En días de campaña, allá por 2013, un chaleco antibalas protegió a Gustavo «Tano» Menéndez de un disparo calibre 38. Dos años después juró como intendente de Merlo y, en unos días, lo hará como jefe del PJ bonaerense, del que hace un diagnóstico malo pero con pronóstico bueno.
-Ser peronista hoy es…
– Rebelarse contra las injusticias, igual que en 1945. Pero hay que ver de qué peronismo hablamos. Algunos lo usaron para llegar y después hicieron otra cosa. Igual que con la política.
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-¿Con la política?
-Hay tipos que están en política para conseguir un laburo. Otros porque quieren poder o mejorar su posición económica. Yo quiero trascender y que mi hijo, que hoy tiene 8 años, dentro de 50 le digan que su padre era un buen tipo y que hizo cosas para los demás
Para Menéndez, «Cristina puede ayudar mucho o entorpecer mucho la reconstrucción del peronismo». (Foto: Ariel Grinberg).
-¿Para qué quiso presidir el PJ bonaerense?
-Porque creo en el cuerpo doctrinario del peronismo, aunque en algunas malas épocas estuvo vacío de contenido.
-¿Cuál fue la peor etapa?
-Es cíclico. Como el país, cada 10 años tiene una crisis. Hoy tiene máxima vigencia porque hay desigualdad y personas que pierden derechos. También parte de la sociedad identifica al PJ con disvalores, con los 7 pecados capitales.
-¿Hay mayor desigualdad porque gobierna Cambiemos?
-Cambiemos no inventó la pobreza. Cambiemos gobierna hace dos años. Hoy somos el resultado de las decisiones que tomamos en los últimos 20 años. Las consecuencias o los beneficios los vamos a ver en cuatro o cinco.
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-Dijo beneficios…
– Si ellos tienen razón, sí. Yo creo que no, que la macroeconomía nos lleva a un lugar del que será difícil salir sin sufrir mucho. Las potencias dominantes no quieren que a la Argentina le vaya bien y el Gobierno aplica recetas con las que ya nos fue muy mal. No miran que doña Rosa no recibe más sus remedios y le van a bajar la jubilación.
-El PJ territorial no hace oposición, la única crítica parece Cristina.
-Son estilos. Podés criticar con insultos y decir todo que no. O marcar diferencias amablemente, escuchar y proponer.
Menéndez acusa al Gobierno «de insensibilidad con los sectores más vulnerables».
-¿Qué critica del Gobierno?
-La insensibilidad que han mostrado por los sectores más vulnerables. Estamos en un momento muy malo y ¿cuál es su plan estratégico? ¿Meter preso todos los días a un opositor?
-Va a presidir el PJ, al que Cristina excluyó del dispositivo electoral que usted integró. ¿Cómo justifica ese enredo?
– Fui uno de los cuatro que dijo que debíamos quedarnos en el PJ e ir a primarias con Randazzo. La mayoría decidió lo contrario. Y fui partidario de que Cristina no sea candidata porque aunque no hubiésemos tenido el resultado que tuvimos, habríamos dado un paso hacia el trasvasamiento generacional.
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-¿En qué rol imagina a Cristina?
– Cristina puede ayudar mucho o entorpecer mucho la reconstrucción del peronismo. Creo que tiene buenas intenciones. Ella cree en Unidad Ciudadana como la herramienta política donde van a confluir sectores que no irían al PJ. Yo no veo a Randazzo, Massa, Bossio o a Moyano yendo a UC pero si integrándose al PJ. Debemos tener la inteligencia y el equilibrio emocional para maximizar las posibilidades del campo popular de volver a gobernar. Entonces que Cristina construya Unidad Ciudadana y permita que haya un peronismo que no sea raquítico.
-Hubo quejas K porque no fueron a la marcha contra la reforma previsional.
-Nos expresamos contra la reforma previsional. Después podés ir o no ir a una marcha.
-Muchos senadores del PJ, empezando por Pichetto, con quien habla, la votaron. ¿No es contradictorio?
-Respeto las ideas de los demás. Yo no discutí con Pichetto sobre la reforma. Eso nos falta: espacios para debatir, con reglas claras. Si no, va a ser muy difícil.
-Late la idea de que hay macrismo para rato.
-Los dirigentes con los que he hablado coinciden en que el Gobierno va a llegar golpeado a 2019 por la situación económica, producto de su propio accionar. Si llegan golpeados y enfrente no estamos organizados, van a poder repetir. Por eso tenemos que armar un frente coherente. ¿Qué es un frente coherente? Que no ocurra eso que hablábamos recién: que un dirigente vote a favor de la reforma y otro diga que no está de acuerdo. Pero para eso tenemos que hablar entre nosotros para que haya unidad de concepción y unidad de acción.
-¿Cómo se logra?
-Teniendo un espacio de diálogo donde se sienten los gobernadores, los sindicatos, las autoridades partidarias. Un defecto del PJ es que cuando llegamos al gobierno, por la conducción vertical, nos olvidamos de discutir. Eso es autodestructivo.
-Las demandas son actuales. ¿Las respuestas son antiguas?
– Necesitamos actualizar doctrinaria y de métodos. La gente ve al peronismo con color sepia y olor a naftalina pero hay un montón de líderes emergentes, modernos como Leo Nardini y Ariel Sujarchuk o, en el interior del país, Enrique Cresto en Concordia, Martín Gil en Jesús María.
La semana pasada Menéndez estuvo reunido con el titular del PJ de Córdoba, Carlos Caserio, y el líder del PJ en el Senado, Miguel Pichetto.
-¿Ve candidatos?
