Por Alejandro Radonjic
El comercio exterior de Argentina entregó resultados agridulces durante el mes pasado. Entre lo dulce se destaca la suba en las exportaciones de 10,1% (10,7% en el acumulado anual), un camino que el país debe seguir recorriendo: las exportaciones totales de febrero fueron de US$ 4.294 millones, una cifra muy baja a todas luces y que está costando cruzar (motivo detrás del interés oficial en sumar acuerdos comerciales).
Entre lo más agrio figura el saldo comercial, que fue deficitario en US$ 903 millones (US$ 1.872 millones en el acumulado) y que, si sigue la tendencia, va camino a los US$ 10.000 millones (o más) en 2018 y puede presionar sobre el tipo de cambio. Ese resultado es un subproducto del crecimiento de 26,3% en las importaciones, que llegaron a US$ 5.197 millones en el segundo mes del 2018.
Los rubros
Los productos con mayores aumentos en sus exportaciones en febrero respecto de igual mes del año fueron maíz en grano, aceites crudos de petróleo, vehículos para el transporte de mercancías, vehículos para el transporte de hasta seis personas y carne bovina. Asimismo, los productos cuyas exportaciones registraron mayores caídas interanuales en febrero fueron trigo y morcajo, oro para uso no monetario, biodiésel, harina y pellets de la extracción del aceite de soja y menotropinas.
Por otro lado, los mayores incrementos de las importaciones correspondieron a vehículos automóviles, tractores, velocípedos y demás vehículos terrestres; combustibles minerales; equipos de comunicaciones incluidos celulares; fundición de hierro y acero; plástico y sus manufacturas; porotos de soja excluidos para siembra; vehículos y material para vías férreas o similares; computadoras y equipos periféricos; motores para vehículos automotores no incluidos anteriormente; productos químicos orgánicos, y motores y turbinas, excepto motores para aeronaves, vehículos automotores y motocicletas.
La voz experta
“Aunque algunos factores de corto darán cierto viento de cola (dólar en suba y recuperación brasileña), las exportaciones seguirán corriendo de atrás a las importaciones ya que, independientemente de los vaivenes de la coyuntura, el déficit estructural de las cuentas externas augura un rojo reciente que se estabilizará en los próximos años en torno a 2% del PIB”, indicaron desde ABECEB y mostraron preocupación por el rojo con China, que creció “muy fuerte (78%) respecto al primer bimestre del 2017”. Una cifra similar es el rojo con Brasil.
Según el equipo que lidera Dante Sica, el rojo comercial sería de US$ 12.000 millones en 2018. “El resultado del intercambio comercial argentino en dos meses de 2018 llega a US$ 1.872 millones, siete veces el rojo acumulado a esta altura en 2017. Tenemos así un semestre con un déficit promedio de US$ 1.000 millones por el mes. Con esta tendencia, el escenario de mínima es un déficit de US$ 12.000 millones, especialmente teniendo en cuenta que la sequía le quitará alrededor de un punto y medio a la suba de las exportaciones. En contexto de suba del consumo y la inversión, sería raro que se evidencie una baja abrupta en los volúmenes importados”, concluyen. “Sin mejoras en el frente externo”, es el título del informe.
“Para 2018 estimamos un déficit comercial de US$ 11.500 millones, casi US$ 3.000 millones superior al de 2017. Las exportaciones crecerían 4,5% por mayor actividad en Brasil y cierta corrección del atraso cambiario. Y, además, mayores precios del agro y elevados stocks iniciales podrían neutralizar el efecto negativo de la sequía en las exportaciones. La corrección cambiaria afectará también a las importaciones, que podrían desacelerar al 8/9%, retrasadas también por la caída del salario real”, dijeron desde LCG y destacaron que los combustibles explicaron el 40% de la suba de las exportaciones, que crecieron por cantidades (50%) y precios (22%).
El comercio exterior de Argentina entregó resultados agridulces durante el mes pasado. Entre lo dulce se destaca la suba en las exportaciones de 10,1% (10,7% en el acumulado anual), un camino que el país debe seguir recorriendo: las exportaciones totales de febrero fueron de US$ 4.294 millones, una cifra muy baja a todas luces y que está costando cruzar (motivo detrás del interés oficial en sumar acuerdos comerciales).
Entre lo más agrio figura el saldo comercial, que fue deficitario en US$ 903 millones (US$ 1.872 millones en el acumulado) y que, si sigue la tendencia, va camino a los US$ 10.000 millones (o más) en 2018 y puede presionar sobre el tipo de cambio. Ese resultado es un subproducto del crecimiento de 26,3% en las importaciones, que llegaron a US$ 5.197 millones en el segundo mes del 2018.
Los rubros
Los productos con mayores aumentos en sus exportaciones en febrero respecto de igual mes del año fueron maíz en grano, aceites crudos de petróleo, vehículos para el transporte de mercancías, vehículos para el transporte de hasta seis personas y carne bovina. Asimismo, los productos cuyas exportaciones registraron mayores caídas interanuales en febrero fueron trigo y morcajo, oro para uso no monetario, biodiésel, harina y pellets de la extracción del aceite de soja y menotropinas.
Por otro lado, los mayores incrementos de las importaciones correspondieron a vehículos automóviles, tractores, velocípedos y demás vehículos terrestres; combustibles minerales; equipos de comunicaciones incluidos celulares; fundición de hierro y acero; plástico y sus manufacturas; porotos de soja excluidos para siembra; vehículos y material para vías férreas o similares; computadoras y equipos periféricos; motores para vehículos automotores no incluidos anteriormente; productos químicos orgánicos, y motores y turbinas, excepto motores para aeronaves, vehículos automotores y motocicletas.
La voz experta
“Aunque algunos factores de corto darán cierto viento de cola (dólar en suba y recuperación brasileña), las exportaciones seguirán corriendo de atrás a las importaciones ya que, independientemente de los vaivenes de la coyuntura, el déficit estructural de las cuentas externas augura un rojo reciente que se estabilizará en los próximos años en torno a 2% del PIB”, indicaron desde ABECEB y mostraron preocupación por el rojo con China, que creció “muy fuerte (78%) respecto al primer bimestre del 2017”. Una cifra similar es el rojo con Brasil.
Según el equipo que lidera Dante Sica, el rojo comercial sería de US$ 12.000 millones en 2018. “El resultado del intercambio comercial argentino en dos meses de 2018 llega a US$ 1.872 millones, siete veces el rojo acumulado a esta altura en 2017. Tenemos así un semestre con un déficit promedio de US$ 1.000 millones por el mes. Con esta tendencia, el escenario de mínima es un déficit de US$ 12.000 millones, especialmente teniendo en cuenta que la sequía le quitará alrededor de un punto y medio a la suba de las exportaciones. En contexto de suba del consumo y la inversión, sería raro que se evidencie una baja abrupta en los volúmenes importados”, concluyen. “Sin mejoras en el frente externo”, es el título del informe.
“Para 2018 estimamos un déficit comercial de US$ 11.500 millones, casi US$ 3.000 millones superior al de 2017. Las exportaciones crecerían 4,5% por mayor actividad en Brasil y cierta corrección del atraso cambiario. Y, además, mayores precios del agro y elevados stocks iniciales podrían neutralizar el efecto negativo de la sequía en las exportaciones. La corrección cambiaria afectará también a las importaciones, que podrían desacelerar al 8/9%, retrasadas también por la caída del salario real”, dijeron desde LCG y destacaron que los combustibles explicaron el 40% de la suba de las exportaciones, que crecieron por cantidades (50%) y precios (22%).