En promedio, y con relación a 16 meses atrás, los salarios formales perdieron casi 11 puntos porcentuales frente a la inflación.
El Ministerio de Trabajo informó que en abril el sueldo medio de los trabajadores registrados, medido por el índice RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de Trabajadores Estables), fue de $ 22.650,53 un 43,3% por encima de los $ 15.800,97 de diciembre de 2016, sin incluir el aguinaldo. En ese período la inflación sumó el 54,2%, de acuerdo al IPC de la Ciudad de Buenos Aires.
Con esas cifras, los 11 puntos porcentuales equivalen a una pérdida salarial del 7% en el sueldo medio formal.
Mirá también
Radiografia del empleo y el salario en la Argentina
Se toma la medición de la Dirección de Estadística porteña porque el índice del INDEC recién arrancó en abril de 2016 como consecuencia de la manipulación estadística durante la gestión K.
Esta pérdida salarial, que explica la persistente baja del consumo, se mantendría a lo largo de este año porque, salvo muy pocas excepciones, los convenios salariales se firmaron en línea con la previsión de la futura inflación o con el límite de cláusulas gatillos compensatorios de la inflación, sin reponer las pérdidas anteriores.
En los primeros cuatro meses de este año, el RIPTE registra una suba del 9,5%, en línea con la inflación porteña y 0,4 puntos por encima de la medición del INDEC.
La apuesta oficial es que la desaceleración de la inflación permita que en los próximos meses se produzca alguna recuperación del salario real teniendo en cuenta la incidencia de las principales paritarias en los registros del RIPTE.
De todas maneras los especialistas señalan que la inflación propia de los trabajadores fue superior al promedio por el mayor impacto de los aumentos de las tarifas de servicios públicos y de los precios de los alimentos en la estructura de consumo de los hogares y familias que dependen de un salario. Por ejemplo, en los primeros cuatro meses de este año, el valor de la canasta básica aumentó el 10,2%, superando la inflación promedio del 9,1%.
El RIPTE lo elabora Trabajo en base a las remuneraciones imponibles, o sea que tienen aportes con destino al SIJP (Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones), y el total de trabajadores dependientes que figura en las declaraciones juradas presentadas por los empleadores.
Es un índice que, además, se utiliza para ajustar las indemnizaciones del sistema de riesgos del trabajo (ART) y , junto a la evolución de la recaudación tributaria destinada a la Seguridad Social, también determina la movilidad semestral de las jubilaciones, pensiones y prestaciones sociales, como AUH o asignaciones familiares.
Además, a partir del año próximo el RIPTE se usará para ajustar el mínimo no imponible y las escalas del impuesto a las Ganancias.
En consecuencia un RIPTE inferior o superior a la inflación tiene efectos sobre otros ingresos y variables que alcanza a más de 14 millones de personas ( entre jubilados, pensionados, trabajadores con asignaciones familiares o AUH).
Como todo promedio, la realidad salarial difiere de acuerdo a los sectores. En base a otras cifras laborales oficiales, por debajo de los $ 22.650 del RIPTE de abril, entre otros, se ubican los trabajadores registrados del agro, construcción, comercio, hoteles y restaurantes, enseñanza y actividades inmobiliarias. Por encima están el transporte, intermediación financiera, servicios de gas, luz y agua e industria, y muy cerca del promedio, servicios sociales y de salud. Además, se estima que la mitad de los trabajadores registrados percibió menos de $ 18.500 mensuales.
El Ministerio de Trabajo informó que en abril el sueldo medio de los trabajadores registrados, medido por el índice RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de Trabajadores Estables), fue de $ 22.650,53 un 43,3% por encima de los $ 15.800,97 de diciembre de 2016, sin incluir el aguinaldo. En ese período la inflación sumó el 54,2%, de acuerdo al IPC de la Ciudad de Buenos Aires.
Con esas cifras, los 11 puntos porcentuales equivalen a una pérdida salarial del 7% en el sueldo medio formal.
Mirá también
Radiografia del empleo y el salario en la Argentina
Se toma la medición de la Dirección de Estadística porteña porque el índice del INDEC recién arrancó en abril de 2016 como consecuencia de la manipulación estadística durante la gestión K.
Esta pérdida salarial, que explica la persistente baja del consumo, se mantendría a lo largo de este año porque, salvo muy pocas excepciones, los convenios salariales se firmaron en línea con la previsión de la futura inflación o con el límite de cláusulas gatillos compensatorios de la inflación, sin reponer las pérdidas anteriores.
En los primeros cuatro meses de este año, el RIPTE registra una suba del 9,5%, en línea con la inflación porteña y 0,4 puntos por encima de la medición del INDEC.
La apuesta oficial es que la desaceleración de la inflación permita que en los próximos meses se produzca alguna recuperación del salario real teniendo en cuenta la incidencia de las principales paritarias en los registros del RIPTE.
De todas maneras los especialistas señalan que la inflación propia de los trabajadores fue superior al promedio por el mayor impacto de los aumentos de las tarifas de servicios públicos y de los precios de los alimentos en la estructura de consumo de los hogares y familias que dependen de un salario. Por ejemplo, en los primeros cuatro meses de este año, el valor de la canasta básica aumentó el 10,2%, superando la inflación promedio del 9,1%.
El RIPTE lo elabora Trabajo en base a las remuneraciones imponibles, o sea que tienen aportes con destino al SIJP (Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones), y el total de trabajadores dependientes que figura en las declaraciones juradas presentadas por los empleadores.
Es un índice que, además, se utiliza para ajustar las indemnizaciones del sistema de riesgos del trabajo (ART) y , junto a la evolución de la recaudación tributaria destinada a la Seguridad Social, también determina la movilidad semestral de las jubilaciones, pensiones y prestaciones sociales, como AUH o asignaciones familiares.
Además, a partir del año próximo el RIPTE se usará para ajustar el mínimo no imponible y las escalas del impuesto a las Ganancias.
En consecuencia un RIPTE inferior o superior a la inflación tiene efectos sobre otros ingresos y variables que alcanza a más de 14 millones de personas ( entre jubilados, pensionados, trabajadores con asignaciones familiares o AUH).
Como todo promedio, la realidad salarial difiere de acuerdo a los sectores. En base a otras cifras laborales oficiales, por debajo de los $ 22.650 del RIPTE de abril, entre otros, se ubican los trabajadores registrados del agro, construcción, comercio, hoteles y restaurantes, enseñanza y actividades inmobiliarias. Por encima están el transporte, intermediación financiera, servicios de gas, luz y agua e industria, y muy cerca del promedio, servicios sociales y de salud. Además, se estima que la mitad de los trabajadores registrados percibió menos de $ 18.500 mensuales.