-El próximo candidato a presidente debe salir de los gobernadores o de alguna figura emergente de Buenos Aires. Y en provincia quizá Florencio, Massa, Magario y a Insaurralde. Mi tarea es que se sienten todos en la mesa. El diagnóstico es malo: perdimos, estamos divididos y sin liderazgos pero el pronóstico es bueno porque tenemos la convicción confluir en el PJ.
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-¿Es intocable Vidal? Nadie la critica.
-Son estilos de crítica. La conozco hace mucho, sé sus valores, su inteligencia, sus ganas de transformar.
-La respuesta empezó muy vidalista…
-No. Es una buena persona que me genera esas sensaciones pero su gestión está muy lejos de ser eficiente. No pudo resolver ninguno de los problemas de la Provincia. Todo está muy mal.
-Ser peronista hoy es…
– Rebelarse contra las injusticias, igual que en 1945. Pero hay que ver de qué peronismo hablamos. Algunos lo usaron para llegar y después hicieron otra cosa. Igual que con la política.
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Para Menéndez, «Cristina puede ayudar mucho o entorpecer mucho la reconstrucción del peronismo». (Foto: Ariel Grinberg).
-¿Para qué quiso presidir el PJ bonaerense?
-Porque creo en el cuerpo doctrinario del peronismo, aunque en algunas malas épocas estuvo vacío de contenido.
-¿Cuál fue la peor etapa?
-Es cíclico. Como el país, cada 10 años tiene una crisis. Hoy tiene máxima vigencia porque hay desigualdad y personas que pierden derechos. También parte de la sociedad identifica al PJ con disvalores, con los 7 pecados capitales.
-¿Hay mayor desigualdad porque gobierna Cambiemos?
-Cambiemos no inventó la pobreza. Cambiemos gobierna hace dos años. Hoy somos el resultado de las decisiones que tomamos en los últimos 20 años. Las consecuencias o los beneficios los vamos a ver en cuatro o cinco.
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-El PJ territorial no hace oposición, la única crítica parece Cristina.
-Son estilos. Podés criticar con insultos y decir todo que no. O marcar diferencias amablemente, escuchar y proponer.
Menéndez acusa al Gobierno «de insensibilidad con los sectores más vulnerables».
-¿Qué critica del Gobierno?
-La insensibilidad que han mostrado por los sectores más vulnerables. Estamos en un momento muy malo y ¿cuál es su plan estratégico? ¿Meter preso todos los días a un opositor?
-Va a presidir el PJ, al que Cristina excluyó del dispositivo electoral que usted integró. ¿Cómo justifica ese enredo?
– Fui uno de los cuatro que dijo que debíamos quedarnos en el PJ e ir a primarias con Randazzo. La mayoría decidió lo contrario. Y fui partidario de que Cristina no sea candidata porque aunque no hubiésemos tenido el resultado que tuvimos, habríamos dado un paso hacia el trasvasamiento generacional.
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-Hubo quejas K porque no fueron a la marcha contra la reforma previsional.
-Nos expresamos contra la reforma previsional. Después podés ir o no ir a una marcha.
-Muchos senadores del PJ, empezando por Pichetto, con quien habla, la votaron. ¿No es contradictorio?
-Respeto las ideas de los demás. Yo no discutí con Pichetto sobre la reforma. Eso nos falta: espacios para debatir, con reglas claras. Si no, va a ser muy difícil.
-Late la idea de que hay macrismo para rato.
-Los dirigentes con los que he hablado coinciden en que el Gobierno va a llegar golpeado a 2019 por la situación económica, producto de su propio accionar. Si llegan golpeados y enfrente no estamos organizados, van a poder repetir. Por eso tenemos que armar un frente coherente. ¿Qué es un frente coherente? Que no ocurra eso que hablábamos recién: que un dirigente vote a favor de la reforma y otro diga que no está de acuerdo. Pero para eso tenemos que hablar entre nosotros para que haya unidad de concepción y unidad de acción.
-¿Cómo se logra?
-Teniendo un espacio de diálogo donde se sienten los gobernadores, los sindicatos, las autoridades partidarias. Un defecto del PJ es que cuando llegamos al gobierno, por la conducción vertical, nos olvidamos de discutir. Eso es autodestructivo.
-Las demandas son actuales. ¿Las respuestas son antiguas?
– Necesitamos actualizar doctrinaria y de métodos. La gente ve al peronismo con color sepia y olor a naftalina pero hay un montón de líderes emergentes, modernos como Leo Nardini y Ariel Sujarchuk o, en el interior del país, Enrique Cresto en Concordia, Martín Gil en Jesús María.
La semana pasada Menéndez estuvo reunido con el titular del PJ de Córdoba, Carlos Caserio, y el líder del PJ en el Senado, Miguel Pichetto.
-¿Ve candidatos?
-El próximo candidato a presidente debe salir de los gobernadores o de alguna figura emergente de Buenos Aires. Y en provincia quizá Florencio, Massa, Magario y a Insaurralde. Mi tarea es que se sienten todos en la mesa. El diagnóstico es malo: perdimos, estamos divididos y sin liderazgos pero el pronóstico es bueno porque tenemos la convicción confluir en el PJ.
Mirá también
Agustín Rossi: «La gente no nos votó para que hagamos un oficialismo bis»
-¿Es intocable Vidal? Nadie la critica.
-Son estilos de crítica. La conozco hace mucho, sé sus valores, su inteligencia, sus ganas de transformar.
-La respuesta empezó muy vidalista…
-No. Es una buena persona que me genera esas sensaciones pero su gestión está muy lejos de ser eficiente. No pudo resolver ninguno de los problemas de la Provincia. Todo está muy mal.