarrollo Social o de Economía, cada uno debe atender el tema. Hace falta seguimiento y evaluación de lo que se hace, si no cada día será peor.»
Los datos, en general, «ratifican el fenómeno de infantilización de la pobreza», señala a LA NACION Alfredo Schclarek Curutchet, director del Cippec. Enfatiza que, con casi la mitad de los niños en esta situación, «el futuro está hipotecado. En ese segmento hay educación, innovación, conocimiento, tecnología. Es imposible soñar, así, un país desarrollado».
Para el economista, los resultados del trabajo «obligan» a repensar las políticas públicas: «Este fenómeno se asienta en uno de pobreza estructural, que viene acentuándose desde 2011. Hay que diseñar transversalmente la lucha contra la pobreza, con calidad y eficiencia».
La tasa de pobreza del 46,04% en niños y adolescentes es mucho mayor que la de la población en general, que alcanza al 31,09% de los habitantes sin límites de edad. Esta relación es la que -insiste Schclarek Curutchet- hace que la pobreza argentina «tenga, como imagen, el rostro de sus chicos».
Respecto de la performance cordobesa, la medición general del Indec sobre Gran Córdoba la dejó con el peor cuadro social del país, tras sumar la mayor tasa de indigencia (10,8%) y la tercera mayor tasa de pobreza (40,5%) de la Argentina.
La provincia es la que registra el índice más alto para los chicos en la región pampeana, el 55,63% (unos 564.000); en el otro extremo está la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que tiene el registro más bajo, el 19,63% (142.000 al tercer trimestre de 2016). En esa región, el 46,72% de los niños y adolescentes son pobres, mientras que el 11,1% son indigentes. Otra vez se repiten las jurisdicciones de los extremos, Córdoba con la tasa más alta (15,38%) y CABA con la más baja (5%). Los chicos indigentes cordobeses llenarían tres estadios mundialistas como el Mario Kempes, mientras que los afectados por la pobreza alcanzan a 11.
Que una provincia con una economía diversificada y sectores como el campo que muestran reactivación presente estos datos sorprende. Sin embargo, los autores del trabajo los comparan con los de Rosario (una ciudad parecida) y apuntan que los peores registros cordobeses pueden deberse a que el desempleo es más alto (11 puntos porcentuales más en la última medición del Indec) y a que los hogares pobres promedio tienen un habitante más que los rosarinos y es menor de 5 años.
Subrayan que en Córdoba hay ayuda social, incluso más alta que en Rosario: en promedio, por hogar en condiciones de pobreza alcanzó al tercer trimestre de 2016 los $ 1022; en el Gran Rosario rondó los $ 616.
«Esa diferente estructura demográfica de los hogares pobres, la mayor exposición al desempleo y a la informalidad laboral son factores que impactan en la radiografía», sostiene Schclarek Curutchet.
La pobreza general relevada por el Indec para Córdoba que la dejó 10 puntos porcentuales por encima del promedio país (40,5% versus 30,3%) marca el peor registro de las últimas décadas. Ni en la hiperinflación de los 80 ni en la recesión de fines de los 90 ni en la crisis de 2001 se tuvieron esos niveles.
«Con $ 6000 millones anuales en el presupuesto, somos la provincia que mayor ayuda brinda en el país», sostuvo el ministro de Desarrollo Social, Sergio Tocalli, que apuntó a las condiciones macroeconómicas como las causales del empobrecimiento. Planteó que como en Córdoba hay menor nivel de empleo público, las crisis golpean más.
En el caso de Cuyo, la pobreza infantil crece al 52,9%, unos 509.000 niños y adolescentes. San Juan, con el 60,64% de chicos en esa condición (145.000), es la peor ubicada. San Luis, en cambio, presenta el 43,36% de la población de hasta 17 años en esa condición. En la región, la indigencia de ese segmento etario es de 8,09%; San Juan tiene el más alto, 10,63%, y San Luis el más bajo, 7,57%.
En el nordeste del país más de la mitad de los chicos son pobres, el 52,9%. En Corrientes la condición afecta al 53,59% (188.000) y Formosa, con el 42,17% (87.000), es la que presenta la mejor performance. La indigencia es del 9,38%; encabeza Misiones con el nivel más alto de la región, 13,72%, mientras que Corrientes registra el más bajo, 6,44 por ciento.
El 43,28% (780.000) de los chicos son pobres; en Santiago del Estero es algo más de la mitad de la población, el 51,29% (165.000). El dato más bajo se da en La Rioja, el 31,72% (36.000). En la región, la indigencia afecta al 8,5% de los habitantes de hasta 17 años; el nivel más alto se da entre los santiagueños (13,03%) y el mejor, 3,41%, entre los riojanos.
Con el 32,16% de pobres menores de 17 años, la Patagonia es la mejor ubicada entre todas las regiones de la Argentina, son 240.000 chicos. Neuquén, con 82.000 niños (41,57%), es la más afectada y Santa Cruz, con 15.000 (13,63%), la menos complicada. La indigencia suma el 6,36%; Río Negro está a la cabeza con 10,44% y el nivel mínimo es para Tierra del Fuego, 0,47%.
Para Schclarek Curutchet, el problema de la infantilización de la pobreza requiere que se lo encare de «manera estructural»; ratifica que todos los sectores de las administraciones públicas deben ocuparse y diseñar soluciones. «Si no, no hay salida. No se trata de Desarrollo Social o de Economía, cada uno debe atender el tema. Hace falta seguimiento y evaluación de lo que se hace, si no cada día será peor.»