El triunfo de Mauricio Macri sobre Daniel Scioli en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2015 fue celebrado por varios gobiernos extranjeros y empresas multinacionales que interpretaron que el ascenso de Cambiemos significaría una apertura hacia una economía de mercado que facilitara la radicación de inversiones.
Desde el 11 de diciembre de 2015 hasta el momento, 545 empresas anunciaron 729 proyectos de inversión por u$s 79.229 millones, según datos de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI).
Se concretaron 120 proyectos (20% del total), que representan más de u$s 6000 millones, mientras que están en ejecución otros 185 por u$s 34.000 millones. Por otro lado, 31 proyectos se encuentran en distintos niveles de evaluación y otros 135 ya fueron aprobados por los respectivos consejos administrativos.
¿Cómo fue el trayecto que desembocó en este resultado y qué se espera para el futuro?
Los primeros pasos
En 2015, Macri asentó parte de su discurso de campaña en las necesidades de quitar cargas y restricciones al sector privado, consolidar la seguridad jurídica y entablar nuevamente relaciones con la comunidad internacional, motivo por el cual en los primeros meses llevó a cabo varias giras por el mundo en busca de promover la llegada de inversiones a un país bastante hostil en la materia.
«Argentina es el noveno país más complejo a la hora de montar un negocio», indica un informe de la consultora internacional TMF. El estudio destaca la alta carga de los tributos nacionales, provinciales y municipales; la disonancia entre las normativas contables locales con los estándares internacionales y la posición de las empresas como agentes de retención de impuestos.
Entre varias medidas, Macri apuró, ni bien asumió, la eliminación del cepo cambiario, el cual obligaba a quien quisiera comprar dólares a pedir autorización a la AFIP. Además, procuró terminar con las presiones que buscaban obligar a las multinacionales a que reinvirtieran gran parte de sus utilidades.
Las medidas fueron bien recibidas por el mercado y los analistas, que esperaban luego una simplificación del sistema impositivo, un proyecto que recién llegaría casi dos años después, en noviembre de 2017.
«Se hizo mucho para flexibilizar la normativa cambiaria, además de la eliminación de las restricciones. Desde que se eliminó el cepo se facilitaron las regulaciones cambiarias y bancarias. La flexibilidad favoreció el flujo de inversiones», afirmó el director de impuestos de TMF Argentina, Claudio Cirocco.
No obstante, según un último informe de la consultora Orlando Ferreres de agosto, la inversión bruta argentina con respecto al PBI es de 21,9% (en precios constantes) y sigue por debajo del promedio regional, si bien cuando asumió Macri la cifra giraba en torno al 18,9% del PBI.
A cazar inversiones al exterior
En el aspecto diplomático, el Presidente intentó restablecer las relaciones de Argentina con la comunidad internacional, en especial con Estados Unidos y las potencias europeas, en busca de posicionar al país como un destino atractivo para inversores extranjeros.
El primer gran viaje de Macri fue a Davos, Suiza, para asistir al Foro Económico Mundial realizado en enero de 2016, en el que se entrevistó con el entonces premier británico, David Cameron; representantes de los gobiernos de Holanda, Francia y Estados Unidos; y directivos de multinacionales como Google, Shell y Dow Chemical.
A esta gira se le sumaron encuentros con quienes entonces eran presidentes de Francia e Italia, Francois Hollande y Matteo Renzi, e incluso la visita de Barack Obama, quien en ese tiempo aún ocupaba el despacho oval de la Casa Blanca. En septiembre de 2016, la Argentina fue sede del llamado «mini Davos». Ya este año, Macri también mantuvo reuniones con el presidente de España, Mariano Rajoy; el primer ministro de China, Xi Jinping, y con su par estadounidense, Donald Trump, una vez que éste ingresara a la Casa Blanca.
¿Qué resultado obtuvo? En lo que va de su mandato, empresas extranjeras lanzaron 272 proyectos de inversión por cerca de u$s 39.000 millones, casi la misma cantidad de dinero que representan todas las iniciativas anunciadas por los inversores locales.
El mayor flujo de proyectos provino de Estados Unidos, pues empresas de ese país presentaron 67 propuestas por u$s 5416 millones. No obstante, las compañías canadienses, si bien anunciaron 13 iniciativas, prevén volcar u$s 6353 millones en la Argentina. Firmas de España, con 13 proyectos por u$s 4986 millones, y de Gran Bretaña, con también 13 por u$s 3604, también encontraron en Argentina un destino atractivo para su expansión.
Los sectores con mayor flujo y las provincias más atractivas
En estos dos años, el área de petróleo y gas tuvo una inyección de u$s 25.102 millones y fue el sector que más inversiones conglomeró, con una gran ventaja sobre la minería (u$s 8257 millones), los servicios públicos (u$s 7713 millones) y las telecomunicaciones (u$s 7577 millones).
Según datos de la AAICI, en la provincia de Buenos Aires está previsto que se desarrollen 155 proyectos, lo que representa un 21% de los más de 720 anunciados, por lo que es el destino que más inversiones atrae. Le siguen la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con 87, y Córdoba, con 76.
Por otro lado, 58 proyectos se desarrollarán en más de una provincia o todavía no definieron su destino geográfico. Santiago del Estero y Formosa son los distritos con menos inversiones previstas, con una cada una, mientras que las secunda Catamarca, con tres.
No obstante, la situación podría cambiar después del pacto fiscal que firmaron casi todos los gobernadores con la Casa Rosada, pues uno de sus puntos implica la eliminación de impuestos locales al trabajo que varias provincias aplican.
Así, Entre Ríos, Tucumán, Salta, Chaco, Chubut, Santiago del Estero y Formosa deberán anular las cargas laborales que aplican en sus territorios, lo que podría incentivar el apetito inversor. Esas siete provincias reúnen apenas 53 proyectos de inversión, cerca del 7% del total.
La esperada reforma tributaria
Uno de los grandes «peros» que esgrime el sector privado para invertir en Argentina es la alta carga impositiva que presiona a las empresas. Más de 90 tributos tienen vigencia en el país, aspecto que TMF destaca a la hora de posicionar al país entre las diez jurisdicciones que más complicaciones generan para los inversores.
No obstante, la consultora avizora que la reforma impositiva que el Gobierno envío al Congreso podría allanar el camino a las empresas que apuesten por la Argentina, especialmente por la reducción de la alícuota a los ingresos reinvertidos y la posibilidad de tomar a cuenta de Ganancias la tributación del impuesto al cheque, los créditos y débitos bancarios.
El informe de la consultora se muestra optimista con las reformas porque «apuntan a simplificar el sistema impositivo y bajar la carga tributaria, lo que puede atraer a inversores internacionales».
Desde el 11 de diciembre de 2015 hasta el momento, 545 empresas anunciaron 729 proyectos de inversión por u$s 79.229 millones, según datos de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI).
Se concretaron 120 proyectos (20% del total), que representan más de u$s 6000 millones, mientras que están en ejecución otros 185 por u$s 34.000 millones. Por otro lado, 31 proyectos se encuentran en distintos niveles de evaluación y otros 135 ya fueron aprobados por los respectivos consejos administrativos.
¿Cómo fue el trayecto que desembocó en este resultado y qué se espera para el futuro?
Los primeros pasos
En 2015, Macri asentó parte de su discurso de campaña en las necesidades de quitar cargas y restricciones al sector privado, consolidar la seguridad jurídica y entablar nuevamente relaciones con la comunidad internacional, motivo por el cual en los primeros meses llevó a cabo varias giras por el mundo en busca de promover la llegada de inversiones a un país bastante hostil en la materia.
«Argentina es el noveno país más complejo a la hora de montar un negocio», indica un informe de la consultora internacional TMF. El estudio destaca la alta carga de los tributos nacionales, provinciales y municipales; la disonancia entre las normativas contables locales con los estándares internacionales y la posición de las empresas como agentes de retención de impuestos.
Entre varias medidas, Macri apuró, ni bien asumió, la eliminación del cepo cambiario, el cual obligaba a quien quisiera comprar dólares a pedir autorización a la AFIP. Además, procuró terminar con las presiones que buscaban obligar a las multinacionales a que reinvirtieran gran parte de sus utilidades.
Las medidas fueron bien recibidas por el mercado y los analistas, que esperaban luego una simplificación del sistema impositivo, un proyecto que recién llegaría casi dos años después, en noviembre de 2017.
«Se hizo mucho para flexibilizar la normativa cambiaria, además de la eliminación de las restricciones. Desde que se eliminó el cepo se facilitaron las regulaciones cambiarias y bancarias. La flexibilidad favoreció el flujo de inversiones», afirmó el director de impuestos de TMF Argentina, Claudio Cirocco.
No obstante, según un último informe de la consultora Orlando Ferreres de agosto, la inversión bruta argentina con respecto al PBI es de 21,9% (en precios constantes) y sigue por debajo del promedio regional, si bien cuando asumió Macri la cifra giraba en torno al 18,9% del PBI.
A cazar inversiones al exterior
En el aspecto diplomático, el Presidente intentó restablecer las relaciones de Argentina con la comunidad internacional, en especial con Estados Unidos y las potencias europeas, en busca de posicionar al país como un destino atractivo para inversores extranjeros.
El primer gran viaje de Macri fue a Davos, Suiza, para asistir al Foro Económico Mundial realizado en enero de 2016, en el que se entrevistó con el entonces premier británico, David Cameron; representantes de los gobiernos de Holanda, Francia y Estados Unidos; y directivos de multinacionales como Google, Shell y Dow Chemical.
A esta gira se le sumaron encuentros con quienes entonces eran presidentes de Francia e Italia, Francois Hollande y Matteo Renzi, e incluso la visita de Barack Obama, quien en ese tiempo aún ocupaba el despacho oval de la Casa Blanca. En septiembre de 2016, la Argentina fue sede del llamado «mini Davos». Ya este año, Macri también mantuvo reuniones con el presidente de España, Mariano Rajoy; el primer ministro de China, Xi Jinping, y con su par estadounidense, Donald Trump, una vez que éste ingresara a la Casa Blanca.
¿Qué resultado obtuvo? En lo que va de su mandato, empresas extranjeras lanzaron 272 proyectos de inversión por cerca de u$s 39.000 millones, casi la misma cantidad de dinero que representan todas las iniciativas anunciadas por los inversores locales.
El mayor flujo de proyectos provino de Estados Unidos, pues empresas de ese país presentaron 67 propuestas por u$s 5416 millones. No obstante, las compañías canadienses, si bien anunciaron 13 iniciativas, prevén volcar u$s 6353 millones en la Argentina. Firmas de España, con 13 proyectos por u$s 4986 millones, y de Gran Bretaña, con también 13 por u$s 3604, también encontraron en Argentina un destino atractivo para su expansión.
Los sectores con mayor flujo y las provincias más atractivas
En estos dos años, el área de petróleo y gas tuvo una inyección de u$s 25.102 millones y fue el sector que más inversiones conglomeró, con una gran ventaja sobre la minería (u$s 8257 millones), los servicios públicos (u$s 7713 millones) y las telecomunicaciones (u$s 7577 millones).
Según datos de la AAICI, en la provincia de Buenos Aires está previsto que se desarrollen 155 proyectos, lo que representa un 21% de los más de 720 anunciados, por lo que es el destino que más inversiones atrae. Le siguen la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con 87, y Córdoba, con 76.
Por otro lado, 58 proyectos se desarrollarán en más de una provincia o todavía no definieron su destino geográfico. Santiago del Estero y Formosa son los distritos con menos inversiones previstas, con una cada una, mientras que las secunda Catamarca, con tres.
No obstante, la situación podría cambiar después del pacto fiscal que firmaron casi todos los gobernadores con la Casa Rosada, pues uno de sus puntos implica la eliminación de impuestos locales al trabajo que varias provincias aplican.
Así, Entre Ríos, Tucumán, Salta, Chaco, Chubut, Santiago del Estero y Formosa deberán anular las cargas laborales que aplican en sus territorios, lo que podría incentivar el apetito inversor. Esas siete provincias reúnen apenas 53 proyectos de inversión, cerca del 7% del total.
La esperada reforma tributaria
Uno de los grandes «peros» que esgrime el sector privado para invertir en Argentina es la alta carga impositiva que presiona a las empresas. Más de 90 tributos tienen vigencia en el país, aspecto que TMF destaca a la hora de posicionar al país entre las diez jurisdicciones que más complicaciones generan para los inversores.
No obstante, la consultora avizora que la reforma impositiva que el Gobierno envío al Congreso podría allanar el camino a las empresas que apuesten por la Argentina, especialmente por la reducción de la alícuota a los ingresos reinvertidos y la posibilidad de tomar a cuenta de Ganancias la tributación del impuesto al cheque, los créditos y débitos bancarios.
El informe de la consultora se muestra optimista con las reformas porque «apuntan a simplificar el sistema impositivo y bajar la carga tributaria, lo que puede atraer a inversores internacionales